El clima interno en la Federación Canaria de Municipios (Fecam) se enrarece por momentos. La maniobra realizada por el presidente de la Fecam, Manuel Ramón Plasencia, para contratar con carácter indefinido a la actual gerente ha generado malestar entre algunos alcaldes del comité ejecutivo y el personal de la entidad, ya que no sólo se incumplen los estatutos -la Gerencia es un cargo de confianza ligado a la presidencia- sino que tampoco es un puesto de trabajo que se adecúe al convenio colectivo, ya que ni siquiera está aprobada la relación de puestos de trabajo del órgano de representación de los ayuntamientos canarios.
El último comité ejecutivo de la Fecam no votó esta propuesta pese a los intentos de algunos alcaldes. Sin embargo, la presidencia argumentó que se debía acatar un informe de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social en la que se recoge la obligación de convertir en indefinidos aquellos contratos con duración determinada que hayan superado los 48 meses consecutivos o que se hayan encadenado varios contratos temporales para el mismo fin por más de 24 meses. La Fecam se encontraba ante una advertencia de sanción grave porque el contrato de la actual gerente, Rosa Morales Santos, figuraba en esta situación ya que está contratada desde 2011, cuando Plasencia accedió a la presidencia de la Fecam y fue ratificada en 2015 cuando el alcalde de Alajeró se mantuvo al frente de la entidad.
Previamente a la reunión del comité ejecutivo del pasado 28 de septiembre se había advertido de la intención por parte de Plasencia de llevar este asunto, aunque no figuraba en el orden del día de la reunión. El presidente de la Fecam lo incluyó en los asuntos de presidencia. Sin embargo, ante la resistencia de varios alcaldes y al comprobar que la votación no iba a ser unánime por las dudas de algunos regidores, explicó que si no se acataba el informe de la Inspección de Trabajo la entidad se exponía a una sanción y que, en todo caso, el nuevo equipo directivo que entre en la Fecam tras las próximas elecciones tomaría sus decisiones.
Pero estas explicaciones no convencen a una buena parte de la plantilla y de los técnicos de la Fecam que ven en este asunto un capítulo más de la deriva en la que ha entrado la gestión de la Fecam en los últimos años. Nula transparencia, ocultamiento de información al personal y a los alcaldes, escasa eficiencia en la tramitación de ayudas e informes y parálisis general son las principales críticas que se lanzan, agravada ahora por la nueva situación laboral de la gerente, que ya se barruntaba desde hacía tiempo.
Contrato original
El contrato original de Rosa Morales Santos, suscrito en 2011, tiene como cláusula que la finalización o cese del contrato será efectiva con el cese o baja del presidente Manuel Ramón Plasencia. De esta forma, se estipula como recogen los estatutos de la Fecam, que vincula la Gerencia a la presidencia del órgano y así ha sido hasta ahora, es decir, los diferentes presidentes de la Federación han nombrado a gerentes bajo su mandato y éstos siempre han finalizado su contrato cuando ha terminado cada presidente. El salario de la Gerencia es de 50.000 euros brutos anuales.
Ahora se rompe con esta vinculación entre gerencia y presidencia con un informe de Inspección de Trabajo de por medio y con sospechas por parte del personal de algunas circunstancias que están poco claras en la evolución de los acontecimientos que han desembocado en la decisión de modificar el contrato de la gerente, entre ellas su vinculación familiar con Jaime Noda, exalcalde de Vallehermoso y que ha continuado haciendo trabajos para la Fecam a través de su amistad personal y política con Plasencia.
Según ha podido saber este periódico, hace unos días tuvo lugar un encontronazo entre el departamento de Recursos Humanos de la Fecam con la gerente por los cambios que se deben realizar en el contrato para convertirlo en indefinido, lo que es una prueba más del malestar interno generado.
Otra de las decisiones adoptadas por el último comité ejecutivo de la Fecam puede también enturbiar aún más la situación interna. Para este martes está convocada la primera reunión negociadora entre la comisión creada por el comité ejecutivo y los representantes del personal con el fin de estudiar la propuesta de la Gerencia sobre la redistribución de las tareas de la plantilla de la Fecam, en virtud del acuerdo adoptado en la última reunión del órgano de dirección.
Esta redistribución de tareas y de la carga de trabajo es consecuencia del acuerdo adoptado antes del verano para evitar el expediente de regulación de empleo (ERE) que se cernía sobre la Fecam. Tras una auditoría interna se había propuesto la reducción de la plantilla en ocho personas, sin embargo esta iniciativa fue rechazada por la mayoría de los alcaldes del comité ejecutivo y, a cambio, se aprobó un plan para repartir la carga de trabajo.
