Caso cerrado. El Tribunal Militar Territorial Quinto, con sede en Santa Cruz de Tenerife, ha archivado la causa penal abierta por el accidente del Superpuma del Servicio Aéreo de Rescate (SAR), en el que perdieron la vida los militares Jhonander Ojeda, José Morales y Saúl López. La Justicia militar considera que no hay responsables del siniestro, que según expone el auto de sobreseimiento definitivo, tuvo lugar por una "avería que de modo súbito se presentó durante el vuelo" ante un desequilibrio dinámico del rotor principal de la aeronave "que pudo tener su origen en un problema en el adaptador de frecuencia de una de las palas".

El fallo, que fue adelantado por Antena 3 Canarias y sobre el que cabe recurso, resalta la buena actuación de los tripulantes del helicóptero, el buen estado de conservación del aparato y las adecuadas condiciones meteorológicas durante la jornada en la que se produjo el siniestro, ocurrido el 22 de octubre de 2015 a 40 millas náuticas -74,08 kilómetros- del sureste de Dajla. Solo apunta a un fallo mecánico sin responsables como causante del siniestro.

El Tribunal Militar basa buena parte de su argumentación en el informe técnico final de la Comisión para la Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares (Citaam). Entre las consideraciones señaladas, destaca que los tres militares a bordo contaban con una amplia experiencia en este tipo de aeronaves y que respondieron con las maniobras adecuadas a la avería; que en el vuelo previo al accidente, entre Dakar y Nuadibú, no se reportó ninguna incidencia ni anomalía; que la aeronave había sido mantenida de acuerdo con el programa de conservación en vigor del Ejército del Aire y tenía cumplimentadas todas las órdenes técnicas y se seguridad aplicables; que las condiciones meteorológicas eran adecuadas para la realización del vuelo, por lo que no tuvo incidencia alguna en las circunstancias del accidente; o que la dificultad de que un ave llegase a chocar con algún elemento de la cabeza del rotor principal hacen que se estime muy poco probable ese tipo de impacto.

Desequilibrio dinámico

Para el Juzgado Togado, las actuaciones arrojan que el "desequilibrio dinámico" que debió sufrir el rotor principal de la aeronave pudo tener su origen en un problema en el adaptador de frecuencia de una de las palas, lo "que provocó daños en otros componentes del rotor principal como pudo ser la rotura de alguna biela de cambio de paso". Eso, explica, "condujo a una falta de control de la aeronave que impidió el amerizaje controlado del helicóptero, circunstancias ´éstas que en ningún momento pudieran ser contempladas, ni previstas, ni achacables a persona alguna".

Los tres militares que viajaban en el Superpuma accidentado activaron manualmente el sistema de flotabilidad del helicóptero. Esta acción no impidió, según detalla el auto de sobreseimiento, "el fuerte impacto contra el mar, siendo éste de tal intensidad que fracturó la estructura principal de la aeronave en varias partes".

El fallo recalca que al igual que no puede atribuirse responsabilidad alguna a los tripulantes del helicóptero Superpuma, tampoco se ha podido reflejar la posible exigencia de responsabilidad a otra persona relacionada con el mantenimiento de la aeronave o con la designación de su tripulación y misión realizada porque el aparato contaba con el certificado de aeronavegabilidad en vigor.

El Tribunal militar considera que, en base a todos los datos recabados durante la investigación, se concluye que se trató "de un terrible y fatal accidente sin que se pueda culpar de él a ninguna persona o a entidad determinada".

En el auto, con fecha de 8 de febrero, se apunta a que la instrucción se ha dilatado durante más de tres años y que ésta es, a su vez, "exhaustiva y minuciosa en extremo".

Este accidente se produjo un año y siete meses después de que otro helicóptero del Servicio de Búsqueda y Salvamento Aéreo se estrellase entre Fuerteventura y Gran Canaria el 19 de marzo de 2014. En aquel siniestro fallecieron los militares Daniel Pena, Carmen Ortega, Sebastián Ruiz y Carlos Caramanzana. Solo Jhonander Ojeda sobrevivió al accidente.

En octubre de 2015, otro Superpuma del SAR, con base en Gando, cae al mar cuando regresaba de hacer unas maniobras en Senegal y tras repostar en Mauritania. Ojeda fallece en ese siniestro junto a José Morales y Saúl López.