Dos cocineros canarios participan, junto con otros 46 procedentes del resto de comunidades autónomas, en la undécima edición del Concurso Nacional de Pinchos y Tapas que se celebra desde ayer en Valladolid como espacio de arte e innovación, y de libertad creativa.

Un reducto de placer y salud que además genera riqueza, "la moderna industria de la felicidad", señaló ayer el presidente de la Real Academia de la Gastronomía, Rafael Anson, al resumir la esencia de este certamen organizado por el Ayuntamiento de Valladolid.

Ambas modalidades, pincho y tapa, "simbolizan lo mejor de un país", uno de los "mejores alimentos" que ha exportado al mundo y que, en opinión de Anson, presidente del jurado, configuran en buena medida la denominada Marca España como ariete cultural, social y económico fuera de las fronteras nacionales.

Participantes

Desde ayer y hasta el miércoles se disputarán el primer premio, dotado de 6.000 euros, 48 cocineros de Andalucía (3), Aragón (3), Asturias (4), Islas Baleares (4), Islas Canarias (2), Cantabria (2), Castilla y León (8), Castilla-La Mancha (2), Cataluña (2), Extremadura (1), Galicia (1), La Rioja (1), Madrid (4), Región de Murcia (1), Navarra (2), País Vasco (6) y Comunidad Valenciana (2).

Esta nutrida nómina, que abarca todo el territorio autonómico excepto a Ceuta y Melilla, es la demostración de que el pincho y la tapa "simbolizan lo mejor de un país" no sólo en cuanto a productos, creaciones y sabores, sino también en relación con otros valores como el de la convivencia y la amistad mediante la conversación entre comensales que propicia este tipo de bocados "en una barra".

"La gastronomía es la in-dustria de la felicidad", resu-mió el presidente del jurado de un certamen que también incluye, de forma paralela, la celebración del VII Concurso Internacional de Escuelas de Cocina, con la participación de alumnos de Canadá, Chi-na, Corea del Sur, Dinamarca, Estados Unidos, Irlanda, México, Reino Unido, Singapur y Taiwán.