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Usuarios prevenidos

Los centros de Atención Primaria de Canarias vivieron una jornada sin incidentes, ya que numerosos usuarios optaron por aplazar su cita y el personal fue a trabajar para evitar el descuento por el paro

Usuarios prevenidos

Los pasillos de los centros de salud de Canarias respiraron ayer en su mayoría normalidad, pese a la jornada de huelga de la sanidad pública. Si bien el seguimiento del paro fue desigual, especialmente el recorte de entre 150 y 300 euros por faltar al puesto de trabajo disuadió al personal sanitario. Mientras, numerosos pacientes, temiendo perder el día si se acercaban hasta las consultas, optaron por quedarse en casa y aplazar su cita.

El director del centro de salud de Gáldar, Félix Herrera, aseguró que la jornada fue muy tranquila y no se registró "ningún problema". De los 13 médicos de este centro, sólo faltaron tres en el turno de mañana, así como uno de los ocho trabajadores administrativos. El resto del personal sanitario no secundó la huelga. "Dicen que no hay trabajo, pero la gente no quiere trabajar", protestó Francisca Díaz, de 75 años de edad y natural de La Montaña, mientras esperaba su hora. "Con la crisis que hay todo el mundo tiene que arrimar el hombro", apostilló Agustín Reyes, en Guía, en cuyo centro notó "muchísima menos gente" que otros días. De hecho, en este lugar, de los ocho médicos y ocho enfermeros sólo faltaron dos de estos últimos. Fuentes del centro alegaron que "los servicios mínimos son bastante más altos que en un festivo, por lo que la huelga se ha notado poco".

Al médico de Guía Juan García le tocó estar de servicios mínimos y confesó que, de lo contrario, hubiera apoyado el paro. Denunció el "ataque directo" del Gobierno canario al sector y dijo que a partir del 20-N hay que "mirar con miedo las políticas de derecha".

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