El arte canario acude al rescate de la Casa de Canarias en Madrid, una de las instituciones más señeras de representación y de promoción de las Islas y de su cultura en la capital de España. La crisis no tiene miramientos y está a punto de llevarse por delante al centro regional, que, desde su fundación en 1953, ha tratado de ser el punto de encuentro de todos los isleños afincados en Madrid, pero también la ventana desde la que enseñar a los madrileños todo lo que tenga que ver con el Archipiélago. Para hacer frente a la situación, la directiva del centro, con el apoyo de algunos pintores canarios, organiza una subasta de obras con la que obtener unos fondos que se antojan vitales para evitar el cierre.

No se trata de una subasta al uso, es decir, un acto público en el que los interesados pujan de forma directa por la obra que se va mostrando, sino una subasta silenciosa a partir de una exposición de cuadros a la venta en la misma Casa de Canarias, en la céntrica calle Jovellanos, a la espalda del Congreso de los Diputados.

Hasta el próximo día 15 los amantes y coleccionistas de pintura canaria tienen la oportunidad de hacerse a casi precio de ganga con algún cuadro de los artistas canarios contemporáneos más significativos, entre los que se encuentran los consagrados Martín Chirino, Rafael Monagas, Gregorio Toledo, José Luis Fajardo o Pedro González de Quesada, pero también algunas obras de jóvenes talentos que ponen sus trabajos a disposición del centro regional.

Se trata en algunos casos de obras cedidas por los artistas de forma expresa para esta campaña de recaudación, pero también entran en liza varios cuadros que forman parte de los fondos de la propia Casa de Canarias, que se ha ido nutriendo de las cesiones realizadas por los autores cuando el centro les ha prestado sus paredes en alguna ocasión para exponer.

La exposición a beneficio de la entidad se inauguró el pasado día 5 y permanecerá abierta al público sólo hasta el próximo sábado, justo la fecha hasta la que los interesados podrán pujar según las bases establecidas para este tipo de subastas, es decir, en sobre cerrado. Ese mismo día, por la tarde, en este caso sí en un acto público, la organización procederá a la apertura de los sobres y adjudicará cada una de las obras objeto de interés a la puja más alta.

La lista de obras es significativa y tiene la particularidad de que el precio de salida de cada una de ellas está por debajo de la mitad de su valor en mercado, según recalca Isabel Prinz, la conocida actriz canaria y vicepresidenta de la junta directiva del centro. Las cantidades de partida oscilan entre los 300 euros de algunas acuarelas, hasta los 4.000 de una obra de Pedro González de Quesada (Maga), que, según Prinz, bien podría alcanzar los 10.000 euros en el mercado.

"Es una forma de seguir campeando el temporal y mantener abierto el centro, porque lo que no podemos hacer es resignarnos a poner fin a una historia que data de 1953", explica la actriz grancanaria. Prinz no se aventura, sin embargo, a dar una cifra de recaudación, sobre todo en un contexto de crisis como el actual "en el que todo el mundo lo está pasando mal". Pero confía en que el saldo final de la subasta alcance al menos para "poder mantener abierto el centro, que es el único de promoción cultural, artística, gastronómica y turística de Canarias en Madrid". La vicepresidenta de la Casa de Canarias cree que más que nunca se da el caso de que "para mantener las paredes hay que vender los cuadros".

De los fondos del hogar canario salen a subasta obras de María Revenga, Pedro de Guezala, Gregorio Toledo, Enrique Sánchez o Manuel López Ruiz. El único pintor no canario que está representado en la exposición es el jienense Javier de Juan, uno de los artistas más renombrados de la llamada movida madrileña y del se subastan dos litografía firmadas por el autor y propiedad de una socia del centro, que los aporta generosamente.