"Nuestra entrada en la Consejería fue un poco ruidosa, por hablar finamente, me llamaron el zorro que venía a cuidar de las gallinas y, evidentemente, ese ruido hace que sea muy difícil trabajar en una organización profesional como la nuestra y que determinados entornos oportunistas intenten bloquear el movimiento que nos permite crecer, desarrollarnos y evolucionar", lamentó ayer el titular autonómico de Sanidad, José Manuel Baltar, durante el Foro LA PROVINCIA antes de apostar por el diálogo como principal herramienta al frente del departamento.
Desde el propio título de la conferencia impartida en el Hotel Santa Catalina de la capital grancanaria, Compromiso por la sanidad pública canaria, Baltar replicó a las críticas vertidas por su anterior etapa profesional como directivo del Grupo San Roque tras su nombramiento al frente del área, a principio de año, como consecuencia de la ruptura del pacto autonómico de gobernabilidad suscrito por Coalición Canaria con el Partido Socialista y el inicio de un Ejecutivo nacionalista en minoría parlamentaria. "No me conocen, soy un firme convencido de que este país no sería el mismo sin la evolución de la sanidad pública, en este campo jugamos todos", subrayó el consejero durante el turno de preguntas de los asistentes ante una cuestión sobre su "etiqueta de privatizador".
Incluso antes, desde la presentación a cargo de Pedro Betancor, catedrático y fundador de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, se subrayó la apuesta de José Manuel Baltar por la sanidad pública, donde ejerció durante casi dos decenios. Tras recordar a "todos aquellos que se abalanzaron a la yugular dando por supuesto que venía a liquidar a la sanidad pública para entregar al lobby de la privada", Pedro Betancor, Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo en 2010, consideró que "los escasos seis meses de consejero parece que han hecho cambiar la opinión apriorística de la mayoría de sus críticos, que ya lo ven como un gestor competente e independiente, la elección de Baltar no puede ser más certera".
Eficiencia
A juicio del también hijo predilecto de Gran Canaria y adoptivo de su capital, "la sanidad pública española no necesita que la defiendan, se ha sabido defender sola durante las últimas décadas, pero clama a gritos por gestión para seguir siendo sostenible, lograr los mejores resultados al menor coste".
Precisamente, el consejero autonómico abogó por la eficiencia de los recursos humanos y materiales de la sanidad pública para solucionar conflictos como las listas de espera. "Estamos tratando de obtener el máximo rendimiento, pero alcanzado ese punto no rechazaremos ninguna posibilidad de solventar los problemas de nuestros ciudadanos, estén en el entorno público o privado", matizó José Manuel Baltar sobre la colaboración de los dos sectores.
Desde el público, integrado por más de 200 representantes políticos y dirigentes empresariales, se interrogó al consejero de Sanidad sobre los conciertos con clínicas privadas, cuya regularización ya iniciaron anteriores responsables del área y continúa el actual equipo para adaptar a las normas sobre contratación emanadas desde la Unión Europea. Según Baltar, "es un proceso complejo por la realidad asistencial de Canarias, tendremos que normalizar con mucha seriedad para no vernos en pérdidas importantes de áreas de actividad, porque entonces perderíamos capacidad de atención a nuestros pacientes".
No obstante, José Manuel Baltar defendió el cumplimiento "estricto" entre los médicos de la ley de incompatibilidades del personal al servicio de las administraciones públicas, aplicada "de una forma casi pionera en el país" durante la etapa en la sanidad isleña de Román Rodríguez, actual parlamentario autonómico y presidente de Nueva Canarias. "Siempre se ha sido escrupuloso, cuando sacamos procesos del entorno público para que sean resueltos en el privado, los profesionales que participen no tendrán vinculación alguna con nuestra estructura o se prestaría a juegos malabares", advirtió el titular de Sanidad.
Sin abandonar la colaboración entre los sectores público y privado, Baltar aprovechó otra pregunta del respetable sobre la polémica surgida a raíz de la donación de 17,1 millones de euros por parte de la Fundación Amancio Ortega para felicitar al equipo del Servicio Canario de la Salud responsable de la última negociación, ya que logró superar las expectativas iniciales de 10 o 12 millones. En su opinión, "renunciar a 17,1 millones en alta tecnología es un poco estúpido, no me cuestiono que Amancio Ortega pague sus impuestos, simplemente, agradezco que con los excedentes cree una fundación y done una parte a un pilar básico del estado del bienestar como la sanidad".
Tras apuntar que "nadie había abierto jamás la boca" por anteriores donaciones del fundador y máximo accionista del grupo Inditex en los ámbitos de la cultura, educación o servicios sociales, José Manuel Baltar garantizó que, si continúa al frente de Sanidad, "en la próxima cola para pedir dinero en la Fundación Amancio Ortega estará nuestro departamento de primero y con todas las armas cargadas". Tampoco se escatimarán esfuerzos para lograr la firma antes de mitad de septiembre del C ompromiso para la mejora de la sanidad pública canaria, un documento en negociación con todos los agentes implicados como cimiento de un futuro pacto social y político del sistema. No en vano, como recordó Pedro Betancor citando al filósofo alemán Arthur Schopenhauer, "La salud no lo es todo, pero sin ella, todo lo demás es nada".
