El guardia civil Francisco Javier Gómez Sánchez, de 34 años y adscrito al destacamento de Tráfico de Las Palmas de Gran Canaria, falleció ayer en acto de servicio cuando realizaba un control de alcoholemia en la autovía GC-31 junto a otro compañero. El joven agente fue arrollado por un Seat Ibiza, de color negro, cuyo conductor, que corresponde a las iniciales D.M.V., dio una tasa de 0,34 mg/l de alcohol en una primera prueba y 0,32 mg/l en la segunda, cuando la tasa máxima permitida por la ley es de sólo de 0,25 mg/l.

El trágico accidente se produjo sobre las cinco y media de la mañana, en el kilómetro 3,100 de la autovía GC-31, en la zona conocida como Pico Viento. Según los datos recabados por los miembros de la Guardia Civil, el accidente se produjo cuando un vehículo que salía por el margen derecho de la carretera chocó contra el coche oficial de la Guardia Civil, que se encontraba en ese punto realizando un control con dos agentes.

El conductor del vehículo arrolló al guardia civil Francisco Javier Gómez, natural de Jaén, y desplazó su cuerpo unos 47 metros por la carretera. El fuerte impacto provocó que el cristal delantero del coche que cometió el accidente quedara totalmente destrozado.

El otro agente que se encontraba de servicio junto a Francisco Javier Gómez no pudo ver nada de lo sucedido ya que en esos momentos realizaba una verificación a otro coche que los guardias habían parado minutos antes. El compañero de la víctima fue el que avisó al Servicio de Emergencias del Gobierno de Canarias 1-1-2, y tuvo que atender al accidentado sobre el asfalto. Tuvo que recibir asistencia médica por el impacto emocional del accidente.

GRAVE. Francisco Javier Gómez fue trasladado de urgencia en estado crítico y con politraumatismos de carácter grave en una ambulancia con soporte vital avanzado del Servicio Canario de Salud al Hospital Universitario Insular de Gran Canaria, pero nada pudo hacerse por salvar su vida. La causa de la muerte fue un traumatismo craneoencefálico como consecuencia del impacto con el vehículo.

El conductor que arrolló al agente explicó que iba "manipulando la radio del coche cuando sintió un fuerte golpe". Señaló a los agentes que le tomaron declaración que no vio control ninguno y que tampoco vio si le dieron el alto.

Al hombre, enfermero de profesión y de 32 años de edad, se le practicó la prueba de alcoholemia y tras los resultados fue detenido por un delito contra la Seguridad Vial y otro por homicidio por imprudencia.

Los compañeros del agente, que ingresó en el Cuerpo de la Guardia Civil en el 2004 y cuyo padre también había sido agente en la Comandancia de Las Palmas de Gran Canaria, se encontraban fuertemente conmocionados por la noticia.

Una escolta de seis agentes acompañó al joven Francisco Javier Gómez desde el Hospital Insular hasta el Instituto de Medicina Legal de Las Palmas, donde se le practicó las autopsia. Sobre las cuatro de la tarde, el cuerpo sin vida del agente ingresaba en el tanatorio de San Miguel, donde se le embalsamó para ser trasladado hoy a Cáceres, donde la familia lo enterrará en el panteón particular.

El cuerpo del agente será velado hoy por sus familiares, amigos y compañeros en un salón de las dependencias oficiales de la Comandancia de la Guardia Civil de Las Palmas antes de partir a la Península.