Veintidós de agosto de 2015. Ese día, después de trece temporadas lejos de la Primera División, la UD Las Palmas volvió a la élite del balompié nacional. Con ella, una legión de futbolistas grancanarios ponían sus pies en el Vicente Calderón. Era el primer partido del curso y ahí, como casi todos los fines de semana durante las dos últimas campañas estaba Javi Castellano en el centro del campo. Sin embargo, la temporada del gemelo se acabó cuando el partido contra el Atlético de Madrid llegó a su fin. Ese día su rodilla dijo basta a dos años seguidos sin descanso.
Javi Castellano salió del Calderón con un problema al descubierto: una lesión osteocondral en el cóndilo externo del fémur izquierdo. En Barcelona, operado en la Clínica Quirón bajo la supervisión del prestigioso doctor Ramón Cugat, los percances continuaron. El menisco de su rodilla izquierda había cedido y estaba roto. Además, la sorpresa no llegaba sola: había desplazamiento del menisco.
El diagnóstico final dejaba un tiempo de recuperación cruel. La temporada para Javi Castellano, básico en la UD Las Palmas del ascenso, se había acabado. Ahora casi nueve meses después de aquel día, el gemelo vuelve a sonreír sobre el césped de Barranco Seco.
Y es que Javi Castellano apura el tramo final de su recuperación. Días, horas y meses de trabajo oscuro que ahora tienen su reflejo fuera de gimnasios, piscinas y salas de fisioterapia. Por fin, el jugador que más minutos acumuló la pasada temporada ve la luz al final de un túnel demasiado largo para un jugador acostumbrado a no parar.
Ayer, el centrocampista de la UD Las Palmas completó ayer parte de su particular entrenamiento con el grupo. En los trabajos de posesión entre tres equipos, Javi Castellano participó activamente en los ejercicios. Al pivote amarillo se le vio tocar el balón, correr, presionar y robar. A un ritmo algo menor que el resto, fruto de la inactividad de los meses, pero con intensidad. De esta manera, el gemelo vuelve paso a paso a paso a sentirse futbolista con todas las letras.
Lo malo para Javi Castellano es que le costará volverse a ver trabajando de manera definitiva con el grueso del grupo. El fin de la competición en Primera División deja al mediocentro amarillo sin opciones de reintegrarse. Algo para lo que presumiblemente estaría listo en apenas dos semanas, cuando estará entrenando solo.
Sin embargo, aunque sus compañeros se vayan de vacaciones, la pretemporada para Javi Castellano está en marcha. Se estima que el futbolista seguirá entrenando con el cuerpo técnico del equipo hasta el final del mes de mayo. Dos semanas más de movimiento en busca de encontrar el tono físico perfecto antes de que Barranco Seco quede desierto por unos meses. Jesús Suárez, readaptador del equipo amarillo, lleva un riguroso control del estado de Castellano. Ayer, tras participar durante un rato con sus compañeros, volvió para completar un circuito físico de manera individual.
Ver a Javi Castellano sonriendo fue lo más interesante de un entrenamiento que huele a final de curso. En otro orden de cosas, ni Nauzet Alemán, ni Jonathan Viera, ni David Simón, más el lesionado Hernán Santana, se ejercitaron ayer. Además, Ángel López se retiró al vestuario antes que el resto de sus compañeros.
