El peor de los presagios se cumplió la noche del martes. El pesquero ruso Oleg Naydenov, en cuyo interior se inició un incendio el pasado sábado cuando estaba a punto de partir desde el muelle Reina Sofía hacia la costa mauritana, naufragó a las 23:55 horas de antes de ayer a 15 millas (24 kilómetros) al sur de la Punta de Maspalomas tras tres días ardiendo. Un amplio dispositivo vigila desde entonces la zona para comprobar si existen vertidos de las 1.409 toneladas de combustible que llevaba en sus tanques. Salvamento Marítimo ha detectado varias manchas en un área de seis kilómetros de largo por dos de ancho que, según los primeros análisis, por su densidad pertenecen a lubricante o gasoil por lo que, de momento, se descartan vertidos de mayor gravedad. No obstante, el Ministerio de Fomento baraja utilizar un robot submarino para comprobar el estado del buque, que se encuentra a 2.400 metros de profundidad, y así determinar si procede a retirar el fuel.

El naufragio cogió por sorpresa a todos los profesionales encargados de tratar de mantener a flote el buque de 120 metros de eslora. Las llamas que se habían iniciado el sábado habían perdido intensidad e incluso a lo largo del martes se barajó la posibilidad de que los técnicos de Capitanía Marítima pudieran abordar la embarcación a lo largo del miércoles para valorar su situación y decidir si finalmente era devuelto al puerto de La Luz para iniciar su reparación.

Sin embargo, sobre las diez de la noche el Oleg Naydenov comenzó a escorarse. Se producía por segunda vez, después de que la noche del sábado se inclinara unos diez grados a babor debido, presuntamente, al peso del agua que le habían arrojado los distintos efectivos de emergencia durante las tareas de extinción. Poco más de una hora después se confirmó el hundimiento. Lo hizo a las 23:55 horas, según informó ayer Salvamento Marítimo, con los más de 1.400 toneladas de combustible, el equivalente a los depósitos de 28.180 coches, 30 toneladas de diesel y 60 de lubricante. Sin embargo, la cantidad de fuel es muy inferior a la que, por ejemplo, portaba el petrolero Prestige, que tenía en sus tanques 77.000 toneladas.

Efectivos

A primera hora de ayer, el organismo encargado de los rescate en alta mar y de luchar contra la contaminación de la costas amplió su dispositivo en la zona. Al remolcador Punta Salinas, que desde el domingo estuvo amarrado al Oleg Naydenov para que éste no estuviera a la deriva, se unió el Miguel de Cervantes, especializado en combatir la contaminación de los accidentes marítimos graves, y la Salvamar Talía, que acudió desde Arguineguín como apoyo.

Además, el avión Sasemar 305 sobrevoló la zona y detectó un fuerte olor de los de combustibles que se dirigían hacia el Suroeste, alejándose de la costa canaria. Por la tarde-noche aterrizó en la isla otra aeronave, el Sasemar 101, procedente de Valencia, que cuenta con sistemas avanzados para detectar nuevos vertidos y que ya anoche empezó a rastrear el Sur de Gran Canaria.

A estos efectivos se sumará el plan de inspección submarina que prevé Fomento para determinar el estado en el que ha quedado el buque, la cantidad de fuel con el que se haya sumergido hasta el fondo del mar, así como la posible extracción del mismo si se detectara riesgo de que salga al exterior con facilidad. Esa inspección submarina se llevaría a cabo con un robot sumergible similar al utilizado en operaciones de este tipo en otros incidentes y hundimientos, o al que también se usó para la localización y trabajos de rescate del helicóptero del Servicio Aéreo de Rescate (SAR) con sede en Gran Canaria accidentado en el mar al Suroeste de Fuerteventura en marzo de 2013.

Fuentes del ministerio señalaron sin embargo que todavía es pronto para determinar el operativo de los próximos días dado que por ahora las actuaciones están centradas en la vigilancia de la zona donde se ha hundido el buque, en el marco de la emergencia de nivel cero declarada y contemplada en el Plan Marítimo Nacional (PMN). En todo caso, aseguraron que a la vista de los datos que se vayan obteniendo en las próximas horas, el Comité de Coordinación activado al efecto decidirá en qué plazo podría realizarse la inspección. Aseguraron, no obstante, que el riesgo de vertido del fuel, cuya cantidad exacta no se conoce porque no se sabe si pudo arder parte del que contenían los depósitos del barco durante el incendio previo, es menor a medida que pasen las horas y el pecio estabilice su posición en el fondo marino.

La responsable del departamento, Ana Pastor, presidió a primera hora de la mañana la constitución de ese Comité de Coordinación del PMN. En declaraciones en los pasillos del Congreso anunció que se habían desplazado a la zona del hundimiento todos los equipos de Salvamento Marítimo disponibles y que estaban "actuando de forma preventiva, analizando y viendo la previsión del vertido que pueda estar ocurriendo".

Desde el departamento de Pastor se señalaba ayer que la situación de prealerta contemplada en la fase cero del PMN no asume una situación de riesgo inminente de contaminación, sino sólo la preparación de los medios para el caso de que eso sucediera. Además, se mostraban optimistas porque los restos de gasoil detectados en la zona eran muy leves y además se desplazaban hacia el Suroeste, en dirección contraria a la costa.