"Durante el año el taller se centra en el reciclaje y la moda, pero en los meses de verano nos gusta cambiar e innovar", explica su monitora Mari Carmen Suárez. El taller en el que habitualmente customizar las ropas antiguas, como los vaqueros, que transforman en fundas de sombrillas o en neceseres se ha llenado de sombreros y materiales que añadirles. "La idea inicial era customizar los sombreros con alegorías de las estaciones pero las participantes propusieron una alternativa. Ellas querían decorar los sombreros para usarlos en la playa y eso hemos hecho". A lo largo de estas dos primeras jornadas muchas ya los tienen encaminados, y más de una está deseando terminarlo para lucirlos este verano.
Un taller que acoge entre 12 y 14 personas en cada sesión, "para poder atenderlos a todos y trabajar de forma individualizada aunque se notan las vacaciones porque falta mucha gente", pero más allá de los sombreros se ha convertido en un punto de encuentro para muchas mujeres, que son las que predominan. "Los cursos son un enganche para todas es una forma de salir de sus casas, compartir y convivir con otras personas. Un buen ambiente que se nota en la Casa de la Juventud, donde las participantes customizan sus sombreros entre risas y confesiones.
Un proyecto en el que se trabaja con la integración de jóvenes con discapacidad y busca su inserción en la sociedad formando sus amistades. "Somos como una pequeña familia que nos vamos a comer juntas, a tomar café o hacemos pequeñas fiestas", explica la monitora que con sus más de 20 años de experiencia es la que dinamiza y crea el buen ambiente. "Es muy fácil trabajar con ellas, siempre están dispuestas para aprender. Además, son muy colaboradoras".
Entre costuras
Unos talleres de costura que tienen una gran aceptación dentro del municipio. "Con la serie de Entre Costuras surgió un boom. Mucha gente se apuntó a los talleres de costura y hubo un repunte en la venta de las máquinas de coser", apunta Mari Carmen Suárez. "Jóvenes y mayores se apuntaron y asistieron a los talleres que se imparten desde el Ayuntamiento. Pero hay algo que debe estar presente y es que la costura te tiene que gustar porque si no es muy complicado".
Mari Carmen Suárez, monitora del taller, ha estado siempre ligada a este tipo de actos. "Antes trabajaba en la Concejalía de igualdad y realizaba cursos para enganchar a las mujeres y que salieran de sus casas. Servía también para que contaran sus problemas, se socializaran, además antes habían muchas que sufrían maltrato y era una forma de que se concienciaran de todo lo que tenían a su disposición", apunta Mari Carmen.
Un taller para aprender y pasarlo bien, una excusa para salir de casa y compartir experiencias, especialmente en los calurosos días de verano no puede faltar un sombrero en su cabeza.
