Hoy, este canario universal ultima su segundo y definitivo mandato como presidente de la Cruz Roja y Media Luna Internacional, cargo que simultanea con la presidencia de la Cruz Roja Española y con la de La Caja de Canarias. Evidentemente, pocos canarios volarán tan alto como Juan Manuel Suárez del Toro, quien, sin embargo, sigue siendo una persona entrañable, cercana y humilde, que mantiene su permanente lucha por mejorar las condiciones de vida de las personas desfavorecidas o de las afectadas por diferentes catástrofes.

Suárez del Toro sólo guarda buenos recuerdos de su infancia y juventud: "Vivía en San Lorenzo, en un ambiente de pueblo muy agradable. Sigo conservando amigos de esa época, y nos reunimos anualmente".

Entró como militante de la Cruz Roja con 17 años, "por la inquietud en el ámbito social de varios amigos que buscábamos un mecanismo de participación. A través de la Cruz Roja teníamos un cauce de expresión y llevábamos a cabo nuestras inquietudes sociales. Recuerdo que hice muchos servicios de ayuda en playas y visitas a los asilos".

En 1994 pasó a ser el máximo mandatario de la Cruz Roja de España, tras presentar la dimisión su antecesora en el cargo, por unas presuntas irregularidades económicas: "Comencé un nuevo reto personal, familiar y profesional. Gracias a mi familia he podido realizar esta tarea y creo que la institución ha avanzado mucho en los últimos tiempos y que aquella aventura ha sido satisfactoria, porque la Cruz Roja Española se ha fortalecido y ha vivido una paz interna".

Siete años más tarde, en 2001, es elegido presidente de la Cruz Roja Internacional y Media Luna Roja, cargo que abandonará a finales del presente año: "Los amigos iberoamericanos y africanos me animaron a coger la presidencia y la asumí, y fui reelegido en 2005. Una cosa de éstas no te la imaginas, pero es fruto del devenir del tiempo y del trabajo colectivo, de la gente que te ayuda y de la organización que representas. He procurado ser fiel a los que confiaron en mí, y que la organización siga cumpliendo esa tarea de compromiso hacia tanta gente que necesita la ayuda de la Cruz Roja".

En sus años al frente de la Cruz Roja, ha vivido de cerca muchas tragedias: "El tsunami en Indonesia (2004), el huracán Mitch en América Central (1998)... pero la gran tragedia está en las cosas pequeñas. A mí me impacta mucho la solidaridad de los que menos tienen, como una familia en Sudáfrica que tiene 8 hijos y a sus vecinos se les mueren el padre y la madre de sida, y se hacen cargo de los pequeños huérfanos con toda naturalidad. Eso me ha hecho derramar lágrimas, a veces incluso más que una macrocifra de fallecidos, porque a las macrocifras hay que ponerles rostro".

De las numerosas personalidades mundiales que ha conocido, resaltaría a "los Reyes de España, por su apoyo a nuestra institución, al igual que Adolfo Suárez, y también me impactó conocer al Papa Benedicto XVI".

Suárez del Toro, que además de la lengua materna afirma que intenta hacerse "entender en inglés y francés", ha recibido importantes distinciones a nivel mundial, "aunque no me gusta mucho hablar de eso; sobre todo, los galardones son para la Cruz Roja y para lo que esta institución hace".

Su cargo como presidente de la Cruz Roja Española concluirá en 2011, "y a partir de ahí seguiré comprometido con la entidad, pero con otro nivel de dedicación".

Presidente de La Caja de Canarias, "fruto del consenso de un grupo de personas hacia mí", reconoce que le gustaría retomar su etapa de profesor universitario. Sería todo un lujo para la Universidad de Las Palmas.