Se trata, sin duda, de una de las grandes sorpresa del año a nivel nacional. Ahora que todos se congratulan por la forma con la que el grupo León Benavente ha destripado la realidad social de este país, resulta gratificante escuchar a esta banda madrileña que se aproxima a sucesos de la vida diaria de una forma crítica, tan inteligente como metafórica, pero sin rodeos y con mucho humor.
Pero es que Disciplina Atlántico ha elaborado además, en este Gran Oriente, un manual sobre música indie de los últimos veinte años donde el post-punk, el noise y el arty se dan la mano de una manera sutil y talentosa. La quintaesencia de todo esto podría ser el tema Tu gemelo enfermo con unos versos impagables donde se ríen de los métodos de autoayuda y los tópicos de la vida sana en un país en el que vicio puede con el autocontrol ("¿de qué sirve valorar con sentido común, ir a yoga de lunes a jueves o pararte a racionalizar?, sin previo aviso aparecerá tu gemelo enfermo y tu parodia de ti") todo ello acompañado de unas guitarras embriagadoras en la mejor onda del post-punk. Algo parecido ocurre en la fantástica El Cristo de las sales de baño con otros versos igual de sublimes ("Los expertos recomiendan resocialización, volver a salir con amigos, talleres, bailes de salón..., hay quien se desnuda en un blog o quien encuentra sus catarsis en el revival folk") con un medio tiempo en donde se pervierte el blues de una forma parecida a como lo hacían Horsepower 16. El disco comienza con otra burla a la vida doméstica titulada Familia del metal donde parece que canta Poch de Derribos Arias y donde los madrileños utilizan elementos claros del genio vasco para revestirlos de una gran contemporaneidad.
El grupo, formado por Arturo (batería, percusión y teclados), José (Batería, percusión y teclados), Manel (bajo), Mauri (guitarra y coros) y Ricar (voz y guitarra) aprieta el acelerador en títulos como Esto huele como espíritu adolescente o El camino es una serpiente, que desprenden la esencia misma de bandas como Wire y The Fall. Seguidamente el universo de Lagartija Nick aparece de forma clara en Pantano (de mierda) con unos textos que firmaría sin problemas Antonio Arias . Aunque otra de las joyas sea Anna Nicole, un noise matemático cercano a Husker Dü con un desenfreno guitarrero final parecido a los primeros discos de Sonic Youth. Y también hay recuerdos a los Killing Joke a través de la figura de John Cassavettes ( Una mujer bajo influencia).
