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Música

"Con el timple no hay que ser un chovinista, pero tampoco acomplejado"

"Me siento honrado por esta residencia porque represento al instrumento canario por excelencia", confiesa Domingo Rodríguez 'El Colorao', músico y docente

El timplista Domingo Rodríguez El Colorao, en el Pérez Galdós. CARLOS DÍAZ

Estrena el próximo fin de semana en el Teatro Pérez Galdós la primera residencia artística de la Fundación Auditorio y Teatro con el espectáculo Suite Canaria. Decía semanas atrás, cuando la Fundación anunció que sería el primer músico invitado a esta iniciativa, que ya era hora de que el timple tuviera un protagonismo de esta envergadura, y que este envite le permitía hacer un homenaje coral a todas las generaciones de intérpretes del instrumento.

Me siento doblemente honrado. Primero porque esta residencia recayó sobre mi persona, y segundo, porque estoy representado al instrumento canario por excelencia y a la primera generación, que son Casimiro Camacho, Totoyo Millares, Aldana, Rojitas y muchos más; a una segunda generación que son José Antonio Ramos, Benito Cabrera y yo; y los nuevos intérpretes que están pisando fuerte, que tienen el camino abierto y tocando con una técnica increíble, algo que a todos nosotros nos costó muchísimo. El timple está en continúo avance y que sea el instrumento de esta residencia de la Fundación Auditorio y Teatro quiere decir que nuestra música puede estar como cualquier música del mundo, ni más ni menos. No hay que ser chovinista, pero tampoco acomplejado, y si no le damos la importancia que tiene tampoco lo reconocerán fuera.

Al margen del estreno de Suite Canaria, es un gesto hacia un maestro y compositor grancanario como es Blas Sánchez.

La música popular evoluciona y tiene que estar acorde con los tiempos modernos, hay que mantener la tradición a la vez que adaptarse a las nuevas armonías y tecnologías, y estar siempre a punto. Lo que hacemos en el Pérez Galdós es una parte de la Rapsodia Canaria, de Blas Sánchez, que consta de ocho movimientos y haremos seis, , y la otra parte del concierto, Raiz, es música tradicional canaria con la Orquesta Béla Bartók, que dirige José Brito, y contaremos con las voces de Fabiola Socas y Pedro Manuel Afonso, y la guitarra siempre presente de Juan Carlos Pérez Brito, que forma parte del dúo. Y Blas Sánchez es el maestro de todos nosotros. Maestro de Juan Carlos Pérez Brito, Javier Cerpa, Víctor Batista, Carlos Cabrera, y el mío. Todos los guitarristas de Ingenio han pasado por la mano de Blas Sánchez de una manera o de otra, y siempre ha transmitido el amor a la música, que es lo principal. El compuso Rapsodia Canaria, obra para timple y orquesta, que tuve el placer de que me la dedicara, y la mayoría de los temas están inspirados en la música de Fuerteventura: Tanganillo del mago de Tetir, Tajaraste de la Matilla o Saltona del Cotillo. Es como devolver el homenaje al maestro, y tengo que agradecerle que haya compuesto esta obra para timple y orquesta pensando en mí.

Este espectáculo es el primero de un año en el que el timple volverá a concitar la atención de la Fundación Auditorio y Teatro.

En diciembre tengo otro proyecto, que no tiene nada que ver con ésto, que hacemos en el Teatro Cuyás, y se llama Encrucijada. Es una mezcla de tres mundos, Europa, África y América, que se encuentran en un barco, y ahí estoy con Kepa Junkera y músicos canarios y uno bereber, donde todo se mezcla independientemente de la forma de tocar de cada cual, y logramos entendernos. En cuanto a la residencia en la Fundación Teatro y Auditorio, se está haciendo un ciclo que es A solas, y como dice el nombre, ahí estaré solo con el timple. Esto es en marzo del próximo año. Ya he tocado solo con el timple en varias ocasiones sin ningún acompañamiento, pero nunca he estado una hora y media de esta manera con el público. No debe de ser fácil, pero a ver como sale. Será improvisado, pero me apetece mucho el reto. Y para cerrar el año, está otro proyecto con Jorge de León, el tenor que recientemente ha sido elegido como el mejor del mundo, aunque desde hace años ya lo era de alguna manera y ahora tiene el reconocimiento. Este proyecto surgió hace un par de años en La Graciosa, con la idea de mezclar lo clásico con lo tradicional, porque los dos partimos del folclore para formarnos, yo en guitarra clásica, y él en lo suyo. Queremos contar con Celso Albelo y Ciro Corujo, que han tenido un mismo recorrido que el nuestro, además de la guitarra de Juan Carlos Pérez Brito. La fecha no está cerrada porque todos ellos tienen las agendas a tope, principalmente Celso y Jorge. Y para este conciertos haremos arias clásicas y temas tradicionales, y hay que ponerse de acuerdo con el repertorio una vez que hagamos A solas. Igual se pueden hacer más cosas. Tengo un par de ideas pero no me gusta adelantarlas por si acaso.

Antes hablaba de la técnica de la última generación de jóvenes timplistas. ¿Hay relevo garantizado para que el instrumento continúe en evolución?

De hecho, yo doy clases, y los alumnos hacen cola para estas conmigo No doy abasto para tanta gente. Tengo 53 años, y ahora mismo tengo conmigo a nietos de antiguos alumnos. Empecé a dar clases de folclore antes de irme a Francia, y en verdad los alumnos me hacen más viejo de lo que soy. Y vienen con muchas ganas de tocar y aprender, sobre todo porque se ven reflejados en nosotros: nos ven tocar, en la televisión, en los escenarios, en festivales como Womad, en una playa, o en un ventorrillo, y ven que el timple se puede mezclar con cualquier música.

¿Esto le reconforta tanto o más que cualquier reconocimiento a su trabajo como timplista?

Desde luego. Lo que si echo de menos es que el timple y la música canaria, siempre con el timple como bandera, no esté en todos los colegios, que los niños desde que están en esos primeros años sepan lo que es una folía o una isa, y tener un acercamiento al instrumento, que sepan tocar Re, Sol, La, y sepan acompañar, aunque después se dediquen profesionalmente a la música, la literatura, o que le sea. Un acercamiento a la música como ocurre en cualquier otro país.

¿Es una asignatura pendiente que la enseñanza del timple se implante en los conservatorios?

No se estudia todavía como instrumento reglado como debiera ser, pero es una jugada que hay estudiarlo bastante bien. No podemos sacar el timple de su contexto natural para que sean guitarristas clásicos los que lo enseñen. No creo que el instrumento deba abandonar su raiz popular, la frescura de la calle, que los pibes lo vean como un estudio. Hay músicos de conservatorio muy buenos que que si les quitan las partituras no saben dar una nota.

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