Jinámar se prepara para cambiar su aspecto o al menos las 180 viviendas distribuidas en cuatro bloques con nueve portales situados en la calle Fernando Sagaseta. La próxima semana el Ayuntamiento de Telde tiene previsto que se inicien las obras de rehabilitación de esos pisos, con una antigüedad más de 35 años y a las que ha destinado un millón de euros, aunque se ha ahorrado casi 15.000 euros al quedarse la cantidad licitada por las dos empresas adjudicatarias en 985.748 euros.
Esa cantidad la aporta la propia corporación local merced a la iniciativa promovida por la alcaldesa, María del Carmen Castellano, de no esperar más para ejecutar estos trabajos y reuniendo de diversas partidas ha recaudado ese montante. Este periódico había informado erróneamente en su edición del pasado jueves que otras administraciones públicas aportarían fondos en esta fase, pero la realidad es que por problemas administrativos es el Ayuntamiento el que se encargará de poner el dinero.
Un ambicioso proyecto
La segunda fase de los trabajos ya contará con dinero procedente del Cabildo de Gran Canaria, que ha confirmado que aportará 1,4 millones y que supondrá la rehabilitación de cerca de medio millar de viviendas en el barrio.
Es un ambicioso proyecto de rehabilitación que prevé la mejora de 4.709 pisos en ocho años y cuatro meses, con un presupuesto de algo más de 39 millones de euros. Es el denominado ARU (Área de Rehabilitación Urbana) de Jinámar, que será una de las grandes obras que se realizará en el municipio en los próximos años.
Los bloques que se rehabilitarán son los comprendidos entre los números 31 al 47, situados en la parte alta del barrio, en la calle Fernando Sagaseta. Las obras se prevén que se inicien la próxima semana y durarán tres meses.
Ignacio Serrano, edil de Fomento, anunció el pasado miércoles que el Gobierno de Canarias aportará 400.000 euros para la rehabilitación de las viviendas de Jinámar, una cantidad que supondrá que "Telde pueda liberar ese mismo presupuesto para la rehabilitación de más viviendas en el barrio". Los vecinos, mientras tanto, ya solo esperan que sea una realidad.
