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33er Festival de Música de Canarias

"El Festival de Música de Canarias es parte de mi memoria sentimental"

"El trabajo interdisciplinar nos enriquece mucho y nos invita a interpretar de otra manera", cuenta la pianista Rosa Torres-Pardo

"El Festival de Música de Canarias es parte de mi memoria sentimental"

¿Qué significado reviste para usted esta relectura de las Goyescas de Enrique Granados, una de las páginas esenciales de la literatura pianística española, desde un prisma moderno?

Las Goyescas es una pieza clave en el repertorio de la música española y, para mí, es una obra total. Granados compuso esta pieza originalmente para piano y, junto con la suite Iberia, de Isaac Albéniz, son las dos obras cumbre del repertorio español para piano. Pero Granados, además, convirtió esta pieza en ópera, porque le ofrecieron estrenarla en la Ópera de París. Sin embargo, por culpa de la Primera Guerra Mundial, su estreno se hizo en la Metropolitan Ópera de Nueva York. Y a causa de este viaje, su barco fue bombardeado por un submarino alemán y Granados falleció en el trayecto de vuelta con su esposa. Así que fue una historia muy terrible, porque vivió un gran éxito y una gran tragedia. Y como homenaje, nosotros hemos juntas la suite de piano con la ópera. Por eso, contamos con la pareja fundamental de la ópera, que son Rosario y Fernando, los dos majos enamorados de Goyescas, interpretados por Isabel Rey y Manuel Gómez Ruiz; y además, se recrea una visión contemporánea de la pieza con el videograma de Hugo Alonso y los textos de Ramón Betancor.

¿Cuáles son las claves principales de esta versión moderna de Goyescas y cómo funcionan todos los elementos en escena?

Isabel y Manuel, como soprano y tenor, y yo, como pianista, nos acercamos a la música desde nuestra experiencia clásica. Por tanto, aportamos todo nuestro conocimiento para abordar esta interpretación, tal como está escrita. Lo que le dará otro aspecto a esta versión de Goyescas serán el videograma y los textos que habrá detrás, porque hacen una revisión de la historia, pero desde otro punto de vista. En este sentido, la historia no se cuenta como la escribió Periquet, el libretista, y la compuso Granados, sino que utilizamos la misma música y la misma historia pero, como primera pieza, yo interpreto el epílogo de la suite para piano, porque nos pareció atractivo ponerla al principio y que el espectro narrara los acontecimientos que lo conducen a la tragedia final a través de una serenata. Por tanto, la historia no está contada en presente sino desde el pasado, desde el arrepentimiento y el amor.

Por tanto, ¿los textos son claves para situar al espectador en esta nueva cronología?

Los textos son importantes, sobre todo, para darle sentido a la historia que corresponde con la parte de la suite para piano. Los textos emergen desde el principio, aunque, sobre todo, lucen mucho las imágenes, que son muy impactantes, inspiradas en Goya y en otras imágenes contemporáneas. Y a lo largo de ese videoarte aparecen los versos que ha escrito Betancor.

¿Cómo se embarcó usted en este proyecto?

Esta fue una idea de Manuel Gómez Ruiz y de Victoria Melián, quienes en el apartado de los intérpretes pensaron en mí y en Isabel Rey, que es una de las grandes y a la que admiro y respeto muchísimo. Y a partir de ahí, hemos ido construyendo. Realmente, nosotros, los intérpretes, sólo hacemos de intérpretes y, de nueva creación, están el videoarte de Hugo Alonso y los textos de Ramón Betancor. Sí es cierto que cada uno de los que componemos este grupo trabajamos mucho, porque en este oficio se trabaja muchísimo.

¿Qué valoración le merece este proyecto desde el punto de vista de la convergencia de distintas disciplinas con la música?

Pues a mí me gusta mucho este tipo de convergencia porque me hace ver la música no sólo desde la interpretación, que ya sólo interpretar esta obra es interesante, sino también a partir del trabajocon otros artistas. El trabajo interdisciplinar es muy importante, porque nos enriquece mucho y nos invita a interpretar de otra manera. El acercamiento a Goyescas desde esta perspectiva me permite vivirlo más intensamente y tener la impresión de que es la primera vez que lo hago, porque me aproximo a ello de una manera nueva. Me emociona y, además, me emociona especialmente por hacerlo en el Festival de Música de Canarias.

¿Cuál es su relación el Festival, donde hace tiempo que se la esperaba?

Es una relación muy especial. Al principio de mi carrera, durante mis primeros conciertos, vine mucho a Canarias dentro de este festival y en distintas islas. Por lo tanto, lo tengo muy integrado en mi memoria sentimental, como se dice. Además, un nombre que forma parte de esa memoria sentimental es el de Rafael Nebot. Y por supuesto, el de Victoria Melián.

¿Cree que el Festival ostenta un lugar importante en el circuito de festivales europeos?

El Festival de Música de Canarias siempre ha sido una referencia para los artistas de Europa y formar parte de él siempre ha sido muy importante. Junto con el Festival de Granada y el de Santander, se encuentra entre los festivales históricos y, para mí, son los más importantes. En ese sentido, es una gran responsabilidad estrenar aquí.

Con una trayectoria tan sólida como la suya, ¿vive con nervios el estreno?

Siempre hay cierta tensión, inquietud, nervios. Sobre todo, porque, en el caso de esta obra, tienen que funcionar muchas más cosas. Cuando vas únicamente con un piano, con ocuparte de que esté afinado y suene bien, es suficiente. Pero en el caso de este Goyescas, necesitamos que las luces funcionen correctamente y que todo esté coordinado y dispuesto. Y no es tan fácil. Esta pasada semana hemos hecho las primeras pruebas todos juntos, así que ahora es cuestión de empezar a rodar.

Este programa confiere un especial protagonismo a las piezas de autores españoles y latinoamericanos. ¿Es importante recuperar algunas páginas del patrimonio musical nacional y que tal vez, en ocasiones, se valora más en el extranjero?

Sí sucede que fuera nos ven de otra manera y es evidente que urge un poco de recuperación y de interés por lo nuestro, porque en España tenemos un poco de tendencia a minusvalorar o, incluso, a despreciar lo propio. En ese sentido, me parece muy bien revisar nuestros programas y alentar a nuestros creadores, sin duda. Sobre todo, en un momento de crisis como este, porque las crisis son un buen momento para crecer si las aprovechamos como una oportunidad para hacer otras cosas que se han dejado de hacer, tal vez porque en la música, a menudo, se ha buscado mucho el "relumbrón". Además, me parece importante para los españoles, no sólo desde el punto de vista del músico, sino también del público, porque les permite conocer a nuestros artistas y creadores.

Aunque estas citas embarcan a músicos jóvenes y emergentes, uno de los objetivos de los festivales y salas de conciertos es acercar la música clásica al público joven. ¿Sigue siendo una tarea pendiente?

Yo soy consciente de que, desde hace muchos años, en la escena de la música clásica se está buscando el público joven desesperadamente, porque el público ha envejecido. En eso estamos todos y, por eso, tratamos de hacer programas más imaginativos y mezclamos música. En mi caso, por ejemplo, he hecho música con flamenco y música con danza. Entonces, si no logramos acercar tanto al público joven, sí es interesante, al menos, juntar otros públicos; que los públicos no sean siempre sólo de clásica, sólo de moderna o sólo de contemporánea. Incluso, planteo ir más allá y asociar la música con el público literario, por ejemplo. En mi caso, he trabajado muchísimo con la cantaora flamenca Rocío Márquez o con el poeta Luis García Montero, y de ambos he aprendido muchísimo. Y todo eso acaba incorporando a otro público que es muy necesario.

Lejos de purismos, ¿el enriquecimiento de la música clásica podría pasar por la mezcla?

Yo defiendo que nos tenemos que mezclar pero, en mi caso, yo siempre he tenido muchas ganas de no encerrarme, porque la clásica está muy bien, lo tienes todo, pero siempre me ha gustado mucho la voz y la música moderna. Por eso, me gusta acercarme al mundo vocal y he trabajado con la cantante Ana Belén o con el actor José Luis Gómez, que me permitió descubrir qué significaba el mundo de la escena. Creo que mezclar te permite descubrir muchas más cosas.

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