Sin referirse a ello explícitamente, la lectura de NC sobre la posición de la diputada de CC, Ana Oramas, en relación con la negociación entre el nacionalismo canario y el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez, incide en la variable parlamentaria que asoma como alternativa a la mayoría de izquierdas que contempla el pacto PSOE-Unidas Podemos, y que requiere la alianza de varias formaciones territoriales y la abstención de ERC. El discurso que, según NC, alienta Oramas es el de un acuerdo de fondo entre PSOE y PP que contemplaría de facto la abstención popular y de Cs, para un gobierno sin influencias independentistas ni radicales que incluiría el apoyo de los dos escaños de los nacionalistas canarios, los dos de Navarra Suma, el del regionalista cántabro del PRC, y el de Teruel Existe. Serían 126 votos a favor frente a los 125 del resto de formaciones salvo las 98 abstenciones que sumarían PP (88) y Cs (10), lo que conllevaría un Ejecutivo de corte constitucionalista pero muy virado hacia la derecha que los nacionalistas canarios de izquierdas descartan salvo como una alternativa in extremis para evitar nuevas elecciones.

En CC niegan sin embargo que esa sea su posición de partida ni tampoco la de Oramas, a la que defienden asegurando que todas sus declaraciones y explicaciones sobre la negociación con el PSOE coinciden plenamente con lo hablado y pactado con NC. Es decir, ir a la reunión con Lastra para escuchar, con disposición a contribuir al desbloqueo, pero condicionando la decisión final a que se despejen una serie de incógnitas tanto en el ámbito de las políticas de Estado, como fundamentalmente con la garantía de que se respeten los fueros canarios en las políticas estatales y en los presupuestos. Esas premisas fueron también comentadas ayer por el diputado de NC, Pedro Quevedo, que eludió cualquier valoración de las declaraciones de Oramas y se remitió a lo hablado por los líderes de ambos partidos.