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Entrevista a Pedro Lara

"El 80% del cáncer de mama se diagnostica en estadio I, y eso eleva la supervivencia al 90%"

"La generalización de las plataformas genómicas nos ayudan a definir mejor los tratamientos", explica el jefe del Servicio de Oncología Radioterápica del Negrín

El doctor Pedro Lara en el Hospital Universitario Doctor Negrín. LP/DLP

¿Qué avances ha experimentado el tratamiento del cáncer de mama en los últimos años?

Hay dos avances claros. Uno que tiene que ver con el tratamiento de la enfermedad localizada, como es la braquiterapia, una radiación parcial de la mama que reduce a cinco días el tratamiento en lugar de cinco semanas, y se da sólo a la zona del lecho quirúrgico. Un tratamiento del que sería susceptibles el 40% de los pacientes. Y también la radioterapia intraoperatoria, disponible aquí desde 2013, que permite hacer la radioterapia en el mismo acto quirúrgico, y en una sola dosis. Ambos tratamientos minimizan mucho el impacto de emocional de la enfermedad, ya las pacientes no tienen que estar ligadas al hospital durante semanas. El tratamiento es cada vez más individualizado, adaptado a cada paciente.

¿Y el segundo avance del que hablaba?

Es la generalización de las plataformas genómicas, que nos ayudan a definir mejor los tratamientos. Hace 15 años, prácticamente el esquema era cirugía, radioterapia y quimioterapia. Ahora con las plataformas genómicas sabemos quiénes necesitan este tratamiento, de tal forma que incluso algunos pacientes que originalmente hubiéramos pensado que necesitan quimioterapia, al hacer esta plataforma genómica se clasifican de bajo riesgo y se les trata con hormonoterapia. Eso está ayudando a que muchas pacientes reciben el tratamiento sistémico preventivo que necesita.

¿Cómo ha cambiado el esquema del tratamiento?

Ahora el paquete más común es cirugía conservadora, radioterapia parcial, hormonoterapia. Eso es un gran cambio porque nos permite que el 85% de todas las mujeres con cáncer de mama pueden decir que están curadas de la enfermedad a los cinco años, un cambio radical en el manejo de la enfermedad.

¿Los nuevos tratamientos han elevado la supervivencia?

Eso ha venido dado no sólo por la excelencia de los tratamientos, de hecho éstos se pueden hacer porque los tumores son más pequeños gracias a los programas de diagnóstico precoz. El gran cambio que se ha producido en la supervivencia no viene dado solo porque los tratamientos son más efectivos, lo que hemos hecho es quitar complicaciones y efectos secundarios y adecuar al tratamiento a cada persona. Donde hemos tenido el grandísimo avance es que hoy en día nos encontramos con tumores muy pequeños, de 2'3 o 2'4 centímetros de media. El 80% de los tumores de cáncer de mama se diagnostican en estadio I, y eso hace que la supervivencia está por encima del 90%. Al enfrentarnos a tumores cada vez más pequeños hacemos tratamientos más limitados, y eso hace que muchas personas que transitan por el tratamiento del cáncer de mama precoz, lo hagan de una forma mucho más llevadera que antiguamente, y que su percepción de la enfermedad y alteración del esquema corporal sean mínimas.

¿Se ha incrementado el número de casos?

Inevitablemente en Canarias tenemos la misma tendencia que en el resto del mundo desarrollado. Nos encontramos con una población más longeva que, por su nivel cultural sigue demandando tratamientos adecuados. Por tanto cada vez hay más cáncer de mama pero la mortalidad va disminuyendo porque lo diagnosticamos en estadios muy precoces. El cáncer de mama ha dejado de ser un problema de mortalidad a ser un problema frecuente en la mujer, pero razonablemente curable y con una expectativa de vida excelente. En 20 años ha cambiado mucho.

¿Cuál es el reto al que se enfrentan ahora?

El reto en estos momentos está en conseguir reducir el número de casos que tienen un pronóstico más desfavorable, que son aquellas que llamamos triple negativo. Se trata de tumores que no dependen de las hormonas, ni dependen del gen HER2 para el cual tenemos un tratamiento muy eficaz, pero hay personas que no tienen ese gen sobre expresado y no sabemos qué es lo que las hace crecer. Para esos pacientes, todavía no sabemos cuál es el tratamiento preventivo más efectivo y tenemos que usar la quimioterapia de una forma genérica porque no sabemos qué es lo que la hace crecer.

¿De qué porcentaje de pacientes estamos hablando?

Son un grupo reducido, un 15%, aproximadamente, pero con una posibilidad de control de la enfermedad menor, porque todavía no sabemos cuál es su promotor. Ahí es donde hay un gran reto con los nuevos fármacos, con la inmunoterapia, tratando de encontrar mejores tratamientos preventivos para estas pacientes triple negativo, que en muchos casos son pacientes jóvenes. No sabemos que las hace crecer y no sabemos contra quien tenemos que luchar. Ahí sólo nos queda seguir con un planteamiento casi antiguo, con la quimioterapia, que nos sirve para todo, pero sin la precisión de los otros tratamientos, para los tumores hormonodependientes (60%) o del gen HER2.

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