Hasta esta tarde. Ese es el plazo que ha dado la dirección federal del PSOE a los consejeros de El Hierro que, aliados con el PP, presentaron el pasado martes 30 de agosto una moción de censura contra la nacionalista Belén Allende. Si no se retractan, el expediente de expulsión abierto por Ferraz se ejecutará en cuestión de minutos. Los herreños no solo han asestado un golpe en la línea de flotación del Pacto de Gobierno PSOE-CC firmado en junio sino que desoyen la orden dictada desde la ejecutiva federal prohibiendo cualquier acuerdo con los populares.

No obstante, frente al ultimátum puesto sobre la mesa por el secretario de Relaciones Institucionales y Política Autonómica Gaspar Zarrías -en una reunión de casi cinco horas en la sede del PSOE Madrid la tarde el lunes- la postura del secretario del PSC en la isla e impulsor de la moción, Alpidio Armas, sigue prácticamente inamovible. "Entendemos que con nuestra actitud nos hemos colocado fuera de la disciplina del partido, pero estamos haciendo lo que la gente nos pide".

"Hemos cumplido con lo que, en conciencia, creemos que teníamos que hacer. Hoy por hoy, y en tanto los órganos del PSC en El Hierro no digan otra cosa, nuestra posición sigue siendo la misma", apuntó ayer Armas de camino desde Tenerife hacia El Hierro, donde debía convocar para hoy sendas reuniones de la ejecutiva y del comité insular "para estudiar el asunto". Cumple así con el compromiso adquirido en la reunión en Madrid a la que, por parte de la dirección en Canarias, asistió Julio Cruz, secretario de organización.

Serán ambos órganos los que deban, según señaló el todavía líder de los socialistas herreños, "buscar alternativas y un punto medio de entendimiento, si lo hay. Porque", subrayó, "ni a nosotros nos gusta que nos echen ni al PSOE expulsarnos".

En esa búsqueda de "cómo reconducir" la situación Armas incluye a la organización socialista herreña en casi su totalidad, después de que "más de 90% de los afiliados en la isla" hayan solicitado su baja del partido si finalmente se ejecuta la expulsión.

Respecto a la consideración de tránsfugas, que según varios expertos adquirirían los consejeros una vez que dejasen de formar parte del PSOE y permitiría bloquear la moción de censura en aplicación de la reforma de ley electoral, Armas asegura que esa condición "comporta voluntariedad. Nadie lo es porque lo echen de su grupo y nosotros no queremos estar fuera. Por lo tanto", explicó "tenemos claro que no se puede invalidar la moción y prosperará si se celebra el pleno" previsto para el sábado, día 10.