Es tiempo de coger resuello para la UD Las Palmas. Tras la exigente sesión de entrenamiento programada ayer por el técnico Paco Herrera, que se prolongó más de dos horas, los jugadores amarillos disfrutan hoy y mañana de un merecido descanso. Con el parón liguero por la concentración de la Selección española para encarrilar su clasificación para el Europeo de Francia 2016, esta semana la plantilla del cuadro isleño se ha sometido a un trabajo físico intenso, pero también mental, para aclarar conceptos tras un inicio de campeonato sin ver portería, ni ante el Atlético de Madrid a domicilio, ni en casa ante el Levante.
En el entreno de ayer a puerta cerrada de Barranco Seco, Herrera mordió cada segundo para preparar el encuentro de la tercera jornada, contra el Celta de Vigo el próximo domingo. Máxima exigencia y concentración a sus efectivos para seguir puliendo el previsible dibujo táctico que el entrenador catalán trazará en el estadio de Balaídos. Un 1-5-3-2, el mismo sistema de contención que utilizó en el Calderón y en el Gran Canaria.
La zaga con cinco hombres ha provisto de consistencia defensiva al equipo de Pío XII y ha dejado buenas sensaciones en la hinchada amarilla y en los propios jugadores. Estos días la palabra "gol" estaba en boca de todo el mundo.
Es lo que necesita la UD Las Palmas para soltarse en la Liga BBVA y ganar confianza. Generar ocasiones y encontrar la vía para hacer llegar balones a la línea ofensiva, con el Chino Araujo como principal artillero, es la principal misión del conjunto grancanario.
El pasado viernes la plantilla cambió de aires y se ejercitó en la arena de la playa de las Alcaravaneras. Paco Herrera no acudió para diseñar a conciencia los encuentros más inmediatos. En su lugar, el preparador físico, Rafa Cristóbal, y el segundo entrenador, Ángel Rodríguez, tomaron el mando.
