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la contribución del archipiélago al séptimo arte

Cine hecho por canarios

Este domingo concluye en Madrid una semana de cine dedicada a Canarias, donde títulos como 'La isla interior' de Sabroso y Ayaso han puesto el foco sobre la mirada particular de los creadores isleños

El cine Atlántica, en Arrecife, conocido como el cine de don Paco. LP / DLP

Entre las nebulosas del pueblo de Ye, en Lanzarote, una voz en off cuenta que ha visitado el cielo, y como único recuerdo de este viaje insospechado sólo puede anunciar que este lugar es como una laja azul. Esta insólita declaración aparece en el cortometraje Sin Dios ni Santa María de Samuel Delgado y Helena Girón, uno de los documentales con los que hoy domingo se cierra en Madrid, en la sala Berlanga, el ciclo de cine canario que a lo largo de una semana ha servido para reconocer el trabajo de directores y guionistas de las Islas.

La puesta en marcha de este ciclo de cine parte de una premisa: si aceptamos que el territorio marca a los artistas es fácil entender el impacto que tiene la geografía canaria sobre sus autores, un espacio que les marca incluso cuando lo dejan. Precisamente en un momento en el que las Islas se promocionan como plató natural y el cine en el Archipiélago es noticia por la cantidad de rodajes de todo el mundo que se están realizando, con algunas producciones de enorme calado y presupuesto como En el corazón del mar (Ron Howard, 2015); Exodus: dioses y reyes (Ridley Scott, 2014); la quinta parte de la saga Bourne (Paul Greengrass, 2015), o Allied (Robert Zemeckis, 2016) la Fundación SGAE, con la colaboración del Clúster Audiovisual de Canarias han decidido poder el foco en los creadores de las islas y en sus particulares miradas.

Sólo hay que acercarse a las películas y cortometrajes seleccionados en este ciclo para percibir ese trasfondo: en temática, acentos y el paisaje que acaba por convertirse en un personaje más. Se busque o no, la isla, el mar, sus gentes, terminan por aparecer como una especie de brisa, como esa maresía casi metafísica que lo inunda todo.

En Velando a los Muertos de Sebastián Álvarez, un enamorado de El Hierro, el cortometraje está dedicado al volcán del mar de las Calmas, así queda recogido en los créditos. Aunque la trama tiene poco que ver con esta erupción, en realidad gira en torno a la familia de un 'supuesto' difunto. Sin embargo, la isla, sus voces, y su realidad salpican los 21 minutos de este trabajo rodado en el 2012. Con un final inaudito, que el director se niega a descifrar y casi prefiere que cada cual le dé su propia interpretación.

Con temáticas que tienen mucho que ver con Canarias también se pudo ver La Murga, ópera popular de David Baute sobre el mundo interior de los carnavales o Souvenir de Gerardo Carreras una visión con entramado setentero del Archipiélago, un reconocido híbrido recordatorio que los turistas se llevan en su maleta de todo incluido para regalar a sus amigos. Resulta especialmente llamativo la actuación de un Elvis Presley maduro que trata de entretener a los extranjeros como si estuviera en un casino de Las Vegas, aunque se trate de cualquier hotel del sur de Gran Canaria o Tenerife.

Cuando se habla de cine o de literatura, los que más saben de esto suelen decir que el secreto de las buenas historias radica en saber contar cosas pequeñas pero que al final resulten universales. Tanto el grancanario Félix Sabroso como el lanzaroteño Roberto Pérez Toledo, sin renunciar a sus orígenes, sí entienden que sus películas van en busca de esos objetivos, el de tratar de llegar a la mayoría, narrando historias que lleguen primero al corazón y después que se queden un tiempo rondando por la cabeza. En sus trabajos no parecen temáticas relacionadas directamente con las Islas.

Para Toledo, "lo importante es que la historia sea interesante para la gente, da igual de dónde sea, en Seis puntos sobre Emma quería hablar de la maternidad, como un deseo que se puede entender en todo el mundo, en este caso, lo de menos fue que se hubiera rodado en Tenerife y que evidentemente se reconoce el lugar, pero eso nunca fue lo esencial".

En La isla interior de Félix Sabroso y Dunia Ayaso se cuenta la historia de tres hermanos que tienen miedo a heredar la enfermedad del padre, la esquizofrenia. Ese podría ser el resumen apresurado de esta película. Después a medida que avanza el metraje, los guionistas grancanarios descubren más capas. Se habla del miedo a la locura, la familia aparece como una jaula dorada, que atrapa y ahoga. Los tres hermanos, papeles que interpretan Candela Peña, Alberto San Juan y Cristina Marcos, acaban por convertirse en náufragos de sí mismos. Aunque saben que se necesitan, siempre terminan por darse la espalda, quizás porque sus problemas se parecen demasiado.

La película rodada en su mayor parte en Las Palmas de Gran Canaria mantiene una temática universal, aunque como reconoce Sabroso, "evidentemente hay giros y espacios que nos delatan".

Para Félix Sabroso, que esta película aparezca en este ciclo le hace especialmente feliz, "ha sido una de las obras más importantes de mi carrera", uno de esos trabajos que rodó con su hasta hace poco inseparable Dunia Ayaso, fallecida en febrero de 2014, y con la que compartió años de rodajes, guiones y también incertidumbres.

La oferta de esta muestra que ha podido verse en la sala Berlanga en Moncloa resultó variada y sugerente. También ha habido en ella lugar para la animación como el corto La Trompeta de Andrés Nieves. Una propuesta que sitúa al personaje Jeffrey, un afamado trompetista de Jazz que se divierte tocando con Larry y Glen todas las noches en los clubs de Nueva Orleans. Este cortometraje con un largo recorrido ha participado en 26 festivales, en los que obtuvo un total de seis premios.

Y con un coste de dos millones de euros y casi cuatro años de producción se ha podido volver a ver en pantalla grande Hiroku: Defensores de Gaia, un largometraje de animación en el que Tenerife tiene un gran protagonismo. Dirigida por el dúo de realizadores formado por Saúl Barreto Ramos y Manuel González Mauricio, la cinta está rodada en formato 3D.

Para el doblaje de esta superproducción canaria se contó con algunas de las principales voces del gremio en España, muchas de ellas reconocidas por los espectadores como los dobladores habituales de actores como Johnny Deep, Angeline Jolie o Robert de Niro, entre otros. Una película con mensaje didáctico que conciencia al espectador sobre la importancia de proteger el medio ambiente y la ecología.

Hoy domingo finaliza la muestra con el largo sobre los fondos marinos El Mar de la Vida de la lanzaroteña Mónica González y Daniel Rodríguez. Se trata de una nueva oportunidad de acercarse a la belleza escondida que siempre sorprende cuando la cámara baja y se adentra bajo el amplio mar que nos rodea.

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