La oferta ilegal es un problema muy grave para los hoteleros, ya que se calcula que unos 12 millones de extranjeros hacen cada año turismo en España al margen de los cauces legales, según quedó patente este jueves 23 de octubre en el Congreso de Hoteleros Españoles que se celebra en la capital tinerfeña y desde el que se pide a las administraciones que intervengan para regular la actividad.

Durante una mesa redonda en la que participaron Amancio López (Hotusa y Exceltur), Ángeles Alarcó (Paradores Nacionales) y Sabina Fluxá (Iberostar), el primero de ellos afirmó que la oferta ilegal es un "enorme peligro" y añadió que se trata de una competencia que no ofrece seguridad a los clientes.

Además, señaló Amancio López algunos de esos establecimientos forman parte de la economía sumergida, y criticó la doble moral de quienes consideran presunto culpable a un hotelero legalizado que comete un error mientras que justifican a quienes están fuera del sistema.

España es el país menos eficiente en recaudar, comentó Amancio López, quien también opinó que no es buena la convivencia en un mismo edificio entra una familia con hijos y un grupo de jóvenes extranjeros que estarán unos días de fiesta.

Amancio López reconoció que no se puede poner "puertas al campo" pero insistió en que la deslocalización de una empresa es muy fácil de llevar a cabo si hay problemas.

Tras el coloquio, Francisco José García, que se presentó como hotelero jubilado de Vizcaya, expresó su preocupación porque unos 12 millones de turistas extranjeros no cumplan las normas, ya que esa es la cantidad de personas que se calcula que cada año hacen turismo en España en oferta no regulada.

Sin embargo, señaló, desde las administraciones se dice que el camino es presentar muchas denuncias, para a continuación mostrar también su preocupación porque desde el Ministerio de Hacienda no se vea economía sumergida en esa oferta.

Sugirió que antes de 60 días se pida audiencia al ministro correspondiente para hablar de competencia desleal, economía sumergida y "hoteleros cabreados".

El moderador del debate, Juan Molas, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos, respondió que el congreso será clausurado por el ministro de Turismo, José Manuel Soria, a quien se le harán preguntas al respecto.

En este ámbito del debate y en relación al aumento de visitantes extranjeros, la vicepresidenta de Iberostar Hotels & Resort, Sabina Fluxá, dijo que si bien en el año 2000 el número de turistas era de unos 45 millones al año y ahora hay unos quince millones más, sin embargo los ingresos han descendido en torno a los cuatro millones de euros.

Por ello, comentó, Amancio López, es posible que el sector turístico crezca pero no se cree empleo.

Los participantes en este debate apuntaron que el sector tiene otros problemas, como la necesidad de adaptarse a los cambios, como apuntó Amancio López, quien también dijo que el crédito ha vuelto, de forma que se encuentra financiación con normalidad.

Otro problema al que se enfrentan los hoteleros son los márgenes que reciben los operadores turísticos y en este aspecto Sabina Fluxa manifestó que lo ideal es la venta directa, si bien es preciso buscar un equilibro.

También es un problema el hecho de que en algunas zonas españolas los hoteles cierran durante meses debido a la temporada baja, lo cual perjudica incluso a la formación de los trabajadores.

La directora de Paradores de España, Ángeles Alarcó, comentó que en los establecimientos de esta empresa pública y durante los meses de menor ocupación se hacen ofertas diferentes, como cursos de yoga o de cocina.

También se habló de formación y en este punto Amancio López dijo que no es normal el elevado índice de paro que hay en España, en especial entre los jóvenes, y reclamó que las empresas formen a los empleados.

La formación esencial, a juicio de la vicepresidenta de Iberostar, quien reconoció que la estacionalidad es perjudicial en esta cuestión, y la directora de Paradores de España comentó que en algunos casos la baja formación puede suplirse con la mejor atención al cliente.

Ángeles Alarcó dijo que el cliente se mueve por emociones y si bien un edificio puede sobrecoger no se volverá al establecimiento si el trato no es el adecuado.