La guardia pretoriana de Herrera recupera efectivos. Luz verde a dos piezas de rango como Hernán y Alcaraz para completar el puzle. Con el reto de escapar de las llamas, el técnico ya dispone de la columna vertebral del inicio de competición. Un once en el que solo corre peligro Wakaso -que anoche jugó con Ghana en Washington y ya se encuentra de vuelta en la Isla-. El centrocampista Hernán Santana regresó al grupo y deja atrás su dolencia muscular en el muslo derecho -fue baja ante el Eibar en Siete Palmas-.
El mediocentro del barrio de Zárate acorta los plazos marcados por el club en una semana y gana una tonelada de crédito para portar el timón ante el equipo azulón en la 8a jornada. De cara al duelo del domingo, 17.15 hora insular en el Coliseum contra el Getafe de Fran Escribá, el alta médica de Hernán se viste de bendición -al no ceder el técnico protagonismo a recambios como Vicente o Nauzet, que jugó en ese puesto con Sergio Lobera-.
Urgencias en la creación
El interrogante que gira en torno a la figura de Wakaso, que podría sumarse al grupo el jueves por la tarde, sin margen para trabajar el partido con sus compañeros, eleva el protagonismo de Hernán.
Con seis partidos de titular -solo se perdió el último ante el cuadro vasco-, el isleño ha disputado 448' ejerciendo de escudero de Javi Castellano -1a jornada-, Culio -2a y 3a- y Wakaso -4a, 5a y 6a-. El plan milagro de los recuperadores y fisioterapeutas da resultado para curar la microrrotura en el vasto interno del abductor derecho en un plazo récord.
De igual manera, y también mirando al Coliseum, el central internacional paraguayo Antolín Alcaraz tocó ayer balón. Ilustra un nuevo capítulo de su proceso de recuperación tras lesionarse tras el duelo en el Camp Nou (26 de septiembre). Se repiten las coordenadas de Hernán, Alcaraz ha jugado también las primeras seis jornadas de inicio (540' y un gol) y es insustituible para Herrera. Estará en Madrid.
Junto al readaptador Jesús Suárez hizo carrera continua e incluso golpeó el esférico. Fue la segunda gran noticia de la jornada en el Municipal de San Fernando de Maspalomas, el cuartel general de la UD por segunda semana consecutiva. "Confiamos en que esté en el Coliseum", aseguraba un miembro del equipo médico. Con Alcaraz, la UD recupera rigor y disciplina en esa línea de tres centrales, la nueva bandera del ejército amarillo. Solo en una ocasión, ante el Celta en Balaídos, Herrera optó de inicio por salir con una línea de cuatro atrás.
Y con el ex del Everton en el césped, la retaguardia impone su registro de contundencia. La UD no ha perdido por más de un tanto con Alcaraz en la batalla. Su oficio es un valor al alza, capaz de desactivar a los atacantes más despiadados de Primera. Y parece que está de vuelta.
Con la citada duda de Wakaso -su presencia está supeditada a su rendimiento viernes y sábado-, Herrera cuenta con un ejército de kilómetros. Es la legión con más recorrido: Varas (371'), Alcaraz (540'), Aythami Artiles (573'), Bigas (630'), Simón (630'), Hernán (448'), Culio (351') Dani (586'), Roque (486'), Araujo (597') y Viera (605'). Faltarían Culio (351') como recambio natural de Wakaso (302'). Otras variantes como Vicente (37'), Valerón (45'), Nauzet (0') o Momo (26') no se han estrenado como titulares.
Primera final en octubre
Las últimas derrotas -ante Barça y Eibar- han disparado la urgencia de liquidar al Getafe y eludir la zona de descenso. La UD, penúltima, no ha sido capaz de puntuar ante rivales predestinados a luchar por la salvación. En esa liga de los modestos, empataron con el Levante (0-0) y cayeron ante Rayo (0-1) y Eibar (0-2). Encontrar el Santo Grial con la columna vertebral del inicio es la consigna. El estratega muere por su legión de infatigables. Cueste lo que cueste. Con Hernán y Alcaraz, llega la luz en el laberinto.
