La arista más humana de la araña de Escaleritas. Hugo, el tesoro de Raúl Lizoain. El meta de la UD, titular en las dos últimas jornadas -ante Osasuna y Espanyol-, aparca el debate de la portería [su cruzada con Varas mantiene en vilo a la afición], para hablar de su hijo. Solo tiene 19 días, y ha conquistado su corazón y el de su mujer, Lilian.
"Un niño te cambia mucho, lo transforma todo. Me lo decían mis compañeros, en dos semanas que lleva con Hugo, ya lo noto. Es una alegría que no se puede explicar, se lo recomiendo a todo el mundo. Te espera en casa cuando llegas de entrenar, ya el resto tiene otra dimensión. Cuando llegas cabreado, por cualquier situación, con la sonrisa de él, todo se olvida", relata.
El cancerbero de 25 años [48 encuentros de amarillo, tras estrenarse en noviembre del 2011] encadena su séptima campaña en la UD. Nunca lo ha tenido fácil. Primero, a la sombra de Barbosa y luego, plantó cara a Casto. Ahora, debe luchar con Varas. Una batalla sana que afronta con la mirada de Hugo como gasolina mágica. "Todo lo veo con más perspectiva; en otro momento, te influenciaban más las cosas (...) Cuando llegas a casa, esa criatura depende de ti, lo demás no importa. Simplemente él; tenerlo ha sido lo más importante. Y para mi mujer. Es algo mágico", resalta.
Con diez encuentros en la mejor liga del mundo, Raúl toma el testigo de Orlando Quintana, el último meta grancanario de la UD en Primera [2001-02]. Pañales, biberones... Todo ha cambiado. En lo referente a las horas de sueño, la araña mantiene las ocho. "Era el miedo que tenía, pensaba que podría no descansar. Y es vital para mi profesión; pero el niño duerme bastante y luego se encarga la madre".
Finaliza contrato en junio del 2017, este domingo se cita, si Setién no modifica el guión, con pistoleros despiadados como Sansone, Bruno, Roberto Soriano o Bakambu. Retos y desafíos que encara por Hugo, el motor de sus sueños. "Quiero tener la 'parejita', me encantaría tener una niña. Tampoco doce hijos, todo con mesura".
La aparición de Hugo es una bendición, ha catapultado a Raúl Lizoain a la titularidad -nació un día después del estreno del isleño en este curso-. El vestuario de la UD se ha puesto manos a la obra. Roque también ha sido padre -de India, hace una semana-. Para Raúl, el 'baby boom' es la mejor terapia para alcanzar la Liga Europa.
"Tyronne, Asdrúbal y Aythami Artiles están esperando...Algunos ya pasaron por esa situación de forma reciente como Varas o Montoro. En el caso de Roque, nuestras mujeres, son buenas amigas. Los niños solo tienen diez días de diferencia; será algo para recordar".
Madurez y equilibrio mental
El 'Submarino Amarillo', invicto en la competición doméstica y Europa, no inquieta a Raúl. Sigue pendiente del latir de Hugo, su billete al paraíso. "El Villarreal es uno de los grandes. Estarán arriba... En otro momento, me lo tomaría diferente. Ahora lo veo como un partido más".
Defiende su trabajo, su implicación marcial en el proyecto. Tiene sangre amarilla y debutó en la mejor liga del mundo en el Calderón ante Griezmann. Conoce el ruido de las balas. El cambio de ciclo, tras el gran partido de Varas en el Bernabéu, no le pilló por sorpresa.
"Siempre pienso que me va a tocar; y cuando te llega, tienes que estar mentalizado, lo llevas visualizando mucho tiempo. Es tu momento".
Instinto felino y la cabeza de un empresario de 40 años. Responsabilidad y frialdad. "A nivel mental, la paternidad ayuda.El portero precisa de cabeza fría. Ya me lo decían mis compañeros: 'Esto te hará más sereno'. Me siento maduro, he sabido trasladar mis principios y rigor al césped. Tengo 25 y llevo 7 en el primer equipo; ahí está mi sudor".
Forma parte de la generación de oro, que marca el rumbo de la UD. La legión de plátano: Tana, Vicente, Roque, Dani, Hernán, Viera, Simón... con la protección de veteranos como Aythami, Momo o David García."La entidad apuesta por nosotros; saben que hay potencial. Si estamos a este nivel, podemos dar un rendimiento muy alto para certificar la continuidad en Primera".
Papá Lizoain, el tigre de Escaleritas. Hugo, un nuevo amanecer. El pulso con Varas y la pegada de acero de Bakambu, aguardan tras los biberones. La paternidad es una final de Champions. "Soy otra persona; dentro y fuera del césped".
