El reconocimiento de una minusvalía ya no dependerá de la provincia en la que resida el solicitante. El Gobierno canario dictó ayer una resolución para unificar los criterios que se aplicaban en ambas provincias a la hora de valorar el grado de discapacidad de los niños con cáncer. A partir de ahora, a los menores de toda la comunidad se les reconocerá una discapacidad de como mínimo del 33% desde que sean diagnosticados de cáncer.

La Consejería de Empleo, Vivienda y Políticas Sociales da respuesta así a la petición de las familias de la provincia de Las Palmas que veían cómo se les denegaban reiteradamente sus solicitudes de discapacidad, mientras que en Santa Cruz de Tenerife se las concedían a todos los menores. La diferencia estribaba en que en la provincia occidental se concedía la minusvalía desde el momento en el que a los niños se les diagnosticaba la enfermedad, mientras que en la provincia oriental había que esperar a finalizar el tratamiento para valorar las secuelas de dicha enfermedad.

"Es una noticia estupenda para todas las familias. Gracias al reconocimiento de la discapacidad podrán acceder a una serie de ayudas económicas", aplaudió ayer José Jerez, presidente de Pequeño Valiente, asociación que ha recogido y denunciado el malestar de los padres ante este agravio entre provincias.

La propia vicepresidenta y consejera de Empleo, Vivienda y Políticas Sociales, Patricia Hernández, comunicó la buena noticia a primera hora de la mañana a José Jerez, quien celebró la unificación de criterios con las familias de los niños ingresados en el Hospital Materno Infantil y con los profesionales sanitarios de este centro público grancanario. El reconocimiento de la discapacidad de los pequeños significa para las familias de niños enfermos de cáncer la posibilidad de acceder a ciertas ayudas económicas que permitan aliviar en parte la dura situación por la que pasan. No en vano, los padres recuerdan que los tratamientos oncológicos son caros y que muchos de los progenitores se encuentran sin empleo y carecen de ingresos suficientes para hacer frente a estos gastos.

La reclamación de las familias de la provincia de Las Palmas ha calado en las redes sociales y, bajo el lema de Yo también quiero el 33, decenas de personas han colgado sus fotos alzando sus manos con el número tres para reclamar que a los pequeños se les reconozca la minusvalía. La página de Facebook de la asociación Pequeño Valiente se ha llenado en los últimos días de mensajes y muestras de apoyo para los niños y sus familiares.

Actualmente, en la provincia de Las Palmas hay 10 expedientes pendientes de ser aprobados. Tras las denuncias de la asociación y la indignación generada en las redes sociales, algunos padres fueron llamados días atrás desde el centro base para comunicarles que se les concedería el 33%. Sin embargo, por el momento dicha aprobación no ha sido entregada oficialmente por escrito a los padres de los menores.

Con la nueva instrucción, dictada ayer por la comunidad canaria, se igualan los criterios técnicos para que los equipos médicos de ambas provincias apliquen los mismos parámetros a la hora de determinar el grado de discapacidad del niño. De esta manera se solucionará la diferencia de criterio y se aplicará el que más beneficie al menor.

Patricia Hernández recordó ayer que los criterios médicos y técnicos de ambos centros base estaban ajustado a la normativa vigente, aunque reconoció que se producía una disparidad de criterio médico a la hora de determinar el grado de discapacidad, de tal forma que, mientras en un centro se concedía el grado de discapacidad del 33% con la enfermedad diagnosticada, en el otro se otorgaba una vez que las secuelas resultantes de la misma eran ya manifiestas.

La asociación Pequeño Valiente, que trabaja en toda la comunidad canaria, denunció recientemente que, durante el año pasado, las 20 solicitudes de discapacidad de menores diagnosticados con cáncer presentadas en Santa Cruz de Tenerife fueron aprobadas con diferente grado de discapacidad, mientras que las 38 entregadas en la provincia de Las Palmas fueron todas denegadas.