Aún en una nube andaban ayer Cristian Herrera y 'Juanpe', los dos grancanarios formados en la cantera de la UD que celebran en estos momentos el mayor hito deportivo que ha conseguido el Girona en sus 87 años de vida, el primer ascenso del club catalán a la élite del fútbol español. Una gesta que se le resistía en las últimas campañas a la entidad gerundense. Tras cuatro intentos fallidos, alguno de ellos con tintes dramáticos, el sueño se hizo realidad.

Cristian Herrera, a sus 26 años, considera este asalto a la máxima categoría como "una gesta histórica para la ciudad, el club y para mí personalmente, que aunque ya he jugado en Primera nunca había conseguido un ascenso". El delantero vivió junto a los compañeros, su familia y la afición intensamente las celebraciones, que culminaban ayer con una rúa por las calles de la ciudad. Reconocía que las llamadas desde su tierra natal han sido constantes para recibir felicitaciones. Ninguna desde el seno de la UD, "aunque yo sé que hay gente ahí que se alegra".

El jugador isleño reconocía que cuando el árbitro pitó el final del partido ante el Zaragoza en el estadio de Montilivi sintió cierta liberación. Pasaban las jornadas y el cuadro catalán no conseguía cerrar definitivamente el ascenso, por lo que los recuerdos catastróficos de temporadas anteriores volvían a planear en el entorno.

"No había miedo, pero sí cierta cosilla, ciertas dudas. Pero todos confiábamos en que esta vez no se nos escapaba, que tarde o temprano iba a suceder. Por fin, nuestro esfuerzo ha dado sus frutos. Hemos trabajado como animales para conseguirlo", explicaba.

El grancanario, después de hacerlo con el Elche, volverá a saborear las mieles de Primera División. Le queda una temporada más de contrato con el Girona, al que llegó en febrero de 2016 procedente del Almería. Explica que en el actual ejercicio, donde ha anotado dos goles, no ha jugado tanto como la campaña anterior: "Tuve un lesión de pubis en la primera vuelta y luego me costó entrar; no he tenido la continuidad que me hubiese gustado".

Cristian Herrera piensa que, de cara a la próxima aventura en Primera, una de las claves para conseguir los objetivos que se marque el club será "mantener el mismo bloque que ha logrado el ascenso", eso sí, haciendo fichajes que ayuden a mejorar la plantilla. El delantero apunta que estará atento al calendario para señalar en rojo el día en que al Girona le toque visitar el Estadio de Gran Canaria. "Será un encuentro especial y bonito", expone. Y es que guarda muy buenos recuerdos de su paso por la UD, el club donde se formó como futbolista, a pesar de que su salida resultara algo polémica.

El jugador, justo antes de firmar su contrato con el primer equipo amarillo, rompió el acuerdo alcanzado para fichar por cuatro temporadas con el filial del Elche: "No guardo rencor ninguno por lo que pasó. Son cosas del fútbol; tomé una decisión importante de la que no me arrepiento".

"Liberación"

Juan Pedro Ramírez, Juanpe, completa la cuota grancanaria en este Girona de Primera. Como su compañero y amigo Cristian Herrera, no cabía en sí de felicidad por el ascenso. "Todavía estoy que no me lo creo", apunta, añadiendo que en el momento en que el árbitro pitó el final del choque ante el Zaragoza "sentí una liberación tremenda".

El defensa, a pesar de que se retrasaba el logro en las últimas jornadas, en ningún momento dudó de que sí se conseguiría subir a la máxima categoría: "Estaba convencido de ello". Eso sí, reconoce que pensaba que celebrarían antes este hito en la historia del club. "Finalmente tuvimos que esperar a la penúltima jornada, pero en ningún momento se me pasó por la cabeza que iba a ocurrir lo de las temporadas anteriores", expuso.

Juanpe no ha probado aún las mieles de la Primera División, algo que espera hacer durante el curso 2017-18. El primer paso ya está dado: "Es algo que uno venía buscando desde niño. Cuando uno empieza en esto del fútbol siempre sueña con llegar a lo más alto. Supone el premio al trabajo de muchos años. Ahora obtengo la recompensa a los tiempos duros que he vivido durante mi carrera deportiva".

El grancanario ha sido un fijo en la defensa desde que aterrizara el pasado verano en el club, donde tiene contrato hasta 2019. Pieza clave en los planes del entrenador Pablo Machín, ha disfrutado de la titularidad durante todo el ejercicio liguero, "salvo en seis partidos por una fractura de costillas".

Recalca Juanpe que el secreto de este Girona radica en la "experiencia adquirida" de las anteriores campañas. Apunta que "desde la pretemporada se ha trabajado en pulir detalles y corregir los errores que se cometieron los años anteriores", donde se quedaron a las puertas de la gloria.

También el zaguero grancanario resalta la labor del míster, cuyo nombre surgió entre los futuribles de la UD: "Es un técnico de los que quedan pocos. Va a muerte con sus ideas y no las cambia. Llegó hace tres temporadas para salvar al equipo y, siempre fiel a su idea, ha logrado llevarlo a Primera".

Juanpe, que ha recibido muchas llamadas de felicitación y entre ellas de algunos compañeros del club amarillo, reflexiona sobre el ejemplo de Las Palmas de cara al propósito del Girona de afianzarse en la máxima categoría. "Si logramos mantener el bloque, tendremos un paso ganado. Hay 15 o 16 futbolistas de la plantilla que tienen contrato", apunta el defensa, de 26 años.