La apuesta de futuro de la UD Las Palmas en este mercado de invierno se estrenó en un escenario inmejorable. Y su debut significó una vuelta de tuerca más en la encrucijada del centro del campo. Con las lesiones de Vicente Gómez, Montoro y Hernán se ha visto obligado Quique Setién a poner a prueba la profundidad de la plantilla. Por allí, y tras las marcha de Culio, han pasado en las últimas fechas Momo, Valerón y ahora Jonathan Viera y Tana, que han variado unos metros las posiciones que solían ocupar esta temporada. A todos ellos se sumó ayer el uruguayo, central de toda la vida pero que también ha jugado como mediocentro.
Lemos, de solo 20 años, dejó buenas sensaciones en su debut. Se incrustó en el doble pivote para ayudar a Roque, necesitado de un acompañante tras un esfuerzo titánico. Al teldense le toca ser el nexo entre los centrales y los mediapuntas Tana y Viera. Para que no se rompiera, Setién le puso a un colaborador. Y Lemos cumplió. Se mostró agresivo y en su primera acción no se cortó a la hora de hacer una falta a Messi. Más tarde le intentó frenar con otra patada y además mostró calidad con el balón en los pies. Cuando le llegó el cuero no intentó quitárselo de encima, sino jugarlo. De hecho participó en la acción en la que Araujo rozó el gol del empate con una buena dejada para hacer una pared con Tana. Funcionó.
Su entrada sirvió para cambiar el dibujo táctico de los amarillos. El uruguayo se puso en paralelo con Roque y liberó a Tana, que también había acumulado un desgaste tremendo en tareas defensivas.
Ángel vuelve al banquillo
Así, en la disyuntiva para reforzar el centro del campo Setién optó por la fuerza de Lemos en lugar de por el talento de Valerón o la experiencia de Nauzet Alemán. Tocaba correr detrás del balón, lo que condicionó la elección. También apostó por la juventud con el tercer cambio en la figura de Nili. Prefirió la proyección ofensiva del joven, que ya había debutado la semana anterior en Primera División en el campo del Sevilla, a dar bola a Ángel López, el otro lateral derecho que había en el banquillo y que todavía no ha podido participar esta temporada.
El otro cambio, el segundo, fue Sergio Araujo, que tuvo un par de oportunidades para ser el héroe, como el día del ascenso. No encontró portería, pero se mostró ágil, rápido y concentrado.
Ante las bajas Setién tuvo que volver a inventar y a dar bola a dos imberbes. Para el choque ante el Eibar el cántabro recuperará a Wakaso, mientras que durante la semana el foco estará puesto en la evolución de David Simón y Montoro, que podrían volver.
