Si hay algo que ha repetido Quique Setién desde que llegó en el mes de octubre a Gran Canaria es que su idea de entender el fútbol y exponerlo sobre el césped es "innegociable". Los automatismos generados por la UD Las Palmas en los últimos meses dejan un sistema y un once prácticamente inalterable. El rival de turno que tenga delante es una cuestión secundaria, incluso aunque sea casi un completo desconocido para la Liga BBVA: el Valencia pos Gary Neville, entregado a las manos de Pako Ayestarán.
Porque no hay nada que preocupe más al propio Quique Setién que lo que suceda en las entrañas de su propio equipo. Ayer, la UD Las Palmas saltó al césped de Barranco Seco a las 11.20 de la mañana. Sin embargo, el entrenamiento comenzó casi una hora antes. Porque el cuerpo técnico del conjunto amarillo, encabezado por Quique Setién y con Eder Sarabia de escudero, preparó una sesión de vídeo que se llevó gran parte del tiempo de la sesión. Sin embargo, no fue el estudio del rival de este sábado (17.15 horas, Canal Plus Fútbol) el que se hizo dueño de la pantalla. Porque las imágenes que coparon esos minutos fueron las del equipo grancanario, que se sentó a pulir detalles de su propio juego para que se convierta en una máquina capaz de hacer las cosas casi por inercia. El rigor defensivo, las ayudas en la medular y la estrategia, son puntos que el equipo técnico quiere seguir mejorando en la UD Las Palmas.
Con todo eso de por medio, no se esperan casi cambios en la alineación de Setién de cara al partido frente al Valencia, donde el técnico podrá contar con casi toda su plantilla. Solo Javi Castellano -sin ficha-, Wakaso y Hernán se perderán el partido por lesión. Sin sancionados, el resto de la plantilla está disponible. Es decir, 24 hombres bajo la pizarra del técnico cántabro, más de dos onces completos para afrontar el fin de semana.
Meritocracia
Si algo le funciona a Setién, no lo toca, tanto en formas como en nombre. Jugar con un único pivote se convirtió en la opción desde hace tiempo. Tras el naufragio de Vallecas donde Valerón tomó el sitio de Vicente, el técnico cántabro retocó el dibujo que pintó desde los primeros días. Roque es el pilar principal de la medular; por delante Tana y Viera son fijos. Delante y como referencia única, los goles y el trabajo de desgaste han hecho indiscutible a Willian José. Los costados son los únicos sitios donde las figuras bailan. Nili o El Zhar es la gran duda en el costado derecho, mientras que en el izquierdo, el manejo del balón de Momo tiene un hueco casi seguro.
El principal retoque puede llegar en la defensa. Las oportunidades que le han brindado las lesiones y sanciones al uruguayo Mauricio Lemos le abren la puerta de la continuidad. En el centro de la zaga, solo Pedro Bigas parece piedra inamovible. El central balear regresa después de cumplir ciclo de amonestaciones. Por tanto, Aythami Artiles, cumplidor durante este curso, es el defensor que ve en peligro su puesto. Los ensayos de esta semana con la pareja Lemos-Bigas destilan que parten con más ventaja para ser los elegidos.
En los laterales, tanto Javi Garrido por el costado zurdo como David García en la derecha, tienen su plaza ganada por méritos propios por delante de Dani Castellano y David Simón. Las lesiones de ambos carrileros abrieron una oportunidad a García y Garrido que no han dejado pasar.
Mientras que en la UD Las Palmas las cartas están sobre la mesa, el Valencia es una incógnita completa con Pako Ayestarán. Siempre a la vera del exentrenador che Rafa Benítez, sus caminos se separaron después de estar en Liverpool. Con Quique Sánchez Flores tuvo una segunda etapa en Mestallla tras pasar juntos por el Benfica. Su carrera en solitario la inició en México, donde entrenó al Estudiantes Tecos y al Santos Laguna con una experiencia en el Maccabi Tel Aviv de Israel. El nuevo técnico vasco del equipo levantino regresó a Paterna el mes de febrero acompañado de David Caneda, hombre de confianza de Ayestarán en estos años.
Sin experiencia previa como entrenador principal en España, la propuesta futbolística que pondrá sobre la mesa está en fase prematura. Con apenas ocho jornadas para que acabe el curso, en Valencia no se esperan aventuras demasiado atrevidas. Lo principal que quiere reforzar es la defensa. Reforzar su propia portería es una de las obsesiones de Ayestarán. No obstante, el camino no es una defensa clásica. Adelantar la línea y presionar la salida del balón rival para buscar ataques verticales, son otras señas de identidad del nuevo técnico del Valencia que espera empezar a mostrar en Siete Palmas.
