Terremoto de infortunio en la línea de meta. Bajo el mayor descalabro de la 'era Setién', respira un ejercicio de fe extrema de por un ideal. Aquí brilla un relato de pecados y bondades del imperio barroco en la 38ª jornada. Último capítulo en La Rosaleda. El fin de 203 días con la bandera del toque y una propuesta de seda. Más luces que tinieblas.
La UD de Setién dio carpetazo al proceder más glorioso de los últimos quince años. Solo el ejército de Sergio Kresic, que terminó con 46 puntos, en la 2000-01, supera las conquistas del galeón del cántabro -se estrenó en el cargo el 25 de octubre ante el Villarreal en la Isla-.
En su versión más defectuosa, con el virus de la falta de desafíos instalado en el disco duro, la UD se mostró 'blandita' en las dos áreas. Sin mordiente ante el portero mexicano Guillermo Ochoa [que figuró en la agenda grancanaria el pasado verano], los ejecutores amarillos abrazaron una y otra vez la fatalidad. Doce remates, siete a portería y solo el tanto del brasileño Willian José -tras tocar en un defensa local- como botín de oro en La Rosaleda.
Un poste, la sensación macabra de un tanteador abultado y adiós a la temporada. El consuelo del sello poético, que cayó presa de su mala fortuna, con 558 pases completados, reside en las matemáticas. Una segunda vuelta para enmarcar. Los grancanarios son el séptimo mejor cuadro del segundo tramo de competición con 26 puntos, 26 goles y 26 en contra. Galaxia en estado puro. El negocio del fútbol de salón. La UD supera a Villarreal, Málaga, Sevilla, Betis, Granada y Valencia.
Y es que la UD se llevó un correctivo de un Málaga kamikaze (4-1) y que tomó aire gracias a un controvertido penalti de Lemos (46'). Una mano dudosa del uruguayo fue el inicio del fin. Vía libre a la pesadilla eterna en el templo boquerón.
Tras perder cualquier opción a la octava y novena plaza, la UD oposita a la décima [en este aspecto sí superaría a Kresic, que terminó el curso liguero undécimo]. Un salto meritorio, ya que al final de la primera vuelta, la UD ocupa la 16ª plaza con 18 puntos y 27 goles en contra.
Las más sangrientas
De las 13 derrotas ligueras de Setién, solo dos llegaron con una desventaja de tres goles. La primera en la 20ª jornada ante el Atlético de Madrid en el Gran Canaria (0-3) y la segunda en La Rosaleda (4-1). Cinco fueron por dos tantos de desventaja y seis por la mínima. Fuera del manto de la pizarra mágica de Setién, el mayor ridículo de la temporada fue el (4-0) encajado por los amarillos en el Coliseum de Getafe, con Herrera en el banquillo.
Lo realmente traumático, dentro de la importancia de un pulso por la novena plaza, reside en la escasa pegada del Málaga en este campeonato. Con 34 tantos, los de Javi Gracia arrancaron la contienda como el segundo menos realizador de la liga de las estrellas. Las cuatro papas logradas ante la UD, dejan a los malacitanos con 38, lo que refleja un tanto por jornada. La última vez que el Málaga firmó 4 tantos en Liga fue el 26 de octubre de 2014. Hace una eternidad. La crueldad fue extrema. Un penalti de fantasía, y dos contras de fuego en el 83', por parte de Atsu, y en el 86', por el estilete Charles.
Como si de una final se tratase, Quique Setién apostó por su guardia pretoriana. Mantuvo a Raúl -titular por quinta jornada consecutiva-, y a los laterales David García y Dani Castellano. Bigas y Lemos completaron la muralla [en el minuto 36 Simón relevó al capitán de Maspalomas García, que se retiró con una lesión muscular]. En la sala de máquinas, el triángulo mágico. Roque-Viera-Tana. Artillería pesada, que buscaron con insistencia el rifle atómico de Willian José. Momo y Nabil El Zhar -derecha- fueron los elegidos para los costados. Montoro, Garrido o Araujo, se quedaron en el banquillo. Setién, sin piedad, se decantó por la primera línea.
En el carrusel de pecados, apareció la bestia negra de la UD. Charles Dias logró dos de los cuatro tantos del conjunto boquerón en una mañana negra en La Rosaleda. Acaba la Liga con 12, para un pistolero que ya pulverizó la meta amarilla con la elástica de Córdoba (1) y Almería (4). Especialmente dolorosas fueron las puñaladas con el conjunto rojiblanco en los Juegos del Meditarráneo. El 16 de junio del 2013, en la vuelta de la semifinal del playoff de ascenso, sepultó a la UD con un gol en la prórroga (2-1). También había logrado el primero para el Almería, que lograría el ascenso en la 2012-13, con Javi Garcia, ahora en el Málaga, como técnico.
Los pecados del ejército de seda. Una tropa de caviar que en La Rosaleda lució su arista más cándida. En esa caída por el precipicio, Setién deja las primeras pistas de la nueva era. Jonathan Viera es el Maradona amarillo, la piedra filosofal del nuevo orden. Capitán y '21'. En el primer año después del mito Juan Carlos Valerón, se mantiene la filosofía del toque. Poesía y pólvora. La UD mantendrá su ADN de seda.
