Si se viaja hay que intentar dejar las cholas en casa. No hay excusas. Este verano, a la hora de elegir vacaciones, no importa tanto el destino como la maleta y el resto del equipaje que se lleve para disfrutar de los días de descanso. Al margen del lugar que se escoja lo imprescindible es vestir con camisas de manga larga, pantalones hasta los tobillos y calzado cerrado. No hay que ponérselo fácil a los mosquitos.

Basilio Valladares, director del Instituto de Enfermedades Tropicales y de Salud Pública de Canarias, mandó ayer un mensaje de tranquilidad a toda la población. "Este año es quizás el menos que hay que hablar de miedo por contagio durante los desplazamientos porque con todo lo de los Juegos Olímpicos en Brasil ya se ha dicho de todo", confirmó. "La gente debe viajar pero sabiendo hacia donde va, qué es lo que hay que hacer antes de ir y las enfermedades que en el lugar de destino se pueden encontrar para no adquirirlas", aclaró.

Lo primero que se debe hacer es consultar con el médico de cabecera antes de partir, sobre todo si se tiene alguna problemática especial como diabetes, embarazos, enfermedades del corazón... Después el interesado tiene que pasar por Sanidad Exterior y ponerse las vacunas que sean necesarias en función del destino elegido. Con esas vacunas se les dará el libro en el que queda reflejado que las tiene puestas.

Picaduras

"De forma general, el calzado es algo fundamental. Se me ponen los pelos de punta cuando me dicen que van en chanclas o bañador porque siempre que van en chanclas y en bañador terminan trayendo algo para acá", asumió. "En el suelo hay animales, hay alimañas, alacranes, hormigas, además de muchos insectos que pican. También hay parásitos que entran a través de la piel y que lo hacen cuando se pisa descalzo el suelo", agregó Valladares.

De la misma forma, la alimentación correcta es otro de los aspectos que se tienen que tener muy en cuenta. El agua no se debe beber directamente del grifo y los alimentos tienen estar cocinados. "La alimentación no debe ser nunca cruda y el agua, por mucho que parezca cristalina, nunca debe tomarse sin haberla hervido antes", expuso el experto en enfermedades tropicales. El hielo que no esté hecho con agua embotellada tampoco debe ingerirse ya que algunos tipos de bacterias pueden permanecer en el agua, independientemente de la temperatura del frigorífico. "Esta es una de las causas más frecuentes de la conocida como diarrea del viajero", subrayó.

Si la persona que viaja necesita llevar consigo insulina por su diabetes o medicamentos específicos que necesitan frío para conservarse tienen que informarse previamente sobre la posibilidad de utilizar la electricidad en el destino. "Hay muchas zonas donde no existe y por tanto no hay nevera. Las temperaturas son altas y no pueden salvaguardar los medicamentos", analizó el director del Instituto de Enfermedades Tropicales.

La idea es disfrutar del viaje y no traerse ninguna enfermedad puesta. "Todos los sitios tienen sus enfermedades y a todos hay que ir con la lección aprendida de cómo hay que comportarse para no cogerla", remarcó el experto.