Con una organización digna de elogio, si la comparamos con las aglomeraciones de anteriores convocatorias, cerca del 40 % de los inscritos acudió ayer a la prueba de la Oferta Pública de Empleo de la categoría de Grupo Auxiliar Administrativo de la Función Administrativa para cubrir cada una de las 614 plazas vacantes del Servicio Canario de Salud. Un total de 18.396 personas en total, de las 46.196 solicitudes admitidas, se presentaron a este ejercicio oposición para el proceso selectivo de puestos de trabajo de personal en las direcciones gerencias de hospitales, gerencias de Atención Primaria y de servicios sanitarios del Servicio Canario de Salud.
El consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, Jesús Morera, señaló, tras la prueba, que "se han terminado todos los exámenes correspondientes a la oferta pública de empleo de 2007 del Servicio Canario de Salud". Asimismo, Morera agradeció la colaboración de todos los empleados públicos, ya que ellos "han hecho posible que el examen se haya desarrollado sin incidencias". El examen, que se celebraba simultáneamente en todas las islas, se desarrolló sin incidentes dignos de destacar, puesto que se habían habilitado suficientes aulas en las diferentes facultades lo cual redundó positivamente en un estado de relajación entre los asistentes. La utilización de más infraestructura se materializó en más espacio para cada opositor.
El director de Recursos Humanos del SCS, Carlos González Segura, explicó, por su parte, que desde la Consejería de Sanidad se comprometieron en acelerar la ejecución del proceso y que se ha cumplido dentro de lo previsto. Asimismo, González manifestó la voluntad de dividir la celebración de las siguientes Oferta Pública de Empleo "año a año" para que se vayan concentrando categorías que se consideren más necesarias para el Servicio Canario de Salud y conseguir con ello que el proceso sea rápido. En este sentido, apuntó que "se beneficiará tanto el la administración como el opositor". El examen constó de un total de 150 preguntas más 10 de reserva.
La prueba, a la que se presentaron concretamente el 39'82% de los inscritos, contó con la presencia de 1.800 empleados públicos que colaboraron para que su celebración se desarrollara correctamente. De las 614 plazas, 408 se ofertaban por el sistema de acceso libre, 31 plazas se reservaron para personas con discapacidad y las 175 restantes eran de promoción interna para personal estatutario fijo en plaza de igual o inferior categoría. Con una franja de edad entre 25 y 50 años en su mayoría, muchos de los asistentes al examen reconocían ayer no haber tenido el tiempo suficiente para preparárselo, algunos por razones laborales, pero confiaban en la suerte. Pero, posteriormente, destacaron la complejidad de las preguntas.
Un total de 716 aulas distribuidas por toda Canarias se utilizaron para los exámenes. En las islas no capitalinas tuvo lugar en institutos de Enseñanza Secundaria, mientras que en las capitalinas fue en los campus universitarios de Guajara, Anchieta y Central de San Cristóbal de La Laguna, en el caso de Tenerife; y en el de Tafira y San Cristóbal en Gran Canaria, así como en los institutos IES Alonso Quesada y el IES de los Tarahales.
Aspirantes
Una de las aspirantes, Yazmina Rodríguez Vargas, de 32 años, que en estos momentos trabaja como auxiliar de ayuda a domicilio, reconocía que se había presentado con el objetivo de conseguir "un trabajo seguro y si puede ser una plaza fija mejor", y recuerda que este año ha habido tantos inscritos porque tan solo exigían el Graduado Escolar. Sagrario Rodríguez Pérez, de 49, trabaja de auxiliar clínico de Neurología del Hospital Insular como interina, y se presenta por mejora de empleo. "En mi caso", precisó, "al tener que cargar pacientes, estoy un poco lesionada de columna, por eso prefiero ser auxiliar".
Algo parecido comenta su compañera, Sandra Rodríguez Rivera, de 44 años, que recuerda que también cuenta el tiempo trabajado, los méritos y la titulación. "Una cosa son las oposiciones y otra las listas de contratación", señala. "Accede todo el mundo a una lista, pero aquí hay gente que lleva un año preparándoselo o más. No es justo que venga una joven de 20 años, sin trabajo ni cargas familiares, saque un diez y empieza a trabajar", dijo. También acudió José Nicolás Rodríguez Herrera, de 44 años, que trabaja en una asesoría fiscal. "Estamos en las listas y queremos mantenernos en ellas", señaló. "Las cosas están muy complicadas y en la empresa privada tienes más presión que en la pública", añadió.
Sebastián Gómez, de 46 años, también ocupa un cargo de interino en el Servicio Canario de Salud, y, aunque, no esperaba el nivel de dificultad de la prueba, era del todo sincero. "Para nosotros el problema no es el temario", apuntó. "Eso no es lo que me preocupa porque todos tenemos derecho a intentarlo tal y como está el mercado laboral, lo preocupante es que no se tenga en cuenta la experiencia de los que llevamos mucho tiempo trabajando", añadió.
Sea como fuera, la cifra de asistentes superó a la anterior convocatoria del Servicio Canario de Salud. Un total de 14.873 personas se presentaron el pasado 31 de enero, a la celebración de la prueba de enfermería para cubrir las 1.234 plazas vacantes de la categoría de DUE, Grupo A/Subgrupo A2, adscritas a los órganos de prestación de servicios sanitarios. En aquella ocasión se habilitaron 425 aulas distribuidas por toda Canarias. Y para aquella prueba se presentó menos del 50% de los inscritos a la cita, una cuestión que se vinculó al hecho de que esta prueba había coincidido con la de Andalucía.
Para el anterior examen habría que remontarse a junio de 2015. Un total de 17.846 opositores procedentes de todo el Archipiélago y de otras regiones de España optaban a una de las 913 plazas fijas de auxiliar de enfermería. Se trataba de una Oferta Pública de Empleo correspondiente a mayo de 2007. Por entonces, las quejas de la gran mayoría de los opositores se dirigían contra las bases de unas oposiciones que apenas tenían en cuenta su trayectoria profesional y que les abocaba a jugarse su futuro laboral en la nota de un examen teórico. De todo el archipiélago, Gran Canaria fue la isla que registró el mayor índice de participación con alrededor de 8.000 opositores, que, en aquella ocasión, se examinaron en las aulas de ocho institutos públicos: Cairasco de Figueroa, Alonso Quesada, Isabel de España, Pérez Galdós, Tomás Morales, Tamaraceite, Siete Palmas y Tarahales. Tres exámenes que, en definitiva, han repetido unas mismas fórmulas organizativas.
