El presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, lanzó ayer el reto de "actualizar" el modelo administrativo de Canarias coincidiendo con el 30 aniversario de las primeras elecciones autonómicas, celebradas en mayo de 1983. Por ello, pidió a las dos principales fuerzas políticas del país, PP y PSOE, que se pongan de acuerdo para incluir este cambio de las administraciones públicas en la reforma del Estatuto de Autonomía. "Hay que actualizar nuestro modelo a la nueva realidad bajo el principio de la racionalización, es decir, que lo que hace una Administración no lo haga la otra", señaló Rivero.

El jefe del Ejecutivo regional recordó el ejemplo de Baleares, comunidad donde populares y socialistas pactaron en 2007 una reforma del estatuto autonómico que renovó el modelo administrativo del archipiélago balear. Por ello Rivero espera que "la propuesta para que las administraciones públicas tengan un funcionamiento más racional, una distribución de competencias actualizada y una financiación acorde con el reparto competencial pueda tener su eje central en el marco de la reforma del Estatuto de Autonomía canario".

Rivero defendió las singularidades territoriales y la estructura administrativa y política del Archipiélago. Esta situación de Canarias obliga a una organización diferente con respecto al resto de las comunidades autónomas.

El máximo representante de la Comunidad Autónoma aseguró que la "descentralización" del Estado propiciada por la Constitución de 1978 ha supuesto la herramienta más importante para que el conjunto del Estado haya mejorado su bienestar. "Ha sido la descentralización del Estado el principal baluarte que ha contribuido al gran desarrollo socioeconómico del país y de Canarias hasta la llegada de la crisis", aseguró el presidente del Ejecutivo.

Las Islas es una de las comunidades que más se ha beneficiado de este proceso y ahora necesita de una mayor capacidad de toma de decisiones porque "hay que entender que Canarias tiene una situación diferenciada". Rivero advirtió que Canarias debe ser organizada desde el propio Archipiélago porque no sirven los modelos territoriales continentales. El proceso descentralizador vivido en Canarias sólo tiene como referencia en el resto del Estado al País Vasco o Baleares, según Rivero.

El debate sobre qué administraciones son necesarias en el marco de crisis en el que se encuentra España no supone que tenga que desaparecer ningún organismo público. Para Rivero, los ayuntamientos son la Administración más cercana al ciudadano y se les debe dotar con más competencias. Los procesos descentralizadores son más caros, advirtió Rivero, porque los ciudadanos exigen más y la respuesta al ser más rápida requiere de servicios más caros desde el punto de vista técnico y de recursos humanos. Para Rivero hay un "falso debate" sobre la eliminación de ayuntamientos y tachó de "frivolidad" que se pretenda igualar la realidad del Archipiélago con la del resto del Estado.

También son "imprescindibles" los cabildos que se ajustan a la realidad insular y cuentan con un gran "arraigo" en las islas. La "convivencia" entre un Gobierno autonómico y los cabildos es necesaria porque cada isla tiene sus singularidades, pero debe existir un Ejecutivo que represente a los intereses generales del Archipiélago.

Rivero advirtió que ninguna isla puede salir sola de la situación actual y por eso debe existir complementariedad y lealtad institucional, elemento imprescindible en cualquier proceso descentralizador como el realizado hasta ahora.