La noche del Príncipe y del rey Jonathan Viera. El '21' lideró un ejercicio decoroso de toque y veneno en el que ex del Milán se estrenó de amarillo (1-0). El fichaje del siglo de la UD debutó en Maspalomas y el genio de La Feria brindó una asistencia de oro para Macedo, en el tanto que coronó al cuadro de Setién ante el Cagliari en el Torneo Internacional de Maspalomas.
Superó con nota el examen el conjunto isleño, que mañana reta al Mensajero en La Palma, ya en el tramo final de la pretemporada. La marea amarilla estaba pendiente del fichaje del siglo desde el calentamiento. Kevin-Prince Boateng se convirtió en el gran atractivo de la final. Con tan solo cuatro sesiones de trabajo, inició la contienda en el costado izquierdo con el '7' de Nauzet Alemán. Animado y aclamado, fue el emperador de la apertura. Sobre el césped del Municipal de San Fernando, contando con el Príncipe de gofio, hasta tres nuevos rostros iluminaron la propuesta barroca de Setién. Macedo y Marko Livaja también salieron de inicio para confirmar que atesoran valía. Es un once que apunta a Mestalla con figuras de empaque como Varas, David García, Bigas, Dani Castellano o Roque Mesa.
Sobre todo el lateral de Río de Janeiro, que firmó 45 minutos soberbios y un gol de bandera. En el dos de juego, Prince controló un balón y oxigenó el juego al costado derecho. La ovación número 325 para el extremo ghanés desde que pisase la Isla el pasado martes. Momo, por la derecha, y Prince, los dos a pierna cambiada, dejaron las bandas libres para los laterales.
Sau le robó la cartera a Roque Mesa y el conjunto de Rastelli aceptó su rol de sello menor. Presionar y esperar una bola de oro para el contragolpe. Ceppitelli le entregó el balón a Rafael pero el colegiado no decretó cesión. Seguía con el verso la UD, un centro de Prince, tras un toque de Livaja no llegó a Vicente en una posición franca para el remate (minuto 5).
El centrocampista de Schamann cobró un gran protagonismo. Una arrancada de Viera dejó a Livaja solo ante Rafael pero no logró engatillar. Di Gennaro, el cerebro del bloque italiano, combinó con Ionita y Sau estuvo cerca de estrenar el marcador. Fue una imprecisión de Macedo que cayó en las redes de la presión de fuego del galeón de Cerdeña. Otro tiro de Di Gennaro se marchó rozando el larguero y la UD se recreaba en el exceso del barroquismo ilustrado.
Maestría y pegada
Ya en el minuto 40, Viera firmó un centro de chocolate y Livaja controló con el pecho en el corazón del área. El disparo fue detenido por Rafael. La imaginación de Viera es eterna y un invento del Maradona de La Feria puso a Macedo, algo esquinado, ante el arquero del Cagliari. El misil del lateral brasileño se coló por la escuadra.
En el siguiente fotograma, Boateng se retiró y dejó su puesto para Tyronne (40'). Superada la lesión de tobillo, el canterano actuó en el carril derecho. Momo, ahora por la zurda, hizo un autopase perfecto y acarició el segundo tanto. Un disparo de Sau que atrapó Varas puso el punto y final a la primera parte. Esta UD desatada y artística, se mantuvo firme hasta el ecuador del segundo tiempo. Fue un ejercicio de superioridad manifiesta ante un rival de la Serie A.
Setién reubicó a Tyronne por el extremo zurdo y el canterano completó un gran centro al punto de penalti en el primer suspiro del segundo tiempo (47'). El coraje de Livaja, algo desquiciado ante su falta de pegada, resultó gratificante. Maneja los tiempos y los desmarques a los espacios a la perfección. Con el sistema innegociable del 4-1-4-1, la UD supo rentabilizar el tanto de Macedo. El Cagliari seguía esperando una contra de cianuro, para dinamitar el estilo victoriano del ejército de Setién. Antes del carrusel de cambios, con un impecable Viera, los amarillos alcanzaron la mejor versión del verano.
Presionaron en todo el campo y Momo malogró un tiro cruzado que se marchó rozando el poste. Demostró la UD, en los primeros 70 minutos, que hay gasolina. El balón volaba de un lado al otro, mareando a un rival borracho de ira. Y en esa franja del encuentro, la UD mutó de piel con la entrada de Simón, Aythami, Arencibia, Borja, Montoro, Benito, Carlos González, Araujo, Leo y El Zhar. Cambio radical que bajó la temperatura de la batalla. El juvenil Carlos González dejó su sello de descaro, ante un Cagliari que comenzó a ganar metros. Araujo provocó la roja ade Murru, tras una entrada salvaje. Simón, Carlos y Benito merecieron la puntilla para una UD que se corona a lo grande. A dos semanas de Mestalla,la máquina de Setién destila terror. El aroma de los poetas.
