Aprender a plantar perejil, de dónde vienen las frutas que comen en casa, cómo eran los vehículos antiguos o la manera en la que los bomberos actúan en caso de emergencia, fueron alguna de las lecciones que los alumnos de cuatro colegios de Telde sumaron ayer en la penúltima jornada de la semana de la salud en Las Remudas. Entre lluvia inestable, sonrisas protagonistas y aprendizajes para la vida, los pequeños adquirieron conocimientos en agricultura y artesanía, entre otros.
Con su macetas de perejil recién plantado, los niños se movían por los diferentes talleres instalados en el centro cívico del barrio. Sin duda, un momento clave en la jornada pasada por agua fue el paso por el camión de bomberos donde los trabajadores explicaron a los menores su labor. "¿Qué es lo primero que se ponen para ir a la playa?", preguntaba a los alumnos el suboficial del área operativa del Cuerpo, Cesario Monagas. "El bañador y la crema", respondían casi al unísono los pequeños espectadores.
Ante la aprobación del bombero, comenzó la charla sobre el fuego y cómo sofocarlo. A su lado, sus compañeros Ángel Gutierrez, Juan F. Martín y Zulema Villar ponían el traje de trabajo a los niños y los dejaban hablar por las emisoras. "Yo no voy a hablar, que la policía está muy cerca y a ver si me va a escuchar", comentaba en tono pillín Eric Pineda, de cuatro años, del colegio María Suárez Fiol de La Pardilla.
Además de la visita a la actividad, el centro, al igual que los CEIP San Antonio, Montaña Las Palmas y Juan Negrín, fue rotando por los distintos puestos. De esta forma, pasaron de las explicaciones de Belinda Caldera que les mostró, con su caldero al fuego, cómo hacer jabón artesano con glicerina, cochinilla de Lanzarote, aceite de lavanda y moldes de distintas formas, a escuchar a Francisco Gómez y su arte para crear vehículos antiguos con materiales reciclados.
Con el fin de aprender a cuidar su entorno de forma divertida, mientras algunos plantaban pinos alrededor del huerto comunitario del distrito, otro grupo de 10 a 11 años practicaba slickline en el otro extremo. Manteniendo el equilibrio sobre un elástico, disfrutaban de la actividad en auge de la mano del instructor Kevin Navarro.
Entre payasos y cuentacuentos, los pequeños despidieron esta jornada organizada para educar a la sociedad teldense en el cuidado de su ambiente. Un aspecto comunitario que Las Remudas y La Pardilla miman desde hace años como si de un tesoro se tratara, porque la unión en estas áreas para solucionar los problemas de la vecindad es una utopía hecha realidad.
