Un laurel de Indias de la calle San Bernardo cayó al suelo ayer al mediodía. El ejemplar, que podía tener unos 100 años, se precipitó sin causar daños ni a los transeúntes que caminaban por la zona ni a los coches que circulaban por la calle o estaban estacionados. El colapso del árbol singular apenas estropeó el mobiliario urbano. ya que solo causó una pequeña abolladura en un buzón de Correos situado en la acera, a escasos metros de su parterre.

Según testigos del incidente, el árbol habría caído de forma inesperada y sin ninguna causa aparente. Los dependientes de comercios de la zona refirieron haber escuchado un grito instantes después de oír el estruendo que hizo el laurel de Indias al desplomarse. Sin embargo, se trataba únicamente de una expresión de susto de una señora que paseaba por la zona y que no supuso males mayores.

El laurel de Indias en cuestión se situaba en el lateral izquierdo de la vía, justo antes de la calle Viera y Clavijo. Se desprendió de la tierra que le sujetaba y se levantó medio metro antes de derrumbarse hacia su lado derecho, lo que ha posibilitado que el tráfico fluyera sin mayores inconvenientes, puesto que no ha ocupado en ningún momento la calzada.

Sobre las 13.30 horas, técnicos de Parques y Jardines del consistorio capitalino se desplazaron a la calle para estudiar las posibles razones por las que se produjo el percance. Algunos vecinos indican que la avanzada edad de los laureles que decoran la zona unido al exceso de riego de la época estival ha podido podrir las raíces y el tronco, haciendo que el espécimen perdiera parte de su vitalidad.

No obstante, la concejala de Parques y Jardines de Las Palmas de Gran Canaria, Inmaculada Medina, insta a esperar a los resultados de los informes que los técnicos municipales harán sobre el árbol. Dichas conclusiones se esperan conocer en ocho o diez días, aunque la concejala consideró que "nada hace indicar que el ejemplar sufriera alguna enfermedad". Igualmente, confirmó que no hay "ni falta de riego ni falta de mantenimiento" en los laureles de San Bernardo.

Tras talarlo ante la mirada de múltiples curiosos, un camión municipal levantó los restos de la vía pública para trasladarlos adonde se harán las pruebas necesarias para conocer el porqué de su muerte. En función de los análisis, el Ayuntamiento tomará medidas con el resto de laureles si hiciera falta.

La salud de los árboles que quedan en pie es ahora la máxima preocupación de los vecinos. Los que ayer se paraban a contemplar la estampa preguntaban si el árbol se había caído solo o si lo habían "empujado a morir".

Esta no ha sido la primera vez que un laurel de Indias de San Bernardo da un susto a los vecinos. En octubre de 2007, la Concejalía de Medio Ambiente detectaba un ejemplar en estado crítico y tuvo que actuar con medidas estimulantes y vigorizantes para salvarlo de la tala. En agosto de ese mismo año, y tras las obras de renovación del pavimento, se talaron dos ejemplares que habían muerto por la insuficiencia de agua tras la reforma. Al parecer, los árboles tenían hundidas sus raíces en el antiguo colector que atravesaba la calle, y que tenía filtraciones de agua, lo que permitía alimentar a los dos ejemplares. Al ser sustituida la tubería, los laureles de Indias no superaron la falta de agua.

El laurel de Indias es una especie arbórea ideal para paseos y avenidas por la excelente sombra que da a las calles por mantener siempre sus hojas verdes y desarrollar una gran copa.