El ciudadano polaco de 22 años Kamil Mariusz, acusado de matar de una paliza a un indigente alemán conocido suyo, Markus Wöbse, en 2009, fue declarado ayer no culpable por el Tribunal del Jurado del delito de homicidio que se le imputaba y por el que llevaba dos años en prisión preventiva.

El joven se enfrentaba a una posible condena de 15 años de cárcel y el pago de una indemnización de 90.000 euros. Sin embargo, los miembros del jurado, tras dos días de deliberaciones, le declararon también no culpable de un delito de homicidio por imprudencia grave, no culpable de una falta de lesiones por imprudencia leve con el resultado de muerte y únicamente lo consideraron culpable de una falta de lesiones.

Pendiente de conocerse el dictado de la sentencia, el presidente del tribunal, Secundino Alemán, adelantó "que no va a cumplir ninguna pena".

Mariusz, que momentos antes había roto a llorar tras conocer por boca de su intérprete el fallo del jurado, se vio liberado de las esposas cuando su abogado, Alfonso Dávila, pidió que se le quitasen porque "en la práctica" ya era una persona libre.