¿Qué sensación le ha dejado el empate a dos tantos en Copa del Rey frente al Huesca?
Me quedo con lo bueno que fue la primera parte. Creo que el equipo estuvo muy bien en la línea, demostrando que se mueve igual y que los jugadores somos como piezas que el entrenador puede ir metiendo o sacando. La entrada de Camacho cambió el partido, el Huesca tomó el control y te quedas con esas malas sensaciones tras llevar dos goles de ventaja.
¿Cómo vio a sus compañeros, a los que tienen menos minutos en LaLiga?
Bien. El partido en la primera parte igual estaba para meter algún gol más nosotros y no pasó. Ellos metieron el 2-1; con la misma el 2-2 y acabas pidiendo la hora. Para los pocos minutos que han tenido muchos o las lesiones del tipo de Hernán y Javi Castellano, es normal que el equipo le costara acabar el partido entero. Pero ves la primera parte y notas que si ellos tuvieran el ritmo de los que hemos jugado algo más, también les iría igual de bien.
Usted se vio en muchas ocasiones como esas, las de tener que esperar una oportunidad en la Copa, por ejemplo.
Sí. Creo que ese tipo de partidos sabía leerlos bien, esperar ese momento. Es complicado porque sin regularidad, tenías que mentalizarte para hacer las cosas bien en ese tipo de partidos para dejarle ver al entrenador de turno que yo también existía. Y creo que eso más de un compañero lo hizo ayer. Lo que queremos todos es tener esa competencia sana.
Ha vivido día a día con Javi Castellano y Hernán desde sus lesiones. ¿Cómo valora ambos regresos?
Muy positiva. Estar fuera es complicado. Yo estuve el año pasado un par de meses y se me hizo eterno, así que me imagino lo que han pasado ellos. Verlos jugar ha sido una alegría inmensa para todos. Ojalá vayan cogiendo minutos para tomar el tono de antes de la lesión. Tienen un valor inmenso porque han caído muchas veces y han vuelto a reponerse. Por ejemplo, el caso de Javi ha sido muy lento, el tiempo que estuvo en Barcelona solo... Fue muy duro. Ahora tiene la recompensa de volver a jugar. Se merece volver a jugar al nivel que tenía.
Ahora toca el Alavés. ¿Qué espera de este partido?
Están haciendo las cosas muy bien, pelean, son intensos, tienen calidad. Se vio en Villarreal. Maniataron a un equipo que en cierto modo puede ser parecido a nosotros por la forma de jugar, así que vamos con mucha precaución. Le ganaron al Barça y el Madrid, hasta que no les metió el segundo, no respiró. Va a ser complicado, pero confío en nuestro equipo.
¿Prioritario sumar o volver a ganar fuera?
Nosotros vamos a intentar ganar todos los partidos. Trabajamos al día. No pensamos en nada más allá que eso. Vamos a ir a por el partido, pero ya después será su propio cauce el que dicté cómo será. Tenemos que salir bien, que no nos pase lo del Betis y manejar las segundas jugadas. Creo que es un partido para volver a ganar lejos y retomar sensaciones positivas.
El equipo es décimo y suma 19 puntos, los mismos que al término de la primera vuelta del curso pasado. Aún así el entorno de la UD siempre parece exigir un poco más. ¿Cómo vive esto desde dentro?
La gente es exigente porque le hemos dado motivos, pero hay que ser conscientes de que el nivel de precisión que tuvimos era muy difícil de mantener. Así que hay que tomarse las cosas con tranquilidad. Esto es larguísimo y me acuerdo de casos como el Dépor o el Eibar, que empezaronmuy bien y al final acabaron cayendo. Hay que seguir una línea de regularidad para distanciarnos al máximo del descenso. Es bonito pensar en Europa, pero para que pase eso tendríamos que estar en abril, por lo menos. El tiempo nos dirá lo que somos capaces de hacer.
¿Estamos viendo al mejor Vicente Gómez?
El mejor igual no porque he hecho partidos mejores en Segunda, más espectaculares en el sentido de meter más goles o llegar más, pero sí el más regular de todas mis versiones. Creo que leo mucho mejor los partidos. Antes tenía detalles que no veía. Quique Setién y Eder Sarabia han hecho un trabajo espectacular conmigo, a base de ver vídeos y corregir detalles. Noto que soy un jugador mejor que antes, más regular. Antes eso me costaba mucho. Sé que si sigo puliendo detalles aún puedo dar un paso más adelante.
¿Tanto de le ha cambiado Quique Setién?
Sí, me ha hecho ver el fútbol de manera diferente. Ha confiado en mí de verdad. Antes estaba siempre pensando en que los entrenadores no me ponían por esta cosa o por la otra. Eso en esta etapa no me ha pasado. Siempre iba a remolque. Él desde el primer día me puso a jugar, confió en mí. Me dijo que si hacía una serie de cosas, iba a tener minutos e iba a jugar. Cumplí y ahora estoy jugando. Cada día me exige más cosas y yo intento dárselas porque soy consciente de que haciendo eso puedo seguir creciendo como jugador.
¿Todo está en la confianza?
Gran parte sí, sobre todo en esos días malos. A veces pasan, sabes que has estado mal, pero al día siguiente vuelven a ponerte y a confiar en ti. Yo empecé la temporada mal, en Valencia no hice un buen partido. El entrenador me lo dijo y le pude demostrar que podía hacerlo bien.
¿Se desesperó en algún momento en estos años? ¿Que nunca le iba a llegar esa regularidad?
No sé. Lo que sí que pensaba en momentos malos es por qué había dejado pasar alguna oportunidad que tuve para salir a algún Primera, por qué razón no apreté más, qué hubiera pasado. Al final, esos malos momentos me han hecho pensar, madurar, ser autocrítico, no pensar que la culpa la tienen los demás. Eso me ha hecho estar muy bien ahora, conocer mis limitaciones. Todo eso me hace ser mejor jugador. Al final con todos los entrenadores jugaba 25 o 30 partidos. He dado el paso definitivo. Me siento con más jerarquía en el equipo y eso para mí es imporante.
Bigas, Aythami, Roque y Viera ya han renovado o mejorado su contrato. ¿Qué pasa con usted?
Todo se lo dejo a mi representante. El club me ha mostrado el interés en actualizar mi contrato para que sea acorde a mi importancia en el equipo. Me ha quitado una incomodidad de encima ya que ha salido de ellos. Ahora no es el momento de hablarlo, el club tiene sus prioridades y hay que entenderlas, pero espero que se pueda resolver pronto.
