Películas tan diferentes como Un monstruo viene a verme, de J.A. Bayona; El hombre de las mil caras, de Alberto Rodríguez, y Tarde para la ira, del actor debutante en la dirección Raúl Arévalo, han logrado el mayor número de nominaciones para conseguir un premio Goya el próximo mes de febrero.

En un acto que tuvo lugar en la sede madrileña de la Academia del Cine, los actores Natalia de Molina y Javier Cámara leyeron ayer el listado de preferencias de los académicos, que este año coincidieron bastante con el público, aunque también, como han hecho notar algunos de los nominados, han puesto en su lugar al cine más pequeño.

Y al cine de debutantes, como el del realizador de televisión Salvador Calvo, que, por momentos, parecía adelantar al monstruo con su película 1898. Los últimos de Filipinas que, finalmente se quedó con nueve nominaciones que dejaron "temblando" de emoción a su director. Calvo, que echaba de menos la nominación de los actores Luis Tosar y Álvaro Cervantes, se reía al comentar que pensaba que el secreto del éxito de su película -con 1,6 millones de euros recaudados en un par de semanas- era el guion, que tampoco estaba nominado.

Tanto Bayona, como Rodríguez, ausentes de la convocatoria -uno en Hawái, el otro en Sevilla, ambos por trabajo-, aseguraron a Efe que estaban entusiasmados por la cosecha de nominaciones de sus películas y sobre todo, por la variedad, diversidad y alta calidad del cine español que tuvieron que valorar este año los académicos.

Arévalo dijo que se sentía en ese grupo "como el Leganés jugando contra el Barça", pletórico, sobre todo por las nominaciones de sus compañeros actores.

Aunque para metáforas, la de Agustín Almodóvar, que habló de los fenómenos meteorológicos de este país de climas tan variados, y dejó caer que "no veía momento de que desapareciera la niebla", tras asegurar que "como el tiempo es tan impredecible en España", su hermano Pedro y él solían ir siempre con un par de mudas de repuesto, por los chaparrones.

Aparte las bromas, Almodóvar sí lamentó la ausencia de Adriana Ugarte en el listado que sí incluye a Emma Suárez, porque "están ambas a la altura" y solo "el azar acaba poniendo nombres y apellidos".

Un año que, de nuevo, se han repetido los nombres de actores en las nominaciones de las diferentes categorías, ya que competían por diferentes películas; un juego que, según ha explicado Gerardo Herrero, te puede traer de cabeza si buscas rascar posibilidades, pero que otros, como Raúl Arévalo, prefieren no maquillar.

Por eso, explica, ha sucedido que Luis Callejo compite con su compañero de reparto Antonio de la Torre en la misma categoría de mejor protagonista; feliz de estar con él, pero deseando ganarle, ha dicho.

Nervios los de la veterana productora Mercedes Gamero, con varias películas en liza, quien aseguró que importan mucho las nominaciones y que, con los Goya, "se sufre mucho". Aunque para nervios, los de quienes eran nominados por primera vez, como Carlos Santos, al que no le salía la voz para contárselo a su madre; o los de Anna Castillo, que pedía consejo al veterano en los Goya Javier Gutiérrez, y Belén Cuesta, su amiga y nominada por una de las tres películas en las que estuvo este año.

Unas nominaciones, como la de Cuesta, que simbolizan el esfuerzo de las jóvenes actrices españolas, dijo Paco León, una vez más, plurinominado por Kiki, el amor se hace, que tuvo cuatro candidaturas, incluida canción original que canta el sevillano, actor, director, guionista y productor. "Es que vale para todo", apuntó Cuesta.