El boxeador canario, Samuel Carmona, que participó este año en las Olimpiadas de Río, en Brasil, protagonizó ayer uno de los testimonios más humanos registrados en el I Foro Internacional para la Inclusión Social de los Menores, que se celebra hasta hoy en el Auditorio Alfredo Kraus de la capital grancanaria.
El joven, de 20 años, participó en la mesa redonda Justicia Restaurativa, una motivación para el cambio, donde demostró ser un claro ejemplo de superación personal tras verse involucrado en una situación de exclusión social a los 16 años. "Yo siempre he sido un chaval muy alegre, pero tuve un problema hace muchos años, tan simple como tener una pelea en la calle, algo que le puede pasar a cualquier persona, pero hice lo que tenía que hacer y aquí estamos. Ahora estoy muy bien", afirmó.
Lo que más le ayudó a superar dicha situación fue el boxeo, su gran pasión. "El deporte ayuda a todo el mundo a mirar la vida de otra manera, y en mi caso el boxeo más todavía", por lo que animó a los jóvenes que se puedan ver envueltos en situaciones de violencia, o de exclusión, que "la vida no es estar mal, se puede ver la vida de otra manera con el deporte", subrayó.
El boxeador olímpico, Samuel Carmona, participó ayer en la mesa redonda 'Justicia Restaurativa, una motivación para el cambio', donde dio a conocer su experiencia personal, tras haber superado un problema con la justicia, fruto de una pelea, cuando tenía 16 años. El supo encauzar adecuadamente su vida gracias al boxeo, motivo por el que aconseja a jóvenes en exclusión social "ver la vida de otra manera con el deporte".
