"Yo no recuerdo un año en el que no haya habido momentos críticos", señaló Miguel Ramírez entre risas. "Me encanta cuando la gente dice que está consolidado porque no lo está, salvo por el público y los músicos, y a lo mejor es bueno que no lo esté", reflexionó ante la ausencia de una asignación presupuestaria fija y sin depender de los cambios en los Gobiernos. "Yo disfruto pero también sufro mucho. Ese punto amor odio me pone, pero ya, que ya tengo una edad y me encantaría estar más tranquilo", finalizó.

Entre las asignaturas pendientes de la Isla está en el crear un circuito de salas que permita tener un calendario de conciertos anuales con los que dar oportunidades a los músicos canarias y ampliar la oferta formativa, según recalcó Angulo. Fernando Bethencourt