La Unión Deportiva Las Palmas ha tardado menos de un mes en verle las orejas al lobo. Fue ponerse David Simón a hacer de las suyas en Primera División y, donde antes había diferencias -unos 100.000 euros en total por un contrato de tres años-, de repente triunfó la concordia. La madrugada del lunes al martes, alrededor de la una de la mañana, el club hizo oficial un acuerdo de renovación con el lateral derecho, trato por el que la entidad de Pío XII elevaba la ficha a percibir por el futbolista, subía la cláusula de rescisión del jugador hasta los 30 millones de euros y se garantizaba la continuidad del canterano en las filas amarillas -de entrada- hasta el 30 de junio de 2019.
La noche, en las nuevas oficinas de la UD en el Estadio de Gran Canaria, acabó con un brindis entre las dos partes por el pacto firmado, pero para llegar hasta ese punto es necesario reparar en la perseverancia de David Simón por triunfar en Las Palmas. No es, el del lateral derecho, un caso habitual entre los canteranos que despuntan en la cadena de filiales y dan el salto al primer equipo amarillo. Al defensa le ha tocado saborear el éxito tarde. Debutó como profesional, el curso anterior en la Liga Adelante, con 25 años, y su estreno en Primera División -en el Vicente Calderón y ante todo un Atlético de Madrid- se concretó en agosto, cuando el futbolista sumaba en su DNI 26 años, ocho meses y seis días.
Formado en la cadena de filiales del Barrio Atlántico, se incorporó a la disciplina de la UD Las Palmas -en edad juvenil- tras militar un año en el Unión Viera. Allí, a donde llegó como delantero, fue reclutado para la causa amarilla por Mingo Oramas, entrenador que lo reconvirtió en lateral derecho. En la órbita del primer equipo amarillo desde 2010 -fue llamado por Paco Jémez para participar en varios entrenamientos-, su salto definitivo al fútbol profesional se demoró durante cinco años sin que nadie sepa muy bien por qué.
Perder dinero en el filial
Realizó varias pretemporadas con la Unión Deportiva, pero no convenció ni a Juan Manuel Rodríguez -primero- ni a Sergio Lobera -después-. Tras apuntar maneras en un filial en el que ya apuntaban Tyronne, Christian Herrera o Hernán, David Simón dio el salto a Segunda B con la UD Vecindario. Cedido por el club amarillo, con el conjunto de Santa Lucía fue uno de los más regulares del ejercicio 2011-12. Allí jugó 33 partidos y se curtió antes de regresar a la disciplina de la entidad de Pío XII para reforzar un filial que, en mayo de 2013, hizo saltar la banca al lograr el ascenso a Segunda B tras superar al Tuilla en la fase de ascenso.
En aquella plantilla de Las Palmas Atlético, dirigida por Víctor Afonso, sobresalían el propio Simón, Carlos, Jesús, Asdrúbal, Héctor Figueroa, Christian Herrera o Artiles y ninguno, de entrada, formó parte de los planes de Sergio Lobera para la siguiente temporada en el primer equipo de la UD Las Palmas. Esa decisión del técnico, que tampoco valoró la posibilidad de contar con Roque Mesa, llevó a David Simón a tomar una decisión clave en su carrera: en 2013, con 24 años, optó por continuar en el fi- lial amarillo -pese a tener garantizado por contrato un hueco en el primer equipo- y perder dinero antes que buscar otro destino para seguir con su carrera.
La perseverancia de David Simón, al final tuvo premio. La contratación de Paco Herrera cambió su mundo y, a la cuarta pretemporada con el primer equipo, las puertas del fútbol profesional se abrieron para el jugador grancanario. El 23 de agosto de 2014 debutó en Segunda División ante la UE Llagostera. Y, desde ese día, su trayectoria ha sido imparable. Participó en 41 encuentros oficiales durante el curso que acabó con el regreso de Las Palmas a Primera División -sumó 3.492 minutos de juego y anotó dos goles- y fue elegido mejor lateral derecho de la Liga Adelante.
Ni siquiera los problemas que aparecieron este verano con la negociación de su contrato ni el interés de otros clubes por su aparición en el escaparate de Primera División -Atlético de Madrid, Sevilla, Villarreal y Betis han preguntado por su situación en las últimas semanas-, hicieron descarrilar a David Simón. Sobresaliente en el campo, el canterano siempre se mostró ejemplar fuera.
La madrugada del lunes al martes, tras renovar, a David Simón le brotaron las palabras más sinceras, las mismas que ya se aventuraban con su ejemplo antes del final feliz. "Estoy feliz por jugar en el equipo de mi tierra y en Primera División", admitió antes de aclarar que "aunque nunca me afectó al rendimiento sobre el terreno de juego. Está claro que ahora tengo más tranquilidad para trabajar y progresar".
El defensa recalcó que "el reto ahora es centrarse en la Liga y conseguir los objetivos. Poder disfrutar de jugar en la Unión Deportiva y con un contrato largo es un sueño para mí". David Simón explicó que "hacía tiempo que estábamos en negociaciones". "Es cierto", agregó, "que se habían quedado un poco paradas, pero tras el comienzo de liga se han reactivado y hemos conseguido llegar a un acuerdo rápido y fructífero para ambas partes".
