*LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ Y . . .

··LA VIRGEN DE LOS DOLORES: (14 -15 Septiembre):

--El 14 y 15 de Septiembre la Iglesia nos presenta dos celebraciones litúrgicas que nos invitan a realizar una peregrinación espiritual hasta el Calvario: la Exaltación de la Santa Cruz y la Virgen de los Dolores. Ambas nos invitan a unirnos a la Virgen María en la contemplación del misterio de la Santa Cruz.

La memoria de la Virgen de los Dolores nos recuerda los dolores que sufrió la Madre de Jesús, sobre todo el día de la Pasión y Muerte de su Hijo, dolores que fueron profetizados por el anciano Simeón, cuando en el templo de Jerusalén dijo a María que una espada le traspasaría el corazón.

La piedad popular ha representado a la Virgen Dolorosa con un corazón traspasado por siete espadas que simbolizan otros tantos dolores de María (hasta hace pocos años, esta conmemoración se denominaba “Los siete dolores de la Virgen María”).

El tema de los dolores de la Madre de Jesús ha sido, en el correr de los siglos, fuente de inspiración para el arte cristiano. Pinturas y esculturas, poesías y cánticos tienen como motivo los dolores de la Virgen. Entre ellos sobresale la antífona “Stabat Mater”, que ha inspirado a grandes maestros de la música.

Hoy, por tanto, la Virgen de los Dolores, firme junto a la Cruz, con la elocuencia muda del ejemplo, nos habla del significado del sufrimiento en el Plan Divino de la Redención.

Ella fue la primera que supo y quiso participar en el misterio salvífico: “asociándose con entrañas de madre a su sacrificio consintiendo amorosamente en la inmolación de la víctima que Ella misma había engendrado” (Lumen gentium 58). Íntimamente enriquecida por esta experiencia inefable, se acerca a quien sufre, lo toma de la mano y lo invita a subir con Ella al Calvario y a detenerse ante el Crucificado.

En aquel cuerpo martirizado está la única respuesta convincente para las preguntas que se elevan imperiosamente desde el corazón. Y con la respuesta se recibe también la fuerza necesaria para desempeñar el propio papel en la lucha que -como escribí en la carta apostólica Salvifici dolores- opone las fuerzas del bien a las del mal (cf. n. 27). Y agregué: “Los que participan en los sufrimientos de Cristo conservan en sus sufrimientos una especialísima partícula del tesoro infinito de la redención del mundo, y pueden compartir este tesoro con los demás”.

*EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ:

--Fiesta, 14 de septiembre . . .

--Hacia el año 320 la Emperatriz Elena de Constantinopla encontró la Vera Cruz, la cruz en que murió Nuestro Señor Jesucristo, La Emperatriz y su hijo Constantino hicieron construir en el sitio del descubrimiento la Basílica del Santo Sepulcro, en el que guardaron la reliquia.

Años después, el rey Cosroes II de Persia, en el 614 invadió y conquistó Jerusalén y se llevó la Cruz poniéndola bajo los pies de su trono como signo de su desprecio por el cristianismo. Pero en el 628 el emperador Heraclio logró derrotarlo y recuperó la Cruz y la llevó de nuevo a Jerusalén el 14 de Septiembre de ese mismo año. Para ello se realizó una ceremonia en la que la Cruz fue llevada en persona por el emperador a través de la ciudad. Desde entonces, ese día quedó señalado en los calendarios litúrgicos como el de la Exaltación de la Vera Cruz.

El cristianismo es un mensaje de amor. ¿Por qué entonces exaltar la Cruz? Además la Resurrección, más que la Cruz, da sentido a nuestra vida.

Pero ahí está la Cruz, el escándalo de la Cruz, de San Pablo. Nosotros no hubiéramos introducido la Cruz. Pero los caminos de Dios son diferentes. Los apóstoles la rechazaban. Y nosotros también.

La Cruz es fruto de la libertad y amor de Jesús. No era necesaria. Jesús la ha querido para mostrarnos su amor y su solidaridad con el dolor humano. Para compartir nuestro dolor y hacerlo redentor.

Jesús no ha venido a suprimir el sufrimiento: el sufrimiento seguirá presente entre nosotros. Tampoco ha venido para explicarlo: seguirá siendo un misterio. Ha venido para acompañarlo con su presencia. En presencia del dolor y muerte de Jesús, el Santo, el Inocente, el Cordero de Dios, no podemos rebelarnos ante nuestro sufrimiento ni ante el sufrimiento de los inocentes, aunque siga siendo un tremendo misterio.

Jesús, en plena juventud, es eliminado y lo acepta para abrirnos el paraíso con la fuerza de su bondad: "En plenitud de vida y de sendero dio el paso hacia la muerte porque El quiso. Mirad, de par en par, el paraíso, abierto por la fuerza de un Cordero" (Himno de Laudes).

En toda su vida Jesús no hizo más que bajar: en la Encarnación, en Belén, en el destierro. Perseguido, humillado, condenado. Sólo sube para ir a la Cruz. Y en ella está elevado, como la serpiente en el desierto, para que le veamos mejor, para atraernos e infundirnos esperanza. Pues Jesús no nos salva desde fuera, como por arte de magia, sino compartiendo nuestros problemas. Jesús no está en la Cruz para adoctrinarnos olímpicamente, con palabras, sino para compartir nuestro dolor solidariamente.

Pero el discípulo no es de mejor condición que el maestro, dice Jesús. Y añade: "El que quiera venirse conmigo, que reniegue de sí mismo, que cargue con su cruz y me siga". Es fácil seguir a Jesús en Belén, en el Tabor. ¡Qué bien estamos aquí!, decía Pedro. En Getsemaní se duerme, y, luego le niega.

"No se va al cielo hoy ni de aquí a veinte años. Se va cuando se es pobre y se está crucificado" (León Bloy). "Sube a mi Cruz. Yo no he bajado de ella todavía" (El Señor a Juan de la Cruz). No tengamos miedo. La Cruz es un signo más, enriquece, no es un signo menos. El sufrir pasa, el haber sufrido -la madurez adquirida en el dolor- no pasa jamás. La Cruz son dos palos que se cruzan: si acomodamos nuestra voluntad a la de Dios, pesa menos. Si besamos la Cruz de Jesús, besemos la nuestra, astilla de la suya. Es la ambigüedad del dolor. El que no sufre, queda inmaduro. El que lo acepta, se santifica. El que lo rechaza, se amarga y se rebela.

**DÍA 15 DE SEPTIEMBRE: La Virgen de Los Dolores . . .

=>Descripción:

--La Virgen de los Dolores frecuentemente aparece representada en el momento de La Piedad con su hijo Jesús muerto sobre su regazo, tras el descendimiento, y otras veces con expresión de desconsuelo al pie de la Cruz, sosteniendo sedente la corona de espinas de su hijo.

En ocasiones, se la representa con siete espadas que le traspasan el corazón.

Su imagen es procesionada durante la Semana Santa en numerosas localidades españolas, destacando los iconográficos establecidos por los pasos de la denominada Esperanza Macarena de Sevilla, imagen de vestir bajo palio, y el de la Virgen de las Angustias de Juan de Juni, en Valladolid, que presenta la figura de María abatida de dolor a los pies de la cruz.

En Cuenca, desfila el día de Viernes Santo una Virgen de las Angustias de Luis Marco Pérez. Probablemente, la representación más conocida de esta advocación es La Piedad de Miguel Ángel.

Esta gran devoción a La Dolorosa fue llevada a Latinoamérica, destacándose en Panamá, el paso del Viernes de Dolores en Natá de los Caballeros, donde se procesiona a nuestra Señora. Luego el Gran Viernes Santo en una procesión que dura alrededor de 6 horas terminando a las 3 de la madrugada, la virgen Dolorosa llega a la Basílica, en medio del famoso "Salve Regina".

Antiguamente se acostumbraba a cantar al final del Santo entierro la mítica "Dolorosa de Pie Junto a la Cruz".

El 20 de Marzo de 2010, fue entronizada a basílica la imagen traída desde España, (en conmemoración de ser la iglesia más antigua del litoral) Nuestra Señora de Amargura y de la Esperanza, María que se muestra adolorida cargando a Jesús entre sus brazos una vez bajado de la misma. Dato curioso que la imagen al ser entronizada 24 hombres no podían con la misma. Tallada, imponente y adolorida se muestra la imagen dando compasión e invitando a la reflexión de los pecados.

=>Devoción:

--La Virgen de las Angustias o Virgen de los Dolores es una advocación que cuenta con gran número de devotos en países como España, Argentina, Panamá, México, Italia y Portugal. Es la patrona de Eslovaquia.

1): La primera fiesta religiosa, se realiza un día antes del "Sábado santo", al comenzar la semana santa, cuyo día es llamado "Viernes de Dolores", el altar se acompañan líquidos en cristal de colores en representación de sus lágrimas y sangre de la virgen, también se le representa con una daga dorada en el pecho en representación de su dolor.

2): La segunda fiesta religiosa, que se observa internacionalmente el 15 de septiembre, es de la Virgen de Dolores. Los mexicanos asocian esta Virgen con el Día de la Independencia, que se celebra el 16 de septiembre.

La llamada que comenzó la guerra de independencia, el "Grito de Dolores", sucedió el 16 de Septiembre de 1810, en Dolores, Hidalgo, un pueblo cuya santa patrona es la Virgen de Dolores. El "Grito", pues, significa el clamor por la libertad que ocurrió en ese lugar y el dolor de la Virgen al ver los sufrimientos de los mexicanos.

La Virgen de los Dolores es una advocación de la Virgen María. También es conocida como Virgen de la Amargura, Virgen de la Piedad, Virgen de las Angustias, Virgen de la Caridad, Virgen de la Soledad o La Dolorosa. Su fiesta es el Viernes de Dolores o el 15 de Septiembre.

=>Devoción en España:

--La devoción a la advocación de “los Dolores”, está muy arraigada en España, celebrándose cultos tanto en septiembre como el Viernes de dolores. Su imagen es procesionada durante la Semana Santa en numerosas localidades españolas, destacando los iconográficos establecidos por los pasos de la denominada Esperanza Macarena de Sevilla, imagen de vestir bajo palio, y el de la Virgen de las Angustias de Juan de Juni, en Valladolid, que presenta la figura de María abatida de dolor a los pies de la cruz.

En Cartagena (España), ciudad de la que es Patrona bajo la advocación de Nuestra Señora de la Caridad, se procesiona igualmente el Viernes Santo la Santísima Virgen de la Piedad (Capuz). Ambas imágenes devocionales recogen el momento de la Santísima Virgen tomando en su regazo el cuerpo de Cristo descendido de la Cruz. No obstante, mientras la primera se encuentra inmersa en su séptimo dolor (iconográficamente), la Virgen de la Piedad de los marrajos se halla en su sexto.

En Cuenca, desfila el día de Viernes Santo una Virgen de las Angustias de Luis Marco Pérez. Probablemente, la representación más conocida de esta advocación es La Piedad de Miguel Ángel. Esta gran devoción a La Dolorosa fue llevada a Latinoamérica.

Canarias cuenta con dos Diócesis religiosas, la Canariensis que corresponde a la provincia de Las Palmas y con sede en Las Palmas de Gran Canaria y la de Tenerife o Nivariense a la que pertenece la provincia de Santa Cruz de Tenerife y con sede en San Cristóbal de La Laguna.

La Conferencia Episcopal señala que cada Diócesis venera a su propia patrona, la Canariensis a la Virgen del Pino el 8 de Septiembre y en la Nivariense a la Virgen de Los Remedios también la misma fecha.

Según el historiador de la Iglesia Católica de la Diócesis Canariensis, Julio Sánchez, en Canarias no existe una sola patrona para todo el Archipiélago “porque no hay un Arzobispado único sino dos Diócesis y cada una tiene su patrona”.

En cambio, el director del Archivo histórico de la Diócesis Nivariense, Miguel Ángel Navarro, asegura que la patrona de Canarias es la Virgen de la Candelaria. En el siglo XV se le apareció en una cueva a un pastor y comenzaron a venerarla. Bajo esta advocación, como si de una bula popular se tratara se le nombró Patrona del Archipiélago Canario por la Santa Sede el 23 de Marzo 1630. Esta fiesta popular se celebra el 15 de Agosto.

El historiador, Rvd. Julio Sánchez, coincide con Miguel Ángel Navarro en que durante los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX la patrona de todas las islas era la Virgen de La Candelaria; pero en 1914 el Papa San Pío X nombra a la Virgen del Pino como patrona de la Diócesis Canariensis “por lo que desde ese momento cada Diócesis tiene a su patrona y la Candelaria deja de ser la patrona del Archipiélago”.

Esa teoría no la comparte Miguel Ángel Navarro porque aunque haya una patrona por Diócesis “la Candelaria sigue siendo la patrona del Archipiélago porque nunca un Papa le ha quitado ese reconocimiento”.

La primera Diócesis de Canarias fue: la Canariensis, que se creó en 1404 y abarcaba a todas las islas. La primera sede fue en Lanzarote, en el Rubicón (Yaiza) hasta que posteriormente se trasladó en 1483 a Las Palmas de Gran Canaria.

En 1819 se creó la segunda Diócesis, la Nivariense; porque los obispos no daban abasto para atender a la población y “tardaban hasta dos años en recorrerse las Islas”, según Julio Sánchez.

El 8 de Septiembre se celebra la fiesta de la Virgen del Pino, en una fiesta litúrgica donde se venera la natividad de la Virgen y la solemnidad.

El 15 de Agosto se celebra la fiesta popular de la Candelaria y la Asunción de la Virgen, aunque la fecha oficial de la fiesta religiosa y la purificación de la Virgen es el 2 de Febrero.

El resto de las Islas también cuenta con su patrona. En Fuerteventura, el tercer sábado de Septiembre se homenajea a Nuestra Señora de la Peña. En Lanzarote, se venera a Nuestra Señora de Los Dolores el 15 de Septiembre. En El Hierro, la patrona es la Virgen de los Reyes, que se celebra el 6 de Enero. En La Gomera se homenajea a la Virgen de Guadalupe, el lunes después del primer domingo de Octubre. En La Palma, la Virgen de las Nieves es la protagonista el 5 de Agosto.

Ante esta polémica de si en Canarias existe una sola patrona el periodista y experto en temas religiosos, Juan Cruz, asegura que la única patrona de las islas es la Virgen María y que esta polémica “solo reaviva el pleito insular y que solo hace daño a la canariedad”. Añade que cada Diócesis tiene su patrona.-

“DOLORES DE SANTA CRUZ”

Dolores, te pusieron,

para combatir nuestros temores,

pero lo que ellos no supieron

¡es que eres la más bella de las flores!

Dolores, te mecieron,

por cada calle de Sevilla

y nos concedieron, vida mía,

la más bella sinfonía.

Dolores, te aclamamos,

Misericordia cada día

y devolvernos la alegría

aunque en la vida caigamos.

María, vida mía,

eres mi norte y mi sur,

mi rosa y mi guía.-

**¡Quien fuera suspiro, Madre mía, para nacer en tus labios y de tu boca entreabierta morir besando tus bordado! ¡Porque tú aroma, Reina de sus Misericordias, nació de la Giralda mora, que desde el campanario con Dolores te llora!

¡Mécelo, Dolores, en la cuna de tu soledad! ¡Que poco a poco se le va el aliento y en tu pañuelo ya sientes con tristeza la verdad! ¡Miras al cielo y el alma en sollozos se te va, aunque sepas que al tercer día como un milagro resucitará!

¡Mi música, vida mía, será tu paso majestuoso! Que con batir de bambalinas contra tus varales, me harán escuchar la más maravillosa sinfonía. Y paso a paso, suspiro tras suspiro, seguiré a tu vera, Dolores, para acompañarte eternamente cada tarde de primavera; y decirte, amada mía, que en Santa Cruz comienza y acaba su vida…y como no, María, a tus pies: ¡La mía!

-Fdo: Eleuterio Jesús Santana Déniz.-