La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Cero se despide a lo grande

Un festival para volver

La Perra de Pavlov, Mondo Diávolo y Miss Caffeina ponen la guinda al certamen de 10 conciertos programados durante cuatro días en los Jardines del Atlántico

El Festival Cero alzó el vuelo, como su propio nombre indica, desde sus cimientos, pero lo hizo apuntando a las estrellas. Así lo ilustra un ambicioso cartel de 10 conciertos al aire libre de la mano de las bandas más representativas del indie-pop local y nacional, que desde el pasado miércoles ha convocado en los Jardines del Atlántico, a una media de 1.700 asistentes bailando al ritmo de las canciones de Sidonie, Xoel López y Papaya, entre los reclamos nacionales; y Said Muti, The Birkins, La Volpe Band y Viltown, entre los locales.

Por eso, el Festival Cero, parafraseando a Mondo Diávolo, una de las bandas que cierra este recorrido musical hoy junto a La Perra de Pavlov y Miss Caffeina, es un festival para volver. Por una parte, porque todavía le queda afrontar su cuarta jornada con esta triple apuesta musical que despide por lo alto una primera edición que -y aquí viene la segunda parte- abre sus alas con vocación de seguir volando. "Esto es algo que no se había hecho hasta ahora y nos hemos encontrado con que existe una demanda real del público hacia este tipo de música. Hasta ahora nos hemos encontrado con una acogida del público espectacular", apuntó ayer Ardiel Zaya, de Algato Producciones, uno de los impulsores del evento junto con Jeito y el área de Cultura del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, con la colaboración del Cabildo.

Cuarta jornada

"La programación del festival fue diseñada de tal manera que el sábado [hoy] sea el día más fuerte, más movido y con más rock and roll", señaló Zaya. "Así como el pasado jueves, que contó con las actuaciones de Xoel López y The Birkins, fue el día más suave, aunque igual de potente, porque el día siguiente era laboral. Por eso, mañana [por hoy] es el último día y tocará terminar muy arriba", añade.

Con puntualidad inglesa, La Perra de Pavlov, cuarteto grancanario que integran Edu Cabrera (voz y bajo), Alberto Rodríguez (guitarras y sintetizadores), Nestor Hernández (guitarras) y Eduardo Fernández-Villamil (batería), rompen el hielo esta noche, a las 20.00 horas, en los Jardines del Atlántico, junto al Auditorio Alfredo Kraus, con la presentación del repertorio de Crónica de un Movimiento (Indica/Altafonte, 2016), primer álbum de larga duración (LP) de la banda, grabado a caballo entre Madrid, Valencia y Gran Canaria bajo la producción de Fernando Boix y financiado en parte por sus seguidores gracias a una campaña de crowdfunding, toda vez que su masterización en Nueva York corrió a cargo de Dave McNair (Beck, Bruce Springsteen, Maroon 5...).

Su primer single, Zapatos, pone de manifiesto el nuevo rumbo de la banda grancanaria hacia una paleta de sonidos y ritmos más eléctricos, más orgánicos y más bailables. Después de su reciente paso por la sala Siroco de Madrid el pasado noviembre, la banda recorrerá gran parte de su nuevo repertorio, en el que desfilan títulos como Agente Dunha, Malibú [escogida como sintonía del verano en Televisión Canaria], ODA o Anfitrión, intercalados con algunas perlas de sus dos Eps anteriores, Claroscuro y 12 días en el extrarradio.

Le tomará el relevo, a las 21.15 horas, otra de las bandas grancanarias más aclamadas del panorama local, Mondo Diávolo, que también presenta un primer proyecto discográfico recién horneado bajo el título Un lugar para volver (2016). Un debut que cierra, a su vez, la cuidada trilogía musical que inició la banda con sus dos EP anteriores, El rey de los cobardes (2012) y Mundo ausente (2013).

Alex Clon (voz), Isaac Cabezas (guitarra), Iván Ramos (guitarra), Johnny Piñeiro (bajo), Miguel Izquierdo (teclado y coros) y Jacinto Ojeda (batería) son los artífices de este proyecto musical de impronta literaria que fusiona el teatro y el cabaret con un amplio espectro de influencias musicales del rock, con reminiscencias de Bunbury, que hilvana sus repertorios con el hilo argumental de un relato fantástico protagonizado por un antihéroe. El desierto del silencio I y II, Infeliz [con las voces de Ginés Cedrés y Natalia Palacios], Lento, Tú lluvia, yo papel o Mundo cruel son algunos de los títulos de este fascinante disco de atmósferas épicas y circenses, también financiado vía micromecenazgo y cuyos artistas firman y revisan cada estadio del proceso creativo. Además, en esta nueva aventura musical, Mondo Diávolo vuelve a sorprender en su puesta en escena con un cambio de vestuario y maquillaje, alineado con esa estética única que distingue a la banda.

Y por último, a las 22.30 horas, Miss Caffeina, una de las estrellas del cartel del Festival Cero y una asidua en el circuito de festivales nacionales, se subirá al escenario para descubrir los mimbres de Detroit (Warner, 2016), ciudad-musical cimentada en un nuevo registro más popero, electrónico y festivo. Esta banda nacional, compuesta por Alberto Jiménez (voz), Sergio Sastre (teclados y guitarra), Álvaro Navarro (guitarra eléctrica) y Antonio Poza (bajo eléctrico), promete despedir por lo alto la primera edición del certamen, con hits como su pegadizo y colorido Mira cómo vuelo o el tema Ácido, del que la banda acaba de hacer público su videoclip, un montaje sencillo e hipnótico donde los cuatro artistas adoptan los estilos de David Bowie, Freddie Mercury, Mick Jagger y Kraftwerk.

El espectro pop-rock-indie

La construcción del cartel del primer Festival Cero estuvo sujeta a un criterio estrictamente musical en los senderos del "pop-rock-indie" o "músicas del mundo", que intercalase bandas locales y nacionales en activo y con una importante proyección y recorrido. Así lo revela Ardiel Zaya, quien subrayó ayer que reviste "muchas dificultades" el diseño de un festival de estas características, pero que "el público lo pedía a gritos" y "ha respondido con creces todos los días".

La inauguración del Festival Cero el pasado miércoles corrió a cargo de Said Muti, una de las figuras de referencia en el circuito local, que desgranó una parte central de su álbum de debut De tripas Rock 'N' Roll, que contó con la producción de Alejo Stivel en parte del repertorio. Tras una hora de concierto, la banda liderada por el músico canario-palestino cedió el testigo a la aclamada formación Sidonie, que, con siete discos a sus espaldas, presentó en directo su octavo álbum El peor grupo del mundo. La banda catalana, compuesta por Marc Ros (voz, guitarra y bajo), Jesús Senra (guitarras y bajo) y Axel Pi (batería) brindó un concierto impecable, que atravesó un incómodo tramo debido a un corte de luz que se prolongó durante 20 minutos, y que la banda afrontó con nota descabalgándose del escenario y continuando el concierto, en acústico, a pie de plaza.

Una vez salvado el escollo, la banda retomó con elegancia la canción Por ti en el escenario, ante los sonados aplausos del público, y bordó un concierto in crescendo con puntadas de nuevas y viejas glorias de su inventario de pop-rock psicodélico, como En mi garganta, Carreteras infinitas o Un día de mierda y, en los bises, Incendios y Estáis aquí. Las fuentes de producción estiman que la afluencia en el doble concierto inaugural fue de alrededor de 2.500 personas.

La segunda jornada festivalera se adelantó 30 minutos al horario fijado en un principio, tal como se avanzó desde la organización. El artista gallego Xoel López defendió su repertorio en acústico a partir de las 20.00 horas, que penduló entre las joyas intimistas de sus dos últimos trabajos en solitario, Atlántico (2012) y Paramales (2015). A continuación, The Birkins, una de las bandas locales con mayor proyección nacional dentro de la escena canaria, inauguró la velada con su repertorio de chanson francesa y pop colorista. La formación brindó pinceladas de su tercer trabajo discográfico Souvenirs (El Genio Equivocado, 2015), así como de sus dos discos anteriores The Birkins (2011) y Châteaux en Espagne (2013), todos bajo la producción de Paco Loco, y que incluyó algún guiño al homenaje que brindó la banda a David Bowie tras su muerte el pasado 2015, como una maravillosa versión ranchera de The man who sold the world.

Y anoche, tercera jornada del certamen, la programación pasó a ser triple, con dos bandas locales y una nacional, al igual que hoy. La banda grancanaria La Volpe Band, inmersa en la gira de su segundo disco, Micro-Revolución, que presentará el 23 de diciembre en The Paper Club, desgranó el repertorio de folk- rock de esta nueva aventura discográfica. Le tomó el relevo Viltown, otra formación canaria a lomos de la gira de su segundo álbum, Mecha Corta, una apuesta de pop-rock fronterizo, gestada en Lalavalab Creative Lab (Madrid). Y el proyecto de la canaria Yanara Espinoza, la multipremiada banda Papaya, cerró la velada anoche a lo grande con el pop fresco de su álbum de debut, No me quiero enamorar, de pinceladas ochenteras y ritmos sensuales del beat de los 60.

Un festival de invierno

En la cuenta atrás para su última jornada, el balance de la primera edición del Festival Cero ya es "muy positivo" y ha transcurrido "sin incidencias, cumpliendo la normativa y el horario a rajatabla y con un público entregado", expone Zaya. "Existe un público en Gran Canaria que demandaba un festival como este, pero faltan espacios habilitados en la ciudad para sacarlos adelante", manifestó.

"La intención es que el Festival Cero tenga continuidad, porque no existen festivales de invierno en España y podría ser un gran reclamo turístico en un enclave espectacular con un clima envidiable, que nos permitiría competir". "El mismo Xoel López lo comentó durante su concierto, que estaba maravillado porque este es un entorno privilegiado", añade. "Y con voluntad e iniciativa se podrían sacar adelante propuestas como esta".

Compartir el artículo

stats