Las colonias de gatos callejeros existentes en Telde se han convertido en una preocupación tanto para el Ayuntamiento como para las asociaciones protectoras de animales. La situación se resume en la presencia de colonias sin censar en los parques y diversas zonas del municipio, atendidas por vecinos que les dan de comer y que se arriesgan a ser multados porque está prohibida esta actividad en la vía pública. No se trata de acabar con su presencia en los espacios públicos, sino controlar su expansión, según explican los colectivos animalistas y el grupo de gobierno.
Un asunto que se trató en la última reunión entre representantes de estos colectivos y Abraham Santana, concejal de Protección Animal, y de la que salió el compromiso de realizar un trabajo en común para modificar la ordenanza municipal y adaptarla no solo a esta situación, sino a la moción aprobada en el pleno ordinario de 2016 donde Unidos por Gran Canaria proponía que se prohibieran los circos con animales en la ciudad. Este acuerdo plenario sigue sin materializarse en la normativa municipal y que con el nuevo texto se pretende subsanarlo.
Santana explica que "las dos cuestiones fundamentales que pretendemos con los cambios en la ordenanza es dar amparo a las colonias de gatos censándolas mediante un registro y también a quienes las cuidan, además de con la colaboración de las asociaciones protectoras de animales implementar el proyecto CES". El edil admite que hay un largo trecho por recorrer para solucionar esta realidad y que "decir algo más allá de eso sería fantasear, Telde está en una mala situación y se va a intentar poner lo más al día posible".
De hecho, según el edil nacionalista, hay muchos vecinos que cuidan a esas colonias de gatos en el municipio y quieren regularizar esta situación. "Están haciendo una labor encomiable y hay que ayudarlos con todos los medios municipales posibles". Sin embargo, esa predisposición vecinal choca con la ordenanza, ya que se aplican multas por alimentar a los animales en la calle y también afecta a quienes los han estirilizado o castrados, "ya que al no haber un censo, si andan sueltos por la calle pueden ser retirados de ellos y el dinero gastado en esas intervenciones lo pierden esas personas".
La modificación normativa, que no está aún ni en fase de borrador, pretende solventar todas estas cuestiones y todo apunta, según el edil de Protección Animal, en el modelo que ya aplican el Cabildo de Gran Canaria y el Gobierno regional, que se basa en la ordenanza municipal de Barcelona. "No se trata de acabar con estas colonias de gatos mándándolas a un albergue de animales, sino de saber cuántas son para controlar su crecimiento y evitar las multas a quienes les dan de comer".
De momento, segúnse expuso en la reunión, Telde necesita un servicio de recogida de animales -se han presentado dos empresas y se está a la espera de la Mesa de Contratación para decidir cuál de ellas logra el contrato- y también un centro que los acoja al menos un mes antes de llevarlos a Bañaderos. Esta propuesta de centro de estancia temporal (CETA) también la lleva en el pliego de condiciones Protección Animal, ya que se pretende que se puedan dar en adopción o a sus dueños, en caso de que se hayan perdido. No obstante, el nuevo contrato de recogida de animales no contempla la captura de los gatos, recuerda Abraham Santana.
El proyecto CES (Captura, Esterilización y Suelta) que ya se aplica en Ingenio se establece la protección de estas colonias para evitar que sean maltratadas o eliminadas, así como la prohibición de darles comida salvo por las personas autorizadas.
