Gloria al presente, al pasado y al futuro. Esta UD Las Palmas es una bendición. El equipo amarillo ha encontrado el norte en los últimos años acudiendo a sus orígenes. Ha hallado la estabilidad económica, el éxito deportivo y el respeto de todo el mundo del fútbol rememorando la filosofía que le hizo subcampeón de Liga y de la Copa del Rey. Y ayer, para poner el epílogo a la mejor temporada en casi 40 años, lo volvió a demostrar. Honrando a los mejores momentos de su historia el cuadro insular saltó al campo con nueve jugadores grancanarios. Como en los viejos tiempos. Y además acabó con otros nueve ya que los tres cambios fueron también de la casa. Un total de doce de la Isla participaron en la fiesta ante el Athletic para despedir el año en el recinto de Siete Palmas. Los apellidos Artiles, Castellano, Santana, Viera, Valerón, Alemán o Figueroa, los mismos que los de muchos de los casi 30.000 espectadores que estaban en la grada, lucieron sobre el césped.
Fue el récord de presencia grancanaria en un mismo partido en esta temporada. Ya hubo otro choque, el de la 16ª jornada en el feudo del Espanyol, en el que la UD empezó el duelo con nueve grancanarios, pero lo acabó con seis. En una plantilla con catorce locales la media del curso ha estado en unos seis o siete titulares de la Isla por partido. Pero ha habido cuatro encuentros de Liga con ocho grancanarios en la alineación, entre ellos el debut en el Vicente Calderón. Se repitió esa cifra en la 15ª jornada contra el Betis -que acabó con el gol del triunfo de Willian-, en la 21ª jornada en el feudo del Levante -donde la UD cayó en una actuación horrorosa- y en la 32ª jornada en Riazor -allí el cuadro amarillo certificó su permanencia virtual en otro día con Valerón como protagonista-.
Raúl Lizoain, David García, Aythami Artiles, Dani Castellano, Hernán Santana, Vicente Gómez, Juan Carlos Valerón, Tana Domínguez, Jonathan Viera, Momo, Ángel López y Nauzet Alemán son los nombres de un récord que será muy difícil de superar. Y no fue una cuestión de cara a la galería, porque la UD compitió con un Athletic que se jugaba la quinta plaza. Fue un partido con pocas ocasiones de gol y casi ninguna intervención meritoria del portero rival, de un Gorka Iraizoz que tuvo una noche plácida, pero la UD plantó cara un potente rival e hizo las delicias de la afición con una poderosa circulación de balón y numerosos gestos de calidad. El sello del jugador grancanario.
Setién retocó el once para seguir dando minutos a todos en esta recta final de temporada y ahí apareció un doble pivote nuevo: Hernán Santana y Vicente Gómez. Podía situar al de Schamann por delante, donde ha actuado varias veces en las últimas semanas, pero el cántabro parece que lo prefiere en un doble pivote. Los dos protegieron la espalda de Juan Carlos Valerón, que fue el eje del equipo. A su lado derecho se movió un Tana y en el izquierdo culebreó Jonathan Viera. Tuvieron personalidad para aparecer por todas partes, pero una vez más quedó comprobado que son más determinantes cuando se manejan por el centro, donde son más impredecibles para las defensas rivales.
Los tres tenían el objetivo de encontrar a Willian José, único extranjero en un once que completaron el mallorquín Pedro Bigas y los insulares David García, Dani Castellano y Aythami en la defensa, además de Raúl en la portería. En la primera mitad el toque amarillo, con muchos gestos de lujo, no fue suficiente para llegar al área contraria. Los continuos fueras de juego en los que caían debido a la defensa adelantada rojiblanca, así como la falta de verticalidad condenaron al once plagado de grancanarios.
En la segunda parte apenas cambió el guión, aunque Setién pareció haber pedido a los suyos más juego directo ya que con varios envíos en largo los defensas y el doble pivote buscaron a Willian y Viera a la espalda de la defensa. Pero el partido no tuvo mucha historia más allá de las buenas intervenciones de Raúl y el homenaje a Juan Carlos Valerón. Fue un día para el recuerdo no solo por la retirada del de Arguineguín, sino porque jugaron doce de Gran Canaria.
