La generación de los fantásticos. Y el fotograma más emotivo de Raúl Alemán [el centrocampista le dedicó el gol de cabeza de 0-1 a su madre, fallecida en abril]. La legión de talento de los Carlos González, Erik Expósito, Benito Ramírez y Borja Herrera alcanzó la eternidad con un triunfo apoteósico (0-3) en el Municipal San Francisco de Tafalla. El broche de oro a una campaña redonda, adornada con registros de locura. Un caminar despiadado que refuerza el dogma de Manolo Márquez. Toque, velocidad y el despertar de los platanitos.
La expedición de Las Palmas Atlético, que aterriza esta medianoche en el Aeropuerto de Gran Canaria -procedente de Bilbao-, firma su sexto ascenso a la categoría de bronce -el tercero en este siglo tras los logrados en 2013 con Víctor Afonso como responsable técnico, y en 2008 con Juani Castillo-. Para la versión 2017 es la más bella. De Álex Guanche a Enrique Castaño, hay mimbres de postín para el ejército profesional. Piden paso. Comenzando por las cabalgadas de fuego de Borja Herrera.
Pasaporte de coraje
El tanto de Raúl Alemán, y la doble aportación de Erik Expósito [deja su cuota realizadora de toda la temporada regular en treinta dianas], terminó por derretir la resistencia de un Peña Sport sin recursos. Nula capacidad para congelar a los poetas del balón. Superados por la magia. Tras el (2-1) de la ida, ayer, la sinfonía de Manolo Márquez fue una apisonadora.
La mejor ambrosía para un final de Liga patético del primer equipo [29 goles encajados en la últimas diez jornadas de competición]. El ascenso es producto de una dictadura despiadada. Los Márquez Boys besaron la leyenda en el Grupo Canario de Tercera División con un cifra de vértigo (94 puntos). También contaban en su curriculum con 26 victorias, una frontera inalcanzable hasta la 2016-17.
Del Anexo al San Francisco. Los tres postes del filial amarillo en el primer acto de la ida respiraban en el ambiente. Manolo Márquez reclamó cautela y respeto. Primer dardo con cianuro al bloque navarro: el mismo once inicial. "No estamos para hacer experimentos", ya aventura Carlos González, el nuevo Jonathan Viera.
Con el guardameta Álex Guanche en plan estelar, la dirección de Álvaro Arencibia fue suficiente para manipular a un contrincante medieval. Parras -en el lateral derecho-, Álex Suárez y Borja Herrera completaron una retaguardia de hormigón armado.La intervención del lateral zurdo resultó definitiva. Una inspiración divina. Con el trivote Raúl-Pablo-Fabio gobernando la medular, el filial no sufría. El infierno era una playa nudista.
Penetración de Benito y el envío al corazón del área lo desbarata la defensa. Tiro de Álvaro Arencibia y la evidencia de que solo latía un corazón. Centro de Borja Herrera y gol de Raúl Alemán (36´).
Un titán en labores de intendencia, el tanto de Alemán contó con una ceremonia de película. El pasado abril, fallecía su madre, y un mes después tenía el tributo perfecto. El lado más sentimental del conjunto de los récords.
La recompensa a un trabajo táctico de primera línea. Este ascenso eleva a los altares a Manolo Márquez. En la previa, en este medio, se autodescartó para llevar las riendas del primer equipo. Pero su libreto es invencible. Desde el rigor y el compromiso, se nota su mano de santo. Sale muy reforzado el preparador catalán, que brindó el éxito a su padre, también fallecido.
De David Simón a Benito
El último ascenso (junio de 2013, ante el Tuilla) llevó la firma de David Simón, Asdrúbal Padrón, José Artiles, Néstor o Cristian Herrera. Ahora, llega la generación de los fantásticos. Con Enrique Castaño y Nico como escuderos. Bajo este manto de fantasía, respira un rigor táctico infranqueable -el parcial final de la eliminatoria es de 5-1-.
Los dos últimos tantos de Expósito le abren la puerta de la galaxia de Viera, Prince, Livaja o Roque.
El ascenso es un órdago para la comisión deportiva, para fichar a rostros como el lateral zurdo Hélder Lopes o Mateo García, mejor apostar por el producto autóctono. Carlos González, Benito y Expósito fueron pistoleros indomables.
En esa línea de glamour, el meta Álex Guanche también derriba la puerta. El jardín de Márquez está repleto de emperadores. Recital mayúsculo y pirotécnico. Una eliminatoria plácida para abrir la puerta del planeta de bronce.
Tras tumbar al Ciempozuelos (2008), la UD llenó el vestuario del filial de foráneos [de Rojas a Martino]. Cabe aprender de los errores y entregar el Santo Grial a la generación de los récords. Benito y Expósito ya debutaron. Las lágrimas de Raúl Alemán ilustran el nuevo ciclo. Es el cielo de los héroes.
