Los firmantes del pacto en el Cabildo de El Hierro movilizaron ayer a sus acólitos para animar una moción de censura viciada por los juegos de la política regional. Pero a la convocatoria acudieron poco más de un centenar de personas que aplaudieron con entusiasmo el cambio después de tantos años de hegemonía de AHI. El futuro es una incógnita tanto por el pronunciamiento que realicen los tribunales al recurso anunciado por CC, como por el escaso margen de maniobra que tendrán los nuevos gobernantes para sacar adelante los asuntos que más preocupan a los herreños que, como en todos lados, son la crisis y el paro.

Se rumoreaba ayer en el Cabildo que 132 afiliados del PSC se darán de baja una vez que se consume la expulsión de los consejeros rebeldes y que ya existe la intención de crear un nuevo partido de corte insularista, que incluso podría presentarse a las elecciones generales del 20 de noviembre. Sea como sea, la política herreña ya no será la misma a partir de ahora a tenor de las aceradas críticas que se oyeron ayer en las intervenciones de los portavoces de los grupos políticos, además del presidente entrante y la presidenta saliente.

Los socialistas herreños se han mostrado incólumes a las presiones de Ferraz y de la Ejecutiva regional. ¿Pasará lo mismo en La Palma? Quizá los movimientos en el tablero político de Canarias hayan empezado en la isla del meridiano.