En su documento nacional de identidad se identifica como Dolores Alicia García Martínez (Gran Tarajal, 1972). Sin embargo, todos la conocen como Lola, la hija de Andrés y Maruca, de Gran Tarajal. Ayer, durante su discurso de investidura como presidenta del Cabildo de Fuerteventura no pudo contener las lagrimas cuando recordó a su madre fallecida, al tiempo que se emocionó al comprobar que su padre estaba sentado en las primeras filas de un salón de plenos abarrotado, al igual que su marido Pascual y su hijo Álvaro. También se le humedecieron los ojos al observar a sus hermanas y demás familia entre el público.
"Lola, estudia y trabaja para que no dependas nunca de un hombre y puedas llegar donde tú quieras". Esta frase de su madre Maruca contada por la nueva presidenta insular se entremezcló en el salón de plenos con un ambiente de emociones y sentimientos encontrados. Lola tuvo que hacer un alto en su intervención, beber agua y sacar un pañuelo para secarse las lagrimas.
El matrimonio Andrés García y Maruca Martínez tuvieron cinco hijos: Olinda, Nena, Rosa Delia, Lola y Miguel Ángel. Su infancia se desarrolló dentro del colegio García Blairzy, en Gran Tarajal, donde sus padres eran trabajadores del centro educativo.
Lola García es diputada autonómica desde el año 2015. Diplomada en Educación Física, ha desempeñado su carrera profesional como maestra del CEIP Cristobal García Blairzy de Gran Tarajal. Sus inicios como docente fueron dando clases de religión hasta que aprobó las oposiciones de su especialidad. Durante 10 años ha participado activamente en la comunidad educativa, la mayoría de ellos como directora del centro.
El salón de actos se quedó pequeño para acoger un evento como la constitución de un Cabildo. Desde buena mañana ya estaban reservados muchos de los asientos por familiares de los consejeros electos, compañeros de partidos o vecinos que no querían perderse un acontecimiento histórico de la primera mujer que accede a la presidencia de la Corporación insular en sus 106 años de historia.
Los consejeros electos entraron en el salón de plenos en fila y en orden. Primero el cabeza de lista de cada candidatura y, posteriormente cada uno de los miembros de la misma. La comitiva la encabezaba Lola García como la lista más votada, luego los socialistas y así hasta concluir con la última formación política que logró acceder al Cabildo. El último consejero en incorporarse a su sillón fue Alejandro Jorge que llegó con cierto retraso a la hora del inicio de la sesión.
El protocolo, que fue dirigido por Silvestre Chacón, había dispuesto que en las primeras filas, a la izquierda, se ubicaran los alcaldes majoreros: Matías Peña (Antigua), Isai Blanco (La Oliva), Miguel Ángel Graffigna (Pájara), Candelaria Umpiérrez (Tuineje) y Juan Jiménez (Puerto del Rosario). El sexto regidor, Marcelino Cerdeña (Betancuria) se encontraba en el sillón de consejeros ya que consiguió el acta en la candidatura de Nueva Canarias-AMF.
En las sillas de la derecha se habían situado los expresidentes del Cabildo de Fuerteventura en la etapa democrática, a excepción de José Juan Herrera Velázquez. Lalo Mesa, que ocupó el sillón insular bajo las siglas de Asamblea Majorera (1979-1987) y senador (1986-1993); Mario Cabrera, que fue presidente durante tres legislaturas consecutivas (2003-2007, 2007 - 2011 y 2011-2015) y Marcial Morales (2015-2019). A su lado, la senadora por Fuerteventura, Paloma Hernández.
La mayor parte de los consejeros electos masculinos optaron por lucir chaqueta de color azul oscuro, a excepción de Blas Acosta y Alejandro Jorge que eligieron un color gris. Los dos consejeros de Podemos fueron en mangas de camisa.Una minoría llevaron corbata.
Por su parte, las consejeras apostaron de forma mayoritaria por vestir pantalón, menos Yessica de León (PP) y María Jesús de la Cruz (PSOE) que lucieron vestidos.
A la hora de jurar el cargo también hubieron diferencias en la forma de juramiento de los consejeros. Una enorme mayoría decidieron prometer frente a los que juraron. Sin embargo, los dos ediles de Podemos, Andrés Briansó y Pau Quiles, expusieron sus profundas convicciones republicanas y anunciaron que juraban "por imperativo legal".
Entre el público se pudo apreciar una numerosa presencia de personas procedentes de Gran Tarajal, pueblo natal de la nueva presidenta. Se hicieron notar cuando Lola García accedió al inmueble y durante algunas de sus intervenciones. "Yo recuerdo cuando eramos más jovencitas y jugábamos en la playa e incluso nos ibámos a hacer un asadero a la Banda de Arriba", recordó una mujer que sólo se identificó como Juana.
Sesión fotográfica
Los 23 consejeros electos del Cabildo de Fuerteventura estuvieron en todo momento arropados por sus familiares, amigos y compañeros de partido. Las felicitaciones fueron en aumento cada vez que abandonaban el diminuto salón de plenos.
Varias horas después de concluir el pleno de investidura todavía los aledaños de la Casa Palacio seguía bastante concurrida. Mientras unos atendían a los medios de comunicación, otros aprovechaban la ocasión para fotos y plasmar el momento para la eternidad. Eso si, hubo un excelente ambiente entre sus 'señorías' que incluso llegaron a fotografiarse todos juntos.
