La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista a Jesús Baigorri Jalón

"La traducción simultánea hizo que Núremberg durara un año y no tres"

El investigador, autor del libro 'El nacimiento de una profesión. De París a Núremberg', participó en la I Jornada Canaria de la Interpretación de la ULPGC

"La traducción simultánea hizo que Núremberg durara un año y no tres"

La Facultad de Traducción e Interpretación de la ULPGC celebró días atrás la I Jornada Canaria de la Interpretación. Durante la misma se mostró la exposición Intérpretes en Núremberg 1945-1946. Jesús Baigorri Jalón (La Rioja, 1953), uno de sus comisarios, profesor en la Universidad de Salamanca, intérprete de las Naciones Unidas y autor de libros de referencia como El nacimiento de una profesión. De París a Núremberg (2000), pronunció la conferencia de inauguración de la misma. La exposición conmemoró el septuagésimo aniversario del juicio principal de Núremberg y quiso ser un homenaje a los intérpretes, voces en buena medida anónimas que se pasaron por alto en la reconstrucción de la historia.

¿Por qué la cuestión de la interpretación en el Proceso de Núremberg mantiene su pertinencia en la actualidad?

El proceso fue un reto desde muchos puntos de vista: jurídico, porque confluían las tradiciones de los países anglosajones representados, Reino Unido y Estados Unidos, y el derecho continental al que pertenecían tanto los otros dos países aliados presentes, Francia y la Unión Soviética, como los encausados alemanes. Para ello, entonces, hubo que hacer una hibridación de ambos modelos: prevaleció que las pruebas tenían que ser escritas, como dicta el derecho continental, pero se introdujeron los contrainterrogatorios, que pertenecen al modelo procesal anglosajón. Es importante también el hecho de que no se quisiera directamente fusilar a los encausados, sino que se quería dar ejemplo haciendo justicia: no actuando como habían actuado ellos. Al organizarse un tribunal en el que se hablaba ruso, francés, inglés, y con la mayor parte de los acusados y testigos hablantes, alemán, se requería de la traducción entre idiomas. Si esta interpretación oral se hubiese hecho como era habitual hasta esa época en la Sociedad de Naciones, esto es, de forma consecutiva -el intérprete hace su trabajo cuando ha acabado el orador-, el proceso se habría prolongado mucho más en el tiempo. Imagínese que si el orador fuese un estadounidense, que hablaba en inglés, su intervención se habría tenido que traducir consecutivamente al ruso y después al francés y luego al alemán, para que todos se enteraran. En cambio la interpretación simultánea, que es la fórmula por la que se optó con cierto riesgo y una buena dosis de fe en que iba a funcionar, permitía que, mientras el orador hablaba, la audiencia, a fracciones de segundo de distancia, siguiera en directo en el idioma propio lo que se estaba diciendo. A partir de Núremberg se generalizó esta modalidad en las conferencias internacionales hasta nuestros días.

¿Es cierto que Göring, uno de los principales jerifaltes nazis, dijo al respecto que los intérpretes les estaban acortando la vida?

Sí, así fue. Si se hubiese hecho mediante interpretación consecutiva, el proceso no habría durado ligeramente por debajo del año, sino entre tres y cuatro años.

El empleo de la simultánea también respondía al deseo de hacer justicia rápida.

Así es. Hay un dicho en inglés, que supongo que existe también en otros idiomas, que dice "Justice delayed, justice denied" (justicia retrasada no es justicia). Había un gran deseo de que esto se hiciera rápidamente porque se quería que la justicia tuviese una dimensión educativa para que estos crímenes no se volviesen a repetir. También había el anhelo en los países democráticos de que esto saliese a la luz. Por eso tuvo una extraordinaria repercusión en prensa, se transmitieron documentales periódicos para las distintas cadenas de radio, de los noticiarios del cine y hasta de la incipiente televisión.

¿Se hablaron otros idiomas además de los que ha mencionado?

Sí, se habló griego, serbocroata, yidish, holandés, polaco y otros idiomas pero en momentos muy concretos.

¿Cómo se procedió con la traducción de los documentos escritos para agilizar el proceso?

Se aportaron miles documentos y hubo mucha interpretación oral que en realidad fue traducción a partir de documentos escritos. Alguien presentaba un documento en el que se decía, "Este texto se certifica la actividad del campo de concentración tal?", pero ese documento se presentaba sólo en alemán. Entonces lo que se hacía era leerlo en alemán y los intérpretes lo traducían oralmente. Gran parte de la interpretación del proceso consistió en esto. Es lo que se llama en nuestra terminología traducción a la vista.

¿Puede hablarnos sobre la tecnología que se usó para la interpretación?

La tecnología fue Filene-Finlay, un equipo que se había concebido en la etapa de la Sociedad de Naciones y que se puso a prueba en 1928 en las conferencias de la Organización Internacional del Trabajo en Ginebra. Este equipo fue patentado después por IBM en 1931 y es el que se empleó en el Tribunal Núremberg. Entonces se estaba en el nivel tecnológico de la electricidad, no de la electrónica. Los cables tenían que llegar hasta los micrófonos y los auriculares y, como todo se montó de manera algo atropellada, los cables iban descubiertos por el suelo y a veces se tropezaba alguien y se cortaba la comunicación. Algunas veces también se mezclaban las comunicaciones, por donde tenía que entrar la señal del ruso, por ejemplo, entraba la del francés, pero todo lo solventaban sobre la marcha los técnicos.

¿Estaban preparados todos los intérpretes para la simultánea?

No, todos no. El reto de muchos fue salir airosos de una situación a la que se vieron abocados sin haber sido preparados para ello. Muchos eran, simplemente, personas bilingües que estaban en el lugar y el momento oportunos a las que se hicieron pruebas muy someras para ver si eran capaces de oir y hablar al mismo tiempo en dos idiomas distintos y a las que pusieron prácticamente en directo a trabajar. Para muchos Núremberg fue su escuela.

Su libro 'El nacimiento de una profesión. De París a Núremberg' se basa en trabajo de archivo y en testimonios directos de intérpretes. ¿Alguno le contó las emociones que sintió en aquel momento?

Elisabeth Heyward me contó el caso de Armand Jacoubovitch, con el que compartía cabina francesa, que no soportó el estrés que le suponía estar interpretando y viendo a los verdugos de su familia. Se tuvo que pasar de la interpretación a la traducción, de estar presente en la sala de juicios a la traducción escrita de documentos en otra dependencia.

Núremberg supuso también un mayor protagonismo de las mujeres intérpretes que se ha mantenido hasta hoy.

Sí, las bajas masculinas de la guerra fueron mayores que las de las mujeres y se recurrió a ellas, que estaban preparadas en carreras de humanidades, incluidas las de lenguas. A partir de aquí las mujeres adquirieron más protagonismo.

Compartir el artículo

stats