Este verano las temperaturas han sido moderadas en Canarias ya que no se ha registrado ninguna subida drástica. Sin embargo, quedan todavía varias semanas para que acabe la estación estival y el riesgo de que exista una ola de calor permanece aún. El umbral de temperatura que pone en marcha los sistemas de alerta para las dos provincias es de 33 grados de máxima y 23 de mínima.

Si se produce una subida del termómetro, las autoridades sanitarias recomiendas no hacer ejercicio al aire libre, no sólo para evitar una exposición al sol y al calor sino también a la calima que suele resecar las vías respiratorias. Muy necesario, también, es beber más agua, independientemente del tipo de actividad que estemos llevando a cabo. Evitar las comidas copiosas y el consumo de bebidas alcohólicas, café, té o refrescos azucarados porque facilitan la pérdida de líquidos que ocasiona una deshidratación del organismo.

Otra de los consejos más habituales es el de no exponerse al sol entre las 12.00 y las 16.00 horas porque los rayos llegan de forma vertical y la radiación es más intensa. Es muy importante permanecer en lugares frescos, especialmente las personas mayores, niños y enfermos crónicos. Si salir fuera inevitable, es recomendable elegir ropa de colores claros y fibras naturales, que sean holgadas y permitan la transpiración. Además, protegerse la cabeza del sol con sombreros, gorras o complementos similares.

Si pese a todo las medidas de prevención se producen algunos de los síntomas de los trastornos de calor (como mareos, debilidad, escalofríos, palidez y náuseas), es necesario refrescarse con una esponja o toallas húmedas, tomar una ducha o baño -si no se está mareado- y beber líquidos frescos no alcohólicos ni azucarados. Si los síntomas no remiten hay que pedir ayuda médica lo antes posible.