Es muy feo engañar a un cliente asegurándole que está tomando algo que no es. Y si lo haces, ¡al menos que no sea tan obvio! Una usuaria de Las Palmas de Gran Canaria publicó una reseña en Tripadvisor sobre un bar capitalino que trató de engañarla, a ella y a todos.

"Fuimos a desayunar este domingo y pedimos zumo de naranja natural, tal y como figura en la carta; por el sabor, color y consistencia estoy convencida de que estaba mezclado con bastante zumo no natural. La prueba que tengo es que lo tomo con bastante frecuencia y conozco bastante bien el sabor y el color. Me parece un timo que lo cobren como si fuese un zumo natural, 4.25 euros".

Y ni siquiera acaba en esto, por si fuera poco cobrar casi cinco euros por un zumo de bote. "Otra cuestión es el pan de molde que utilizan para los sándwiches, el más corriente del mercado, por tanto, que ajusten la el precio en función de la calidad que ofrecen".

"Sin duda, no repetiré y no lo recomiendo para ir a desayunar. Para otros servicios no puedo opinar puesto que era la 1ª vez que iba a este lugar". Quizás solo sucede esto en los desayunos y se especializan en otras comidas, podemos preguntarnos.

Quejas de otros clientes

Sin embargo, otro usuario que sí fue a almorzar se queja de algo parecido. "No se puede ofrecer 5 croquetas congeladas por 10,75, me parece una estafa y no lo recomiendo. Los calamares fritos no eran calamares, eran posiblemente potas y no bien preparadas, nos fuimos con una sensación de no haber comido y haber pagado por algo que no merecía la pena".

Y hay más reseñas que hablan sobre el exagerado alto precio de sus platos para la calidad y cantidad que ofrecen. "Tras una reserva para 24 personas por 30€ por persona, pretendían repartir 6 entrantes para repartir entre todos más un plato principal. No atendieron a razones para llegar a un acuerdo razonable. Nos tuvimos que ir sin haber comida y buscar otro sitio".

Cuando existen platos no caseros en un restaurante deberían de ser especificados como tal en la carta. Desde luego no poner que lo son, al menos dejarlo en "croquetas o zumo a secas". Así nadie se sentirá engañado; aunque, ¿quién va a un restaurante, y más con esos precios, a comer algo que puede comprar en un supermercado?